El pretexto fue la conmemoración de los 20 años de la Constitución de 1991 y el homenaje que le hiciera su partido, el Liberal. Lo cierto es que el expresidente César Gaviria aprovechó para ‘soltar un poquito la lengua’, como él mismo lo reconoció, y decir una que otra cosa que se tenía guardada desde que dejó la dirección de la colectividad roja para alejarse de las minucias políticas.
Y es bien claro que el tema de la reelección presidencial es uno de los que lo sigue mortificando. Primero en el homenaje y luego ante los medios de comunicación, el exmandatario se fue a la carga contra esta figura, de la que dijo no tener simpatía, aunque tampoco cree que sea el fin del mundo. “Lo malo de ese proceso no fue que aprobaran una reelección, pero cambiar las normas constitucionales en función de una persona es una cosa que no hace bien porque corrompe las costumbres políticas. Allí se fue abriendo paso una serie de decisiones en el Ejecutivo que fueron desviando al Gobierno de su tarea fundamental de gobernar para empezar a hacer favores, entregar la administración pública en pedazos y entregar contratos de administración, lo que ha sido una fuente de problemas, como lo hemos visto recientemente”, manifestó.
Según Gaviria, si la reelección se va a mantener, por lo menos debería aprobarse el proyecto que el liberalismo presentó para restablecer los pesos y contrapesos. “Si un Presidente se reelige, debería abstenerse de participar en la elección de las personas que lo van a fiscalizar y a controlar, porque se vuelve una concentración de poder dañina y riesgosa”.
En cuanto al espinoso tema de la justicia y las posturas que recientemente ha asumido el presidente Juan Manuel Santos sobre algunas decisiones de las altas cortes, Gaviria reiteró que a lo largo de los años ha hecho una defensa sin esguince a la Corte Suprema y al Poder Judicial, “y me parece que se le hace daño al sistema político cuando se ataca a las instituciones. Creo que la Corte ha encabezado un proceso de depuración política por el que yo tengo una enorme simpatía. Creo que esto le hace bien a la sociedad colombiana, así tome decisiones en ocasiones muy drásticas. Si este país tiene un buen fiscal y una buena Corte, aquí nadie va a estar por encima de la ley”.
Según el expresidente, en Colombia no está funcionando bien el control político y se debe avanzar en ello haciendo funcionar en el Congreso las comisiones accidentales, que pueden citar a particulares; hay que hacer que los informes del Presidente y los ministros al Legislativo tengan un contenido sobre el cual se puedan pronunciar; hay que ordenar mejor los debates de control político con preguntas cortas y respuestas cortas. “Esa multitud de debates no está funcionando y ya es hora de que el Senado de la República asuma la misión de ratificar a los embajadores para que el país sepa quién lo va a representar. Mejorar el control político es una tarea pendiente en la que hay que avanzar”, puntualizó.
Incluso, Gaviria planteó un cambio en el juzgamiento de los expresidentes, hoy en manos de la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes. “Creo que la instrucción de los procesos contra los presidentes los debería hacer la Fiscalía o quizás la Corte Suprema, que la decisión la tome la Cámara de Representantes o el Congreso en pleno, pero el problema de la Comisión de Acusación es que no tiene ni los instrumentos ni la capacidad para hacer una buena instrucción de los procesos”.
Por Redacción Política
