Este lunes, el presidente Iván Duque hizo oficial el nombramiento de Juan Carlos Pinzón Bueno como embajador de Colombia en Estados Unidos. Pinzón es economista de la Universidad Javeriana y esta es la segunda vez que asume dicho rol. La primera vez lo hizo en mayo de 2015, bajo el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos. En ese entonces, dejó su compromiso como viceministro de Defensa para encargarse de la relación entre Santos y Donald Trump, entonces primer mandatario del país norteamericano.
En 2017 salió del gobierno de Santos para catapultarse a las elecciones presidenciales. En esta ocasión, la historia ocurrió al revés: mientras se rumoraba su intención de lanzarse nuevamente al ruedo electoral para 2022, por el Partido Conservador, él se decantó por el cargo en el que hoy lo posesionó el jefe de Estado.
Al respecto, en su discurso, Duque repitió las cuestiones que ya ha destacado sobre Pinzón: que el político es idóneo para representar los intereses de Colombia en la relación diplomática con el vecino americano, y que tiene completo conocimiento y reconocimiento tanto de demócratas como de republicanos, por lo tanto podrá llevar a buen puerto el vínculo bicameral y bipartidista que ha tenido Colombia y Estados Unidos.
“Usted tiene conocimiento de todas las instancias políticas de Estados Unidos, lo reconocen y lo aplauden demócratas y republicanos. Será un gran interlocutor para mostrarle a Estados Unidos los avances de Colombia del concepto paz con legalidad”, expresó Duque. Así mismo, añadió que el embajador Pinzón sabe que “en materia de seguridad y defensa, Estados Unidos ha jugado un papel fundamental en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico” y que esta requiere de “creatividad, innovación y precisión”.
En el evento, el presidente aprovechó para lanzar pullas o guiños a la justicia transicional, una que ha criticado desde su origen en el Acuerdo de Paz que firmó Santos con las Farc. Cuando estaba hablando sobre la importancia de la paz con legalidad (la consigna de su administración), Duque expresó que la verdad y la reparación deben ser los principales elementos para generar “convivencia espiritual” entre las víctimas del conflicto armado y las instituciones.
En ese momento, resaltó que con Pinzón espera “presentar las preocupaciones que existen” -refiriéndose al trabajo que adelanta la Justicia Especial para la Paz, en los macro casos de crímenes de la otrora guerrilla- “porque si no se administra una justicia proporcional, se termina incubando una revictimización de aquellos que no pueden seguir viendo a sus victimarios ostentar poder cuando reclaman reparación económica”, señaló.
Mirando al pasado, Duque agregó que una vez Pinzón dejó el Ministerio de Defensa “se suspendió uno de los métodos eficaces de luchar contra cultivos ilícitos”. Entre las anotaciones del tema, recalcó, en frente de Philip S. Goldberg, embajador de Estados Unidos en Colombia, que la lucha contra las drogas es una bandera de ambos países y requiere de un enfoque multidimensional: “En avanzar en reducción de área sembrada de coca, en la destrucción de laboratorios, en desmantelar estructuras de lavado de activos que están en todo el entorno internacional”, añadió.
Finalmente, reiteró la necesidad de acompañar la recuperación institucional de Venezuela y resaltó algunos logros de su Gobierno, atribuyéndole a su administración ha logrado entregar más títulos de propiedad a campesinos que cualquier otro gobierno anterior.