A mediados de semana estuvo de gira por Arauca, el viernes en Popayán y este fin de semana estará por varios municipios de la sabana. Enrique Peñalosa sigue adelante en su campaña como precandidato presidencial de la Alianza Verde, alejado por ahora de la turbulencia política que vive Bogotá por la destitución del alcalde Gustavo Petro por parte de la Procuraduría, tema obligado en este diálogo con El Espectador, vía correo electrónico, en el que reitera sus críticas al gobierno Santos, rechaza ser —al menos por ahora— la carta escondida del uribismo y reconoce que en los partidos no necesariamente todos están de acuerdo, refiriéndose a las diferencias con algunos de sus copartidarios, incluyendo los progresistas.
Con todo el lío de la destitución del alcalde Gustavo Petro hay quienes mencionan su nombre para un eventual encargo e incluso como candidato en unas elecciones atípicas, ¿le suena?
Muchas personas amables me piden que vaya a la Alcaldía si se abre esa posibilidad, pero soy candidato a la Presidencia.
¿Y de pronto volver a aspirar a la Alcaldía de Bogotá en 2015?
No he pensado en eso.
¿Qué análisis hace sobre la actual situación que vive la administración de Bogotá?
Independientemente de culpas o responsabilidades, para una empresa enorme como la Alcaldía, las crisis de las últimas dos administraciones tienen costos muy altos.
Como están las cosas, ¿cree que Petro se quedará o se irá?
No soy jurista ni adivino (...) no tengo idea ni trato de averiguar. Las instituciones decidirán.
¿Qué significado les da a las multitudinarias movilizaciones convocadas por el alcalde y sus discursos en la Plaza de Bolívar?
Muestran que es efectivo promoviendo esas movilizaciones y que es un buen orador.
¿Será que llegamos a la votación de la revocatoria?
No tengo idea.
¿Está en riesgo, como dicen algunos, la institucionalidad del país con la decisión del petrismo de calificar de un “golpe de Estado” la destitución y la decisión judicial de frenarla aceptando una tutela?
Adriana Córdoba, esposa de Antanas Mockus, veedora distrital nombrada por el alcalde Petro, dice que se ha cumplido la ley y que el procurador tiene la razón. Confío más en el resultado final al que lleven las instituciones que en la opinión de las partes involucradas. Ahora bien, es posible que hacia el futuro deban modificarse las leyes o las instituciones.
¿Cómo cree que va a quedar Bogotá después de Petro?
Bogotá está desordenada y sin claridad en cuanto a su desarrollo futuro.
Mirando el panorama político nacional, ¿realmente qué tan viable es una tercería?
Si ‘tercería’ significa que representamos algo distinto, sí creo que es viable. Respaldo el proceso de paz y confío en la responsabilidad de los negociadores y el Gobierno. Ahora bien, soy candidato presidencial porque represento una opción diferente de la de Juan Manuel Santos. Hacemos una política distinta. Vamos a mejorar la calidad de vida para el 80% de los colombianos que viven en zonas urbanas, comenzando por la seguridad ciudadana; vamos a estructurar una verdadera política agrícola e industrial, en lugar de simplemente firmar tratados de libre comercio sin estrategias de desarrollo; no vamos a pasar cuatro años sin sacar adelante la reforma a la salud. Y vamos a imprimirle dinamismo a la construcción de un país más igualitario y más feliz.
Hay quienes dicen que es casi imposible ganarle a un candidato-presidente...
La elección más de opinión y menos de maquinaria que hay es la presidencial, porque es la que tiene mayor cobertura mediática. No tenemos las maquinarias ni los aviones o helicópteros de Juan Manuel Santos, pero estamos convencidos de que podemos llegar al corazón de los ciudadanos, que, en cada hogar, cada barrio, cada rincón de Colombia, afortunadamente tienen la libertad de decidir por quién votar.
¿Cómo va a hacer para representar a los sectores petristas de la Alianza Verde, si usted ha dicho que será el primero en votar la revocatoria por el sí?
He sido crítico del gobierno Petro, aunque no he participado en la promoción de la revocatoria, ni lo haré. Si se produce esa elección, que quien vote lo haga como quiera.
