Con caras largas salieron de la Casa de Nariño los miembros de la comitiva, encabezada por el fiscal Mario Iguarán, que llegó a donde el presidente, Álvaro Uribe, a pedirle que respalde el referendo que propone la prisión perpetua para agresores de niños, iniciativa con la que el Primer Mandatario nunca se ha mostrado de acuerdo pues, según él, “en Colombia no hay una tradición de prisión de por vida”.
Del grupo hacían parte entre otros la concejal Gilma Jiménez y los representantes Simón Gaviria y David Luna.
El Fiscal explicó que lo que sucede es que “el Presidente no está de acuerdo con dicha figura porque teme que la misma pena se extienda, en el futuro, a otros delitos”.
Uribe considera que existen otros medios para castigar a quienes comentan delitos contra la infancia. Para eso le dio instrucciones al ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossio, de que acompañe proyectos no sólo de ley, sino actos legislativos para evitar que se presenten rebajas de penas, sin necesidad de aplicar la prisión perpetua.
El problema es que ni siquiera el reciente Código de la Infancia y la Adolescencia, que en teoría elimina las rebajas de tiempo en prisión y subrogados penales, ha sido aplicado a cabalidad. Según Iguarán, “desafortunadamente algunos jueces están excepcionando este mandato argumentando el principio de igualdad. Así que es necesaria una reforma constitucional”.
El Fiscal advirtió que el Jefe de Estado es “sensible ante los problemas de infancia” y respeta que se dé el debate. Por eso, en muestra de su interés con un tema que claramente no apoya, el Mandatario leyó el artículo del referendo por la cadena perpetua y le hizo algunos ajustes de redacción.
Pero la opinión de Uribe no les quitó el impulso a los promotores, quienes seguirán recogiendo firmas con el convencimiento de que “están haciendo lo correcto”.
“Si les preguntamos a los colombianos, seguramente la mayoría apoya la propuesta y sería muy difícil que ocurriera lo que el Presidente teme, y que la gente también quisiera la cadena perpetua para otro delito. El único mensaje que queremos dejar es que los niños son intocables”.
Gilma Jiménez dijo que la conclusión del encuentro es que la figura de la prisión perpetua sólo depende del pueblo colombiano. “No nos bajó la moral, nosotros vamos por esos tres millones de firmas y el Presidente se comprometió a tramitar normas que endurezcan los castigos, porque cree que nuestra propuesta como un principio filosófico del derecho genera preocupaciones”.
El comité promotor, que lidera la recolección de apoyos en la calle, hará el esfuerzo por una excepción al ordenamiento jurídico y a todas esas reglas para poder imponer esa pena por delitos a violadores, asesinos y maltratadores de niños.
Minutos previos a la reunión con el Mandatario, la concejal Jiménez aseguró que aunque Uribe ha dicho que la cadena perpetua ha sido rechazada históricamente en Colombia, el comité iba a cambiar las cosas, “porque llegó la hora. Ya no más indolencia”.
De la misma manera, Simón Gaviria afirmó que si el Presidente no cedía a “los argumentos eficaces que le llevaban”, esperaban convencerlo, por lo menos, de que no se opusiera a cambiar las tradiciones del país y sentar precedentes.
Al respecto David Luna sostuvo que lo importante en un país democrático es tener la posibilidad de discutir los pro y los contra de los temas. “Las normas tienen que adaptarse a la historia y a los hechos y en este momento estamos atravesando, tal vez, por uno de los más difíciles en contra de los niños”.