“Hago una campaña limpia”

Desde que su nombre apareció como la segunda en la lista de candidatos al Senado de la República por el nuevo Partido de Integración Nacional (PIN), sobre Doris Vega Quiroz han llovido rayos y centellas. ¿La razón? Es la esposa del ex senador y fundador de Convergencia Ciudadana, Luis Alberto Gil, hoy detenido dentro del escándalo de la parapolítica. En diálogo con El Espectador, Vega Quiroz les responde a sus críticos, niega que quiera ser la heredera del capital político de su esposo e insiste en que tiene un trabajo para mostrar en su labor como diputada de Santander durante los últimos años.

¿Quién es Doris Vega Quiroz?

Soy una mujer bumanguesa con una trayectoria que viene desde hace más de 12 años, trabajando con los sectores más vulnerables de la sociedad: las mujeres, los adultos mayores, los discapacitados, los campesinos y la niñez.

¿Y por qué quiere llegar ahora al Senado?

Porque soy una mujer berraca, trabajadora, emprendedora, que conoce el país. Sé que puedo hacer una buena gestión para lograr que a las diferentes regiones les lleguen los recursos que se necesitan para ayudar a resolver las necesidades de la gente.

Es difícil no ver su candidatura como la herencia política de su esposo, Luis Alberto Gil…

Mi candidatura no se debe a que soy la esposa de Luis Alberto Gil sino al trabajo que he venido haciendo durante 12 años con sectores vulnerables de nuestra sociedad. Es un espacio que yo me he ganado a pulso.

¿Cómo está financiando su campaña?

Con unos ahorritos, los aportes de amigos y familiares, además de medianos y pequeños empresarios que siempre me han ayudado, y con un crédito.

¿De dónde salen las denuncias del senador Juan Manuel Galán de que en su campaña se están gastando montones de dinero?

Estoy aterrada de oír al doctor Juan Manuel lanzar este tipo de calumnias. Debería seguir el ejemplo de su padre, Luis Carlos Galán, un hombre que le hizo grandes propuestas al país, combatió la corrupción y se ganó el cariño del pueblo. Invito a Juan Manuel Galán a que se dedique a hacer propuestas viables y realizables, porque como sólo se aparece por Santander cada cuatro años, no ha podido ganarse el apoyo de la gente. Seguramente se siente huérfano de respaldo y para ganar protagonismo empieza a lanzar ese tipo de calumnias. Si tiene las pruebas, él sabe a dónde tiene que llevarlas y dónde tiene que denunciarme, de lo contrario le pido que nos respete porque en el PIN hay gente valiosa, académicos, empresarios con trayectoria y reconocimiento que merecemos respeto. Estamos haciendo una campaña limpia y de frente al país.

La Misión de Observación Electoral plantea que en aras de la transparencia electoral familiares de los parapolíticos no deben aspirar al Congreso.

Respeto esa posición, pero hay que defender el derecho que tenemos todos de elegir y ser elegidos. Si hay cuestionamientos, para eso están los organismos de control. En el caso nuestro, los compañeros de Convergencia Ciudadana que están hoy detenidos han sido acusados a través de anónimos, no han sido condenados y están en sus sitios dedicados únicamente a su defensa, sin inmiscuirse en la campaña.

¿Usted le consultó a su esposo antes de lanzarse?

Hablé con él y su preocupación era si yo estaba en condiciones de aceptar la candidatura, que me fue propuesta por un grupo de amigos que conocen de mi trabajo social en Santander. No es cierto que haya sido él quien me sugirió lanzarme.

Pero no me puede negar que el PIN es el reciclaje de Convergencia Ciudadana…

El PIN nace del inconformismo de muchos hombres y mujeres que no tenían oportunidad en otros partidos y querían sacar adelante un proyecto nuevo, por fuera de la política tradicional y de los señalamientos. Aquí hay liberales, conservadores, del Polo, de Colombia Viva y a nosotros, los de Convergencia Ciudadana, nos invitaron a formar parte de ese proyecto. Hicimos un análisis, nos reunimos y liquidamos el partido y aquí estamos.

¿No es aburridor cargar con esa estigmatización?

En Colombia es muy difícil hacer política y crear partidos. En Santander, sólo dos hombres se han atrevido a crear partidos: Luis Carlos Galán con el Nuevo Liberalismo y lo mataron. Y Luis Alberto Gil, hoy injustamente detenido. Él no pertenece a las grandes familias del país, es hijo de campesinos, maestro de escuela y dirigente sindical. Pero se atrevió a romper la hegemonía liberal y conservadora en el departamento y desde allí viene la guerra tan terrible que le han hecho, sólo por atreverse a pensar diferente a lo tradicional. El tema de Luis Alberto es netamente político, es la persecución por haberse atrevido a crear una opción diferente.

Desde que su nombre apareció como la segunda en la lista de candidatos al Senado de la República por el nuevo Partido de Integración Nacional (PIN), sobre Doris Vega Quiroz han llovido rayos y centellas. ¿La razón? Es la esposa del ex senador y fundador de Convergencia Ciudadana, Luis Alberto Gil, hoy detenido dentro del escándalo de la parapolítica. En diálogo con El Espectador, Vega Quiroz les responde a sus críticos, niega que quiera ser la heredera del capital político de su esposo e insiste en que tiene un trabajo para mostrar en su labor como diputada de Santander durante los últimos años.

¿Quién es Doris Vega Quiroz?

Soy una mujer bumanguesa con una trayectoria que viene desde hace más de 12 años, trabajando con los sectores más vulnerables de la sociedad: las mujeres, los adultos mayores, los discapacitados, los campesinos y la niñez.

¿Y por qué quiere llegar ahora al Senado?

Porque soy una mujer berraca, trabajadora, emprendedora, que conoce el país. Sé que puedo hacer una buena gestión para lograr que a las diferentes regiones les lleguen los recursos que se necesitan para ayudar a resolver las necesidades de la gente.

Es difícil no ver su candidatura como la herencia política de su esposo, Luis Alberto Gil…

Mi candidatura no se debe a que soy la esposa de Luis Alberto Gil sino al trabajo que he venido haciendo durante 12 años con sectores vulnerables de nuestra sociedad. Es un espacio que yo me he ganado a pulso.

¿Cómo está financiando su campaña?

Con unos ahorritos, los aportes de amigos y familiares, además de medianos y pequeños empresarios que siempre me han ayudado, y con un crédito.

¿De dónde salen las denuncias del senador Juan Manuel Galán de que en su campaña se están gastando montones de dinero?

Estoy aterrada de oír al doctor Juan Manuel lanzar este tipo de calumnias. Debería seguir el ejemplo de su padre, Luis Carlos Galán, un hombre que le hizo grandes propuestas al país, combatió la corrupción y se ganó el cariño del pueblo. Invito a Juan Manuel Galán a que se dedique a hacer propuestas viables y realizables, porque como sólo se aparece por Santander cada cuatro años, no ha podido ganarse el apoyo de la gente. Seguramente se siente huérfano de respaldo y para ganar protagonismo empieza a lanzar ese tipo de calumnias. Si tiene las pruebas, él sabe a dónde tiene que llevarlas y dónde tiene que denunciarme, de lo contrario le pido que nos respete porque en el PIN hay gente valiosa, académicos, empresarios con trayectoria y reconocimiento que merecemos respeto. Estamos haciendo una campaña limpia y de frente al país.

La Misión de Observación Electoral plantea que en aras de la transparencia electoral familiares de los parapolíticos no deben aspirar al Congreso.

Respeto esa posición, pero hay que defender el derecho que tenemos todos de elegir y ser elegidos. Si hay cuestionamientos, para eso están los organismos de control. En el caso nuestro, los compañeros de Convergencia Ciudadana que están hoy detenidos han sido acusados a través de anónimos, no han sido condenados y están en sus sitios dedicados únicamente a su defensa, sin inmiscuirse en la campaña.

¿Usted le consultó a su esposo antes de lanzarse?

Hablé con él y su preocupación era si yo estaba en condiciones de aceptar la candidatura, que me fue propuesta por un grupo de amigos que conocen de mi trabajo social en Santander. No es cierto que haya sido él quien me sugirió lanzarme.

Pero no me puede negar que el PIN es el reciclaje de Convergencia Ciudadana…

El PIN nace del inconformismo de muchos hombres y mujeres que no tenían oportunidad en otros partidos y querían sacar adelante un proyecto nuevo, por fuera de la política tradicional y de los señalamientos. Aquí hay liberales, conservadores, del Polo, de Colombia Viva y a nosotros, los de Convergencia Ciudadana, nos invitaron a formar parte de ese proyecto. Hicimos un análisis, nos reunimos y liquidamos el partido y aquí estamos.

¿No es aburridor cargar con esa estigmatización?

En Colombia es muy difícil hacer política y crear partidos. En Santander, sólo dos hombres se han atrevido a crear partidos: Luis Carlos Galán con el Nuevo Liberalismo y lo mataron. Y Luis Alberto Gil, hoy injustamente detenido. Él no pertenece a las grandes familias del país, es hijo de campesinos, maestro de escuela y dirigente sindical. Pero se atrevió a romper la hegemonía liberal y conservadora en el departamento y desde allí viene la guerra tan terrible que le han hecho, sólo por atreverse a pensar diferente a lo tradicional. El tema de Luis Alberto es netamente político, es la persecución por haberse atrevido a crear una opción diferente.