Una fuerte ofensiva y contraofensiva están desplegando el Gobierno y la oposición por la postulación del vicepresidente Angelino Garzón para la dirección general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Mientras el alto gobierno se esfuerza a fondo para ganar votos en Egipto, Alemania, Italia, España, Brasil y Turquía, el senador del Polo Democrático Alexánder López se encuentra en Washington planteando la presunta violación de los derechos laborales en Colombia, para evitar que Garzón ocupe este importante cargo.
Tan fuerte ha sido la puja, que hasta la canciller María Ángela Holguín aprovechó su reciente visita a Turquía para, además de promover la colaboración entre las dos naciones, pedir el respaldo del Ejecutivo turco a la aspiración de Colombia en la OIT. Por su parte, el mismo Garzón tampoco se ha quedado quieto y ayer llegó a Alemania para sostener reuniones con miembros del gobierno de este país y con sindicatos, buscando también respaldos.
Cada uno de estos votos es importante para lograr la cifra que se tiene estipulada para asegurar la dirección de la OIT y, según señaló Garzón, “soy el candidato de los gobiernos de América Latina y el Caribe, y estamos buscando el mayor número de respaldos en el mundo (…). Necesitamos sumar al menos 29 votos a favor”.
A la campaña que viene realizando el Gobierno le está haciendo frente la ofensiva de la oposición. El senador López, directivos de la CUT y el presidente de Sintraemcali, Jorge Iván Vélez, se encuentran en Washington realizando denuncias sobre la presunta ausencia de garantías a los trabajadores y al movimiento sindical en Colombia, para lo cual han puesto como ejemplo el caso de 51 trabajadores despedidos de Emcali, quienes —aun existiendo fallos de la justicia en segunda instancia y recomendaciones de la propia OIT— no han sido reintegrados.
La postulación de Colombia se ha convertido en una de las prioridades para el gobierno Santos en su intención de convertirse en una potencia regional en materia diplomática. De lograr este cupo, se sumaría a la silla en el Consejo de Seguridad de la ONU y la Secretaría General de Unasur.