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Ganó la abstención

El termometro que debía marcar qué tan fuerte será la oposición en las elecciones presidenciales parece favorecer al uribismo. 

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El Espectador
27 de septiembre de 2009 - 06:35 p. m.
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Si el número de votantes en las consultas internas del Partido Liberal y el Polo Democrático Alternativo era el termómetro para medir el poder de convocatoria de la oposición al Gobierno del presidente Álvaro Uribe, los resultados de este domingo en las urnas podrían considerarse como una preocupante derrota.

La abstención fue el factor común de la jornada y al cierre de esta edición, según resultados parciales entregados por la Registraduría, poco más de 1,5 millones de personas habían participado en las que son consideradas como las "elecciones primarias", de cara a los comicios para el Congreso de marzo próximo y las presidenciales, cuya primera vuelta es en mayo.

Pese a que la Registraduría Nacional esperaba la asistencia de más de 2,5 millones de participantes, es decir, al menos 10% del censo electoral, para lo cual se instalaron 9.780 puestos de votación con 23.633 mesas, pocos colombianos acudieron a las urnas.

Según el reporte oficial entregado hacia las 2:00 de la tarde, hasta ese momento sólo habían acudido a votar 1'343.496 personas en todo el país. Por el Partido Liberal lo habían hecho 824.127 mayores de edad y 333.504 menores, teniendo en cuenta que éstos estaban habilitados para decidir sobre sus autoridades juveniles. El Polo registraba a esas alturas 287.207 participantes.

Los primeros en acercarse a los puestos de votación fueron precisamente los precandidatos. Rafael Pardo, Cecilia López Montaño, Alfonso López Caballero y Gustavo Petro lo hicieron en la Plaza de Bolívar de Bogotá. Alfonso Gómez Méndez tenía inscrita su cédula al norte de la capital, en la carrera 15 con calle 84. Héctor Helí Rojas acudió a un colegio de Tunja después de ir a misa en la iglesia Santa Clara La Real. En Medellín votaron Carlos Gaviria, quien lo hizo en el colegio salesiano El Sufragio de Medellín, y Aníbal Gaviria, quien votó en la Universidad Eafit.

Ya en lo que tiene que ver con las tendencias que comenzaban a marcarse según los primeros boletines informativos de la organización electoral, hora y media después de cerradas las votaciones, en el Partido Liberal Rafael Pardo tomaba considerable ventaja sobre Alfonso Gómez Méndez, quien se consolidaba en el segundo lugar, y Aníbal Gaviria, tercero. En el séptimo boletín, hacia las 6:00 de la tarde, Pardo doblaba a Gómez Méndez con 51.729 votos contra 26.790. En el Polo Democrático, mientras tanto, el pulso entre Gustavo Petro y Carlos Gaviria se hacía cerrado. Sorpresivamente el senador tomaba la delantera con 37.873 votos, mientras que Gaviria alcanza 36.188.

Los pobres resultados en cuanto al número de votantes fueron justificados por los mismos precandidatos en el sentido de que este tipo de consultas internas no se pueden comparar con las elecciones a Congreso y las mismas presidenciales. Sin embargo, en criterio del politólogo Alejo Vargas, el hecho de que sólo sean cuatro los partidos participantes en la jornada del domingo (el conservatismo escogía candidatos a la Cámara en tres departamentos y el movimiento Mira sus aspirantes a Senado y Cámara), hace que muchos ciudadanos no se vean estimulados.

"Es claro que aquí debería establecerse un sistema parecido al uruguayo, donde el día de las consultas es establecido por ley y obligatorio para todos los partidos, no optativo". En este sentido, Vargas cree que el sistema de partidos en Colombia debe comenzar a pensar en la posibilidad de darle cabida a lo que se llama "el sondeo de opinión", es decir, las encuestas, como un método más práctico e incluso económico para escoger candidatos. Una posibilidad que es considerada por muchos como antidemocrática, ya que no les permite a los ciudadanos una participación efectiva.

Por otro lado, es claro que los precarios resultados en las urnas significan un revés en el liberalismo para su director, el ex presidente César Gaviria, ganador con Pardo pero perdedor por la baja votación. Varias son las preguntas que comienzan a plantearse y que los rojos deberán comenzar a resolver desde hoy: ¿Dejará el ex mandatario la dirección del Partido? ¿Se les abrirá la puerta a las otras tendencias que conviven en la colectividad, de izquierda y socialdemócrata, pero que hasta el momento no han sido tenidas en cuenta? ¿Apoyarán los candidatos perdedores a Pardo o surgirán voces divergentes, como sucedió a lo largo del proceso de la consulta, acusándolo de apoyos non sanctos? Sin duda, el Partido Liberal vive su propia encrucijada.

Lo cierto es que ayer ganó la apatía y la oposición tiene ahora el reto de recomponer su estrategia. Seguramente el uribismo va a reclamar los pírricos resultados del liberalismo y el Polo como una victoria y como una clara señal de que el pueblo se ha manifestado a favor de un tercer mandato. Pero también es claro que la baja votación obliga más que nunca a pensar en que el único camino posible es establecer alianzas si se quiere recuperar algo del liderazgo perdido y tener algo de opción frente al debate electoral de 2010.

 

Por El Espectador

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