Hay que romper con la polarización y avanzar: Sergio Fajardo

El mapa político sigue moviéndose con miras a las elecciones presidenciales de 2018. Desde ya quienes aspiran al cargo empiezan a buscar aliados y a consolidar estrategias