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El alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, le pidió este miércoles a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que evalúe si el hoy senador del partido FARC, Julián Gallo, conocido como Carlos Antonio Lozada, debe seguir ocupando su curul en el Congreso, a la que accedió como parte del acuerdo de paz firmado entre el Estado y la extinta guerrilla.
La solicitud de Ceballos se hace luego de que Gallo reconociera que fue él quien llevó a cabo el plan de matar al líder político conservador Álvaro Gómez Hurtado, en 1995. “Yo ejecuté la orden de asesinar a Álvaro Gómez”, dijo Gallo en una entrevista reciente con Colombia 2020, de El Espectador.
“Nosotros, como gobierno, le pedimos a la JEP que, dentro de sus competencias, evalúe de manera rápida sobre esa compatibilidad de que el señor Lozada siga o no en el cargo”, dijo Ceballos a Caracol Radio.
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Según el funcionario, la JEP tiene facultades que le otorga la ley estatutaria que la regula para que evalúe la compatibilidad del ejercicio de un cargo de elección popular y que esta facultad se debe poner en marcha luego del “reconocimiento de un delito tan grave como el que acaba de reconocer el senador Julián Gallo”.
“El Gobierno ni siquiera tiene que pedirlo. La propia ley estatutaria establece que cuando una persona que está en el marco de la JEP reconoce y tiene dentro de sus obligaciones decir la verdad, se debe aplicar algo que se llama sanciones propias, como la restricción de la libertad, la restricción del derecho de residencia y la restricción de movilidad”, explicó Ceballos.
En ese mismo sentido, aseguró que la investigación por el magnicidio seguirá siendo investigado por la Fiscalía General de la Nación. “Lo ha dicho con toda claridad del presidente. El hecho de que algunos miembros del entonces secretariado de las Farc hagan este reconocimiento no evade y no evita que la justicia siga investigando”, dijo.
Según señaló el senador de FARC Julián Gallo, en entrevista con este diario, la orden para asesinar a Gómez Hurtado “la dio el secretariado y la recibí de Jorge Briceño, que era el comandante a quien yo le atendía órdenes. Esa orden se transmitió a través mío y la ejecutó un comando de cuatro personas de la Red Urbana Antonio Nariño”.
“Le puedo decir con toda certeza que en ese hecho participaron exclusivamente guerrilleros urbanos de la RUAN. Nadie más”, agregó el excomandante guerrillero.
