
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Dos semanas después de que el Gobierno radicó en el Congreso el proyecto de acto legislativo que les permitirá a los integrantes de las Farc participar en política, se surtió el primer debate en la Cámara de Representantes que, por mayoría, le dio el sí a la voluntad política de los insurgentes de reinsertarse a la vida civil y cambiar las armas por votos.
La Comisión Primera de la Cámara avaló el texto que contiene las reglas para dicha participación en política que, entre otras cosas, explica la financiación para las campañas electorales –presidenciales y legislativas-, la forma en la que permanecerá activo el partido que surja de la guerrilla y, especialmente, la participación de sus integrantes en el Congreso.
“Aquí y en cualquier lugar del mundo, cualquier proceso de paz ha terminado con que aquellos quienes equivocadamente empuñaron las armas para defender unas ideas. toman la decisión de dejar las armas y el Estado les brinda garantías jurídicas y de seguridad para que puedan defender esas ideas dentro de la institucionalidad”, dijo el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo tras la aprobación del proyecto.
Lo primero que hay que decir es que las Farc harán presencia en el Congreso en los próximos dos periodos legislativos. Es decir, hasta el 2022 contarán con una presencia asegurada tanto en Senado como en Cámara, en donde habrá, respectivamente, 5 curules. “Las Farc participarán como partido y presentan sus listas en igualdad de condiciones hasta el 2026”, aclaró el ministro sin desconocer que, en todo caso, los candidatos que surjan del partido de las Farc tendrán que someterse al proceso electoral.
Pero, si no alcanzan los votos requeridos en las elecciones, de todos modos habrá 5 senadores y 5 representantes adicionales en cada una de las cámaras y el Consejo Nacional Electoral tendrá la responsabilidad de garantizar la asignación de dichas personas para lograr el ingreso de estos 10 integrantes de las Farc.
Según el proyecto aprobado, además, una vez finalizado el proceso de dejación de las armas por parte de las Farc, se reconocerá de pleno derecho personería jurídica al partido o movimiento político que surja del tránsito de las Farc a la actividad política legal. La personería jurídica de las Farc estará garantizada por un periodo determinado sin tener que cumplir con condiciones como un número mínimo de afiliados, la presentación a certámenes electorales o la obtención de un umbral de votación.
Según informó el jefe de la cartera política, en menos de dos semanas se radicará un acto legislativo adicional sobre la adquisición gradual de derechos por parte de los partidos. Es decir, generar un marco jurídico que permita mantener los requisitos de los partidos para su supervivencia, hoy pero abrir la posibilidad de que por debajo de la categoría de partidos haya movimientos políticos que tengan requisitos más bajos que el resto “como el tema de umbrales y filiación, y al tener menos requisitos tendrán menos derechos que los partidos hoy inscritos en el CNE”, dijo Cristo en el debate.
Adicionalmente, antes de que acabe este mes, el Gobierno radicará el proyecto que crea 16 circunscripciones especiales de paz para los territorios más golpeados por el conflicto y que, de alguna manera, no tienen representación en el Congreso. Por eso, ni las Farc ni los partidos tradicionales podrán participar para obtener tales circunscripciones, pues están destinadas a movimientos sociales, de víctimas, líderes regionales y demás.
Respecto del proyecto, valga decir que garantiza la financiación al movimiento político de las Farc, quienes recibirán anualmente una suma equivalente al promedio que recibieron los partidos o movimientos políticos con personería jurídica para su funcionamiento en el 2015. Se les garantizará financiación de las campañas para sus candidatos a la Presidencia de la República y, únicamente, al Senado en las elecciones de 2018 y 2022. Finalmente, podrán designar, temporalmente un delegado ante el Consejo Nacional Electoral, que no tendrá derecho al voto pero sí podrá participar de los debates que surjan allí.