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En el Congreso de la República se han escuchado varias voces en contra de la posición asumida por el expresidente Ernesto Samper Pizano, secretario general de Unasur, frente a la crisis con Venezuela.
Luego de que Samper se mostrara partidario de las recientes actuaciones de Nicolás Maduro por la presunta presencia de paramilitares colombianos en la frontera en el estado del Táchira, en el Senado han rechazado con vehemencia la postura del exmandatario.
Hace un año denunciamos el peligro d la intromisión d paramilitares colombianos en Venezuela. Hoy se confirma q es una realidad.
Primero fue el presidente del Partido Conservador, el representante David Barguil, quien la emprendió contra Samper.
“Si está más cómodo defendiendo a Venezuela debería pedir la nacionalidad venezolana (…) son una verdadera vergüenza las declaraciones del expresidente Ernesto Samper”, señaló.
Y agregó: “Tenemos que tener muy claro si los países miembros de Unasur no van a respaldar y acompañar al pueblo colombiano ante los graves hechos de la frontera con Venezuela. Creo que si no hay un respaldo y continua esta actitud vergonzante del expresidente Samper, Colombia debe revaluar con total claridad su permanencia en ese organismo internacional”.
A su turno, la senadora Viviane Morales Hoyos dijo que los países de Unasur deben replantear en cabeza de quién está la secretaría general de ese órgano porque “está incumpliendo los principios de su creación en defensa de los derechos humanos y de los valores democráticos”.
“Me parece que ha sido anticolombiano y ha faltado al mandato de Unasur porque se están vulnerando los derechos humanos por parte de Venezuela y él no ha tomado ninguna posición afirmativa”, recalcó.
De otro lado, el senador Mario Fernández Alcocer manifestó su solidaridad con los colombianos que están siendo deportados de Venezuela, tras la crisis que se registra en la frontera. Enfatizó que el Gobierno Nacional y los entes territoriales deben garantizar los derechos humanos de estos compatriotas.
"Todos los gobernadores y alcaldes del país deben estar en alerta máxima para recibir y atender a lo más de mil colombianos que han sido deportados. No podemos abandonar a estas personas y dejarlas a su suerte, lo mínimo que estos seres humanos merecen es que los ayuden a volver sus lugares de origen a reencontrarse con sus familiares, facilitarles albergue, alimentos y transporte en este trance", indicó.