Hay quienes dicen que usted podría ser un “caballo de Troya” en el uribismo y que incluso sería un plan B en caso de que la candidatura de Óscar Iván Zuluaga no despegue de aquí a marzo. ¿Qué tan cerca está hoy del expresidente Álvaro Uribe?
He dicho siempre que creo que el presidente Uribe entregó un país mucho mejor que el que recibió. Hoy él es candidato al Senado por el Centro Democrático y estoy dedicado a apoyar e impulsar las listas al Congreso de la Alianza Verde.
Y si de pronto le ofrecen ser candidato del uribismo...
Soy candidato de Alianza Verde, pero seré presidente de todos los colombianos, de todos los partidos y de quienes no se identifican con ningún partido. Cuando pasen las elecciones de Congreso invitaré a todos a apoyarnos para construir un país mejor para todos.
¿Estaría dispuesto a medirse en una consulta interpartidista, por ejemplo con la UP u otro movimiento?
No es cuestión de estar dispuesto. A la Alianza Verde lo que le sirve es un candidato que promueva sus listas al Congreso. Esto será especialmente efectivo después del 25 de enero, cuando por Ley de Garantías, los candidatos —incluyendo Santos— deberán tener el mismo acceso a medios, especialmente a la televisión.
¿El acuerdo al que llegó su partido con la UP para las listas al Congreso tiene algún efecto en la carrera presidencial?
No tengo objeción a que en este sistema político tan cerrado que hoy existe, la Alianza Verde facilite que personas de la UP puedan hacer parte de sus listas al Congreso.
¿A usted le gustaría salir en la misma foto con Guillermo Asprilla, Ángela Robledo y Aída Avella? Porque ellos lo han descalificado como su representante...
En los partidos no necesariamente todos están de acuerdo o se simpatizan.
¿Estaría dispuesto a pararse en el balcón del Palacio Liévano para seducir a los antiguos progresistas y a los partidos que se han solidarizado con Petro?
Obviamente no es legal hacer política desde el balcón del Palacio Liévano. He sido crítico de la administración Petro, pero por supuesto invitaré a todos los colombianos a apoyar la Alianza Verde.
¿A quién se parece más en cuanto a la paz: a Uribe o a Santos?
Todos los colombianos queremos la paz. Creo que todos la apoyaríamos a cambio de entregar un cupo en el Senado, y nadie la apoyaría a cambio de entregar la Presidencia de la República. Respaldo el esfuerzo para llegar a la paz, pero considero que no debería utilizarse políticamente, ni criticándola ni arropándose con ella.
¿Cree que hechos como el atentado atribuido a las Farc en Pradera (Valle) le restan confianza al proceso y que podría replantearse el dialogar sin cese de las hostilidades?
Es mejor negociar sin cese al fuego. Si las Farc tienen intenciones serias de paz, deberían cesar hostilidades unilateralmente. Pero el Gobierno de ninguna manera debe acordar treguas hasta que se dé el acuerdo final. Las Farc son una organización criminal, cuya naturaleza política es discutible. Sus acciones delincuenciales, que les acarrean una animadversión aún mayor en la población, sugieren que no tienen interés en hacer política democráticamente. Los colombianos estamos dispuestos a hacer la paz con ellos, pero no creo que los vayamos a querer.
¿Es cierto que en algún momento el presidente Santos le ofreció ser ministro?
No es tema relevante.
Lo bueno y lo malo de Santos y Petro
¿Qué ha sido lo bueno y lo malo del gobierno Santos?
Me gusta que haya iniciado el esfuerzo de las negociaciones de paz; no me gusta que evita demasiado los costos políticos que debe asumir con un liderazgo en temas como las reformas a la salud, la seguridad social, la educación o la justicia.
¿Y de Gustavo Petro en Bogotá?
Hay algunos aspectos positivos en el POT, como una mayor flexibilidad de usos de las edificaciones; me gusta el esfuerzo de sustituir los vehículos de tracción animal por camionetas. No ha habido una política seria de movilidad ni de parques, ni se han hecho obras de las múltiples que requiere la ciudad.
Más allá de la paz, ¿cuáles creen que deben ser los temas a abordar de cara al debate presidencial?
Seguridad ciudadana, política industrial y agrícola, calidad urbana, protección ambiental y construcción de una sociedad más igualitaria.
@hgarciasegura
@CamiloSeguraA
Por Camilo Segura Álvarez, Hugo García Segura
