“Un gobernador no se puede poner a pelear con el presidente Petro”: Carlos Amaya

¿Cómo deja su cargo en la Federación Nacional de Departamentos?

Me siento muy satisfecho. Yo tuve la posibilidad de ser presidente de la Federación en el 2019, el año en el que se conmemoraban los 200 años de la Batalla de Boyacá. Y fue un gran año también para la Federación. Este año es incluso más importante, porque es honrar la soberanía de nuestro país y, sobre todo, la promesa incumplida hasta ahora de la Constitución de la descentralización y la autonomía territorial.

Viene el presidente a promulgar el acto legislativo que fue aprobado después de ocho debates en el Congreso y que fue impulsado por la Federación de Departamentos desde el principio, que fue un acuerdo. En Cartagena, cuando a mí me eligieron, acordamos con el presidente reformar la Constitución y reconocemos al [exministro del Interior Juan Fernando] Cristo, un gran ministro y amigo de las regiones. Y bueno, es un día que resume años, que ya tengamos promulgado ese acto legislativo es trascendental.

Creo que el resultado es muy importante. Yo entrego la Federación en un momento en el que decimos, a pesar de las diferencias que tenemos todos los gobernadores de Colombia, ideológicas entre nosotros, con el mismo presidente, estamos como un solo cuerpo unidas las regiones, trabajando articuladamente con el Gobierno y sacando adelante los proyectos estratégicos de este país.

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Sobre la reforma del Sistema General de Participaciones, el proyecto de la ley de competencias es esencial para su implementación. ¿En qué va la formulación?

Esa será la tarea que le corresponde al nuevo ministro del Interior [Gustavo García], al nuevo presidente de la Federación [el gobernador Erasmo Zuleta] liderar, al director [Didier Tavera]. Yo voy a dedicarme aquí a mi tierra, porque si la reforma constitucional requirió tiempo, esa ley de competencias también. Van a tener que hacer muchas reuniones, y ahí es donde, en últimas, se materializa la reforma. Porque, por decir una cifra, van $10 billones más para las regiones, ¿pero qué se hace con esa plata? Hay que definirlo con una ley.

¿Ha habido encuentros con el Gobierno para esa materia?

Hemos avanzado. Yo tuve la posibilidad de hablar bastante con el presidente en Dubai, a propósito de todo eso que se ha dicho que el presidente me llevó, que es absolutamente falso. Yo confirmé mucho antes que el mismo presidente mi presencia como la cabeza de la Federación. Él y yo coincidimos en un evento, pero pudimos hablar de competencias y yo le he planteado al presidente de manera clara cuáles son nuestras pretensiones.

La primera es el Programa de Alimentación Escolar (PAE) debe financiarse con recursos del Sistema General de Participaciones, como lo dice la Constitución. No podemos seguir financiando el PAE con plata de regalías, eso es ilegal. Las regalías no son para gastos recurrentes, son para proyectos de inversión. Y el PAE, así se quiera decir que es un gasto de inversión, es un gasto recurrente.

Y bueno, alrededor de eso, que el presidente entiende, está el tema de que necesitamos tener recursos. Hoy ningún departamento en Colombia tiene un centavo para arreglar una escuelita. La plata del SGP debe servir para arreglar escuelas rurales. ¿Con qué plata hice yo el arreglo de la escuela de Tasco, que valió $130 millones, quizás? La hice con recursos propios del departamento, es decir, con impuestos. ¿De qué? Del licor, del tabaco, de los juegos de azar, o sea, todo lo malo que hay en una sociedad. A nosotros nos toca que vendan mucha pola y mucha cerveza y licor porque necesitamos tener plata para arreglar escuelas. Y eso está mal. La plata de las escuelas debe financiarse con recursos del SGP.

Yo creo que es un buen momento y confío en que Erasmo tendrá un liderazgo importante en la formulación.

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¿Pero ha habido reuniones de los gobernadores con el presidente o no se ha empezado con eso?

No, no se ha empezado. Pero me parece que hay un gran avance con el presidente, que acordamos en Dubái, y es que no se radicará una ley de competencias sin acordarla con los gobernadores, eso me parece valioso. Esperemos se radique este año lo más rápido y que esté aprobada, ojalá, este año o más tardar el otro año en el primer semestre del año.

La discusión de la financiación fue clave en el debate del SGP, ¿usted cómo lo ve con el tema de la ley de financiamiento?

Este es un momento muy difícil para el país y, yo lo digo como gobernador de Boyacá, fue un error que no se haya discutido una ley de financiamiento. Yo creo, independientemente de las posiciones políticas, que este país necesita dar una discusión de que aquí hay un hueco fiscal grande. Es un momento difícil para las finanzas del país, y para los departamentos también.

Yo este año tuve un decrecimiento de $46 mil millones en el impuesto a la cerveza, ese es mi recurso más grande acá, porque acá en Boyacá se toma mucha pola. Yo recibía $200 mil millones de impuesto a la cerveza e impuesto al consumo y ahora recibí $154 mil millones.

Yo creo que la polarización política ha evitado que esta discusión se dé con sensatez. Pero bueno, esa es la tarea. La reforma constitucional no entrará en vigencia sino hasta que se apruebe la ley de competencias: eso probablemente dura este 2025, algo de 2026. Es decir, empieza a regir en 2027, que es cuando nosotros los gobernadores vamos a tener un aumento de recursos.

Pasando al tema de la Alianza Verde, un sector independiente del partido anunció su intención de escindirse. Usted ha sido una figura clave en esa colectividad, ¿qué piensa de esa movida?

Yo fui presidente del partido y logré mantener al partido unido, tuve muchas reuniones para eso, diciendo bueno vea aquí hay diferencias y tal. Pero ya entiendo que no logran mantenerse unidos, hay posiciones distintas, porque están los que votaron por Petro y se van del partido y los que no votaron por Petro que están apoyando al Gobierno. Yo entiendo que no hay una posibilidad de mantener unido al Verde, así que yo lo que deseo como militante del verde, porque yo no soy directivo ni nada, que se tenga una escisión tranquila, como ellos mismos dicen, un divorcio tranquilo.

En estos días se ha hablado de las cuotas de los verdes en el Gobierno. Más recientemente con el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, y la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas. Incluso Paula Cepeda, la gerente del ICA, quien trabajó a su lado...

Yo le dije a Paula en su momento que no se fuera para el Gobierno y que me ayudara acá gerenciando la Licorera de Boyavá, así que los que dicen que es que yo puse a Paula allá, mienten. Ella fue nombrada por el presidente Petro en propiedad antes que viajara a Emiratos. Es decir, antes de que yo me reuniera con él, entonces no tienen relación las dos cosas.

El nombramiento de Antonio Sanguino ya había sido decidido y comunicado por parte del presidente a él y yo no fui el que pedí ese ministerio. Cuando el presidente me preguntó la opinión, dije que es un gran profesional, un hombre que merece estar en un cargo como esos, y yo no veo nada malo con que un partido que es de gobierno tenga una representación política en un ministerio. Lo de María Fernanda Rojas, yo no la conozco, nunca me he reunido con ella, pero también entiendo que trabajó con el presidente en el IDU, es una persona de su confianza, y no creo que por ser verde pueda estar vetada para trabajar en el gobierno.

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Alrededor de eso lo que digo es que me corresponde liderar esta Gobernación y hasta hoy presidir la Federación. Cualquiera que entienda de la estructura del Estado sabe que un gobernador no se puede poner a pelear con un presidente, sino es trabajar con él, independiente de las diferencias políticas que se tengan.

Y sobre el ministro Sanguino, usted ha dicho que eso fue lo que llevó a la escisión...

Sí, ellos plantean que el Verde aceptó estar en el Gobierno y esa decisión implica que en 2026 va a ser parte del frente amplio. Se van por eso, porque no creen que deba apoyarse al Gobierno y estar en 2026. Ayer a un par de congresistas a mí me preguntaron qué opinaba, les dije que no me corresponde opinar porque soy gobernador y no debo participar en política, así que eso será una tarea que liderarán.

Ahora, que el sector mayoritario del verde es afín a mí porque fui precandidato presidencial y que tenemos el mayor número de congresistas y diputados y alcaldes y concejales es absolutamente cierto, claro que sí. Pero no soy yo el que tiene que decirles a ellos qué hacer, son ellos los que se tendrán que reunir y tomar una decisión cuál es su posición frente a 2026.

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