“No nos comunicamos”: ministro de Igualdad habló de ejecución y de roces con Márquez

Con los recientes movimientos en el gabinete, se ha escuchado que usted sería uno de los salientes. ¿Se ha planteado su salida del “Gobierno del cambio”?

Quien decide que yo salga o permanezca en el gabinete es el presidente de la República. Yo me debo al compromiso que tengo con él, al compromiso que tengo con el proyecto del cambio y al compromiso que tenemos con las comunidades en el país que votaron por nosotros.

Con la salida de la canciller Laura Sarabia, y desde antes, se conocen ciertos roces en el gabinete. ¿Cómo ve esos cruces internos?

Yo no entiendo, yo no conozco mucho de los roces. Yo entiendo que hay situaciones que tienen que ser resueltas y se resuelven, y que a eso obedece la salida de nuestra canciller. Pero, en general, en el interior del gabinete intentamos hacer nuestro trabajo, trabajar de manera conjunta y cumplir con las obligaciones que tenemos.

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Parte clave de su aterrizaje en el Ministerio de Igualdad fue la accidentada salida de la vicepresidenta Francia Márquez de esa misma cartera. ¿Cómo está su relación en este momento?

Nosotros teníamos una larga historia de trabajo en común. La última vez que coincidimos fue alrededor del 8 de marzo, cuando terminó el empalme en el Ministerio. No nos hablamos, no nos comunicamos y mantenemos la relación en esos términos.

Es decir, ¿no hay ningún tipo de comunicación?

No.

Sobre su llegada, también hubo movimientos dentro del Ministerio entre funcionarios. Se habla de que usted le pidió la renuncia a varios. ¿Cómo fue eso?

En el consejo de ministros, el presidente dijo “acelere la ejecución”. Para acelerar la ejecución toca hacer unos cambios y lo estamos haciendo.

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La viceministra de Mujeres, Tamara Ospina, ha tenido denuncias de racismo y violencia política. ¿Qué ha pasado con esos casos?

Pues la viceministra presentó su renuncia y se le aceptó.

Por ser viceministra eso tiene que pasar a Presidencia. ¿Presidencia ya la aceptó?

Falta la firma del presidente.

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Hablaba de que las salidas en el Ministerio se dieron para avanzar en la ejecución. ¿Con esta cartera cree que podrá seguir avanzando en esos compromisos?

Yo vengo del activismo, nosotros nos enseñamos a resolver problemas. Yo no conozco muchos de los detalles específicos de cada uno de los viceministerios, de cada uno de los programas, pero tengo la formación política y la experiencia en otros campos para resolver problemas. Y lo primero que uno hace cuando tiene que resolver un problema es tratar de entender qué es lo que pasa, hacer un plan para ver cómo avanza.

¿Eso sí ha facilitado las cosas?

Ahora estamos en una dirección para resolver los problemas de ejecución que tienen que ver, al final, con el goce efectivo de los derechos de los 14 sectores con los cuales trabajamos en el Ministerio, pero también tiene que ver con el proyecto del cambio del presidente Gustavo Petro. Igualmente, con generar las condiciones para que el Ministerio de Igualdad pueda seguir existiendo y poder hacer su trabajo con los sectores más desfavorecidos.

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Usted recibe un Ministerio que hace muy poco cumplió dos años de existencia y cuya crítica central ha sido la baja ejecución. ¿Se le ha podido hacer frente?

Estamos en ese proceso. Uno de los asuntos que hemos tenido que enfrentar es que entre una idea de proyecto y la contratación del proyecto había en el Ministerio más de 70 pasos. Entonces, un esfuerzo ha sido intentar reducir esos pasos para poder ir mucho más rápido. Modificamos el manual de procedimiento del Fondo para la Superación de Brechas de Desigualdad Poblacional e Inequidad Territorial para garantizar que también en los montos a contratar pudiéramos hacerlo con un volumen mayor para aumentar la ejecución. Y cosas para anunciar: hay 18 proyectos en aguas que están prontos a ser contratados y en total suman $240 mil millones en iniciativas en muchos de los territorios más marginados y excluidos de este país que verán cómo se mejoran sus condiciones de vida con esos acueductos.

Precisamente, el año pasado la vicepresidenta, como ministra de Igualdad, fue al Congreso a pedir que aumentaran el presupuesto para la cartera, pero igual se redujo. ¿Cómo se sintió ese golpe en el Ministerio?

El Gobierno lo ha sentido en todos los lugares y hay dos relatos alrededor del Ministerio. Uno, que tiene mucha plata y el asunto es que tiene alguna plata, pero cuando tú la tienes que repartir entre muchos territorios en el país esos recursos resultan insuficientes. Antes teníamos un poco más, ahora tenemos menos, en parte toca hacer magia para cumplirle a las comunidades. El otro relato es el de que el Ministerio no ejecuta. El Ministerio tiene dificultades para la ejecución y yo lo resumo de la siguiente manera: en el diseño del mismo no hubo claridad en tener preciso que había una fase uno, dos, tres y cuatro. Cuando no tenemos en cuenta eso, pues al final terminamos en las dificultades que hay.

