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El anuncio del presidente Gustavo Petro sobre el decreto de conmoción interior por la crisis en el Catatumbo generó una ola de reacciones, entre las que está la del exmandatario Juan Manuel Santos, quien criticó la medida. De acuerdo con el nobel de paz, todo lo que está ocurriendo en la región de Norte de Santander ya había sido denunciado.
“Esa figura de la conmoción interior se estableció para confrontar hechos sobrevinientes y ninguno de los que estamos sufriendo son así. En este caso no existe justificación”, indicó Santos, en entrevista con W Radio.
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Y es que, en medio de esta coyuntura, la defensora del Pueblo, Iris Marín, ha dicho que esta situación ya era conocida. Varios congresistas y figuras de la política también han señalado que esta decisión llega después de varios avisos por la ola de violencia en el Catatumbo.
En esa línea, Santos precisó que lo que está pasando es una “acumulación de diferentes factores”. Citó tres en total: la falta de una política clara de seguridad en el país, la forma como se ha adelantado la paz total —“permitirle a un grupo negociar con armas y decretar ceses al fuego sin que la fuerza armada sepa cómo actuar”— y la falta de implementación del Acuerdo de Paz.
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El expresidente aseguró al medio radial que lo que se necesitaba era “establecer una política de seguridad que le dé a las fuerzas armadas un norte claro”. De acuerdo con él, el ELN y el Gobierno Petro “se sentaron sin tener claro cuáles son los objetivos de esas conversaciones” y “hay un problema serio de falta de inteligencia” en temas de cómo opera el grupo, quiénes son y cuáles son sus intereses.
“En cualquier proceso de paz se necesita garrote y zanahoria, (...) aquí lo que ha faltado es garrote, una política de seguridad efectiva, que ponga a pensar a esos grupos si vale la pena negociar”, aseveró. Y, en respuesta a la pregunta de La W de si se deberían terminar por completo esos diálogos, agregó: “por lo general uno no rompe si tiene una crisis, pero debe exigir un mínimo de condiciones”.
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Sobre la política de paz total, recordó que desde el comienzo de su implementación "se le dijo al presidente y a su gobierno que eso debía ser bien planeado", pero eso “no fue así”: “Uno no puede de la noche a la mañana sentarse con 14 grupos negociar y desmontar la infraestructura”. En esa línea, apuntó que el país está “pagando las consecuencias” de esa falta de planeación, “pues el proceso les permitió a muchos de los grupos fortalecerse y comenzar una guerra por el control territorial”.
Además, enfatizó en que falta seguir implementando el proceso de paz y dijo incluso que Colombia recibiría un regaño ante el Consejo de Seguridad en la ONU por los fallos en ese proceso.
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