Gobierno dice que sí refrendará acuerdos de paz

En medio de las discusiones por la decisión del Gobierno de radicar una reforma constitucional con la que se avance en el ordenamiento jurídico que requieren los acuerdos de paz con las Farc, muchos interpretaron que la refrendación de los acuerdos no llegaría al pueblo, sino que se definiría en una comisión legislativa. Ante estas versiones, el presidente Juan Manuel Santos y el jefe negociador en La Habana, Humberto de la Calle, salieron a aclarar que este es un compromiso con el país.

En este sentido, el jefe de Estado aseguró que “una de las manifestaciones que hicimos al comienzo del proceso es que el pueblo iba a tener la última palabra, que iba a haber un proceso de refrendación. Y que ese proceso de refrendación lo íbamos a acordar con las Farc, y ellos aceptaron. Nunca, en los tres años que llevamos, he dicho que me voy a bajar de esa promesa. Lo vuelvo a ratificar: va a haber un proceso de refrendación”.

Y De la Calle agregó que “el mecanismo de refrendación no se ha discutido en la mesa de conversaciones, queremos discutirlo allá. Podemos utilizar algunos de los mecanismos vigentes, mecanismos nuevos, ser creativos en esta materia. Pero la promesa presidencial es intangible”.

Lo que sí es claro es que en un principio el mecanismo por el que se inclinaba el Gobierno era el referendo, al punto que se tramitó una ley que daba vía libre a que este se pudiera implementar el mismo día de una jornada electoral normal, situación que no era permitida por la norma. Pero se sabe que el referendo es una herramienta complicada, que no ha funcionado en Colombia y el proceso de paz ha sido muy complejo como para ponerlo en riesgo con esa ratificación popular.

Eso sí, las críticas se mantienen. El expresidente Álvaro Uribe señaló que una refrendación que no cuente con el contenido de los acuerdos sería un engaño y sostuvo que “la reforma hará nula la refrendación popular, sobre la cual el Gobierno ha hecho evidente su temor a los requisitos actuales sobre mecanismos de participación directa de los ciudadanos. Esa reforma será un golpe de Estado a los derechos del pueblo y a las reglas que garantizan la seriedad de la democracia”, declaró.

En medio de las discusiones por la decisión del Gobierno de radicar una reforma constitucional con la que se avance en el ordenamiento jurídico que requieren los acuerdos de paz con las Farc, muchos interpretaron que la refrendación de los acuerdos no llegaría al pueblo, sino que se definiría en una comisión legislativa. Ante estas versiones, el presidente Juan Manuel Santos y el jefe negociador en La Habana, Humberto de la Calle, salieron a aclarar que este es un compromiso con el país.

En este sentido, el jefe de Estado aseguró que “una de las manifestaciones que hicimos al comienzo del proceso es que el pueblo iba a tener la última palabra, que iba a haber un proceso de refrendación. Y que ese proceso de refrendación lo íbamos a acordar con las Farc, y ellos aceptaron. Nunca, en los tres años que llevamos, he dicho que me voy a bajar de esa promesa. Lo vuelvo a ratificar: va a haber un proceso de refrendación”.

Y De la Calle agregó que “el mecanismo de refrendación no se ha discutido en la mesa de conversaciones, queremos discutirlo allá. Podemos utilizar algunos de los mecanismos vigentes, mecanismos nuevos, ser creativos en esta materia. Pero la promesa presidencial es intangible”.

Lo que sí es claro es que en un principio el mecanismo por el que se inclinaba el Gobierno era el referendo, al punto que se tramitó una ley que daba vía libre a que este se pudiera implementar el mismo día de una jornada electoral normal, situación que no era permitida por la norma. Pero se sabe que el referendo es una herramienta complicada, que no ha funcionado en Colombia y el proceso de paz ha sido muy complejo como para ponerlo en riesgo con esa ratificación popular.

Eso sí, las críticas se mantienen. El expresidente Álvaro Uribe señaló que una refrendación que no cuente con el contenido de los acuerdos sería un engaño y sostuvo que “la reforma hará nula la refrendación popular, sobre la cual el Gobierno ha hecho evidente su temor a los requisitos actuales sobre mecanismos de participación directa de los ciudadanos. Esa reforma será un golpe de Estado a los derechos del pueblo y a las reglas que garantizan la seriedad de la democracia”, declaró.