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Pero la ejecución de la entidad la ha criticado hasta el propio presidente Gustavo Petro…

En este momento, sin que haya entrado totalmente en la fase 4, el Ministerio está habilitado para ejecutar todos los recursos que requiere. Los recursos que tiene el Ministerio, uno podría decir que son recursos que corresponden a una obligación general, pero hay otra serie de compromisos particulares que hay adoptados con muchos sectores en este país y para que tengamos la posibilidad de cerrar brechas es necesario hacer que coincidan los esfuerzos generales del Ministerio y los esfuerzos específicos con poblaciones en este país.

Entonces, ministro, ¿cómo va la ejecución?

La ejecución no se ha movido de la cifra que se señaló en el consejo de ministros: 1.9 %, de ahí no nos hemos movido. Estamos listos para avanzar y contratar un conjunto de cosas para comprometer los recursos que están disponibles para el 2025. Creemos que estamos listos para dar un estartazo que nos permita colocar al Ministerio en el lugar que tiene que estar en este país y atención a los sectores más desfavorecidos de Colombia.

¿Tiene futuro el proyecto de ley que le da piso jurídico al Ministerio de la Igualdad y que la Corte Constitucional ordenó volver a tramitar?

Nosotros confiamos, tenemos la esperanza de que en este año y prácticamente en el primer semestre del que sigue podamos dar trámite a los cuatro debates que nos permitan pasar el proyecto de ley, el cual nos permita que el Ministerio continúe. Adicional a este proyecto de ley que es muy importante, que en esencia es el mismo que se presentó para la creación del Ministerio de Igualdad y Equidad, pues tenemos otros compromisos también con proyectos de ley. El 20 de julio estamos trabajando para presentar un proyecto de ley estatutaria sobre el derecho humano a la alimentación adecuada. Uno dice que ese proyecto tiene que ver con todos los colombianos y las colombianas, porque todos comemos. Entonces, esa es una iniciativa que estamos preparando conjuntamente con otros sectores de la sociedad colombiana para que haya menos resistencia.

¿Y sí se han sentido acompañados por el Gobierno en esa búsqueda por revivirlo?

Ustedes han escuchado las alocuciones de nuestro presidente Petro, diciendo que la igualdad tiene que estar en el centro de las agendas de este país, porque hay millones de colombianos y de colombianas que en los territorios tienen dificultades en términos de agua potable. Entre esos el Pacífico, que es uno de los territorios con más pluviosidad en el mundo, pero falta agua potable. Hay muchos colombianos que se acuestan sin comer en este país, algunos sin los tres golpes y a otros con un solo golpe al día. Son situaciones que tenemos que atender. Tenemos mucho trabajo por hacer, yo le cuento a los parlamentarios experiencias para señalar que independientemente de los resultados actuales, el Ministerio tiene una oportunidad y es necesario para todos los colombianos y las colombianas. Colombia es un país con profundas desigualdades, tenemos que enfrentarlo, y el Ministerio es un instrumento para avanzar en esa dirección.

Uno de los programas insignia del Ministerio es Jóvenes en Paz y ustedes han dicho que, después de la polémica por el convenio de cooperación existente, están en una etapa de transición. ¿Sigue o se acaba ese programa?

Estamos en el proceso de avanzar a contratar otro operador que nos permita continuar con el programa, superando parte de las dificultades que tuvimos en el pasado. El programa tiene vinculados alrededor de 30.000 jóvenes en el país y 2.000 jóvenes han logrado acceder a la educación superior. La parte más significativa ha entrado a los distintos programas del SENA y los otros a las universidades. ¿Qué buscamos con Jóvenes en Paz? Sacar a los pelados del tropel. Las madres no paren hijos para que se metan en los problemas en los que se meten muchos muchachos en el país. Es un compromiso del gobierno del presidente Gustavo Petro.

Ese programa también lo criticó el propio presidente…

Tenemos otras iniciativas como Jóvenes Guardianes de la Naturaleza que busca incentivar, fortalecer el compromiso con proteger este lugar común que es la Tierra y que cada día tiene signos mayores de las consecuencias de la emergencia ambiental y climática que vivimos y que compromete la vida. Estamos trabajando con el Viceministerio de Juventudes para empujar también una iniciativa de Jóvenes Guardianes de la Democracia porque es necesario una mayor participación y más consciente. Estábamos hablando con la ministra de Cultura [Yannai Kadamani] para articularnos en los estímulos culturales y de saberes que permitan brindar otras alternativas a los jóvenes.

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Volviendo a la contratación de Jóvenes en Paz, ¿se mantendrá como un convenio de cooperación?

Estamos mirando eso.

Vea aquí la entrevista completa con el ministro Rosero:

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