“Están completamente estabilizadas, en recuperación”, dijo la fuente que prefirió el anonimato, al señalar que la vida de las tres mujeres no corre peligro.
La mexicana Lucía Alicia Morett, una de las tres heridas, fue visitada este lunes por responsables diplomáticos de su país en Quito para interesarse por su estado y su situación.
Las otras dos guerrilleras son Marta Pérez y Doris Bohórquez, ambas colombianas, que también se encuentran bajo una estricta vigilancia para garantizar su seguridad.
El Gobierno ecuatoriano señaló que, de momento, las atenciones que se brindan a las tres guerrilleras son humanitarias y que su situación legal se decidirá posteriormente.
Las tres heridas fueron trasladadas el domingo a Quito desde la ciudad amazónica de Nueva Loja, capital de la provincia de Sucumbíos.
Las guerrilleras fueron recogidas el domingo por los militares ecuatorianos que acudieron al lugar donde se produjo el ataque.
El Gobierno de Ecuador respondió a la violación de la soberanía del país con una ruptura de relaciones diplomáticas con Colombia, este lunes.
“Al menos hubo dos bombardeos en el campamento”
Una de las tres guerrilleras de las Farc heridas en la operación militar del sábado en la frontera con Ecuador señaló que hubo dos bombardeos contra el campamento clandestino instalado en la zona fronteriza de Angostura.
La mexicana Lucía Andrea Monett, asilada en el Hospital Militar de Quito, relató que en la madrugada del sábado, mientras descansaba en el campamento guerrillero en la selva, a eso de la media noche, escuchó y sintió el estallido de las bombas y que unas tres horas más tarde se registró otra caída de explosivos.
“Habían aviones, helicópteros, no sé, empezaron a tirar bombas y eso duró un rato, se oían gritos y demás y luego se acabó un poco, ya nada más seguían sobrevolando aviones y helicópteros; y ya fue como a las tres de la mañana que se oyeron bombas”, señaló.
Otra de las heridas, Martha Pérez, señaló por su parte que solamente tenía un año de pertenecer a la guerrilla, pero también fue sorprendida por el ataque de las fuerzas militares colombianas.
“Solamente tengo un año, no tengo mucho tiempo de ser guerrillera”, señaló Martha, quien agregó que “como a la medianoche escuchamos bombas, yo estaba acostada y sentí los bombazos, caían bombazos, me tiré al suelo, las botas no entraban en las piernas, en eso explotó una bomba cerca y me arrastre como pude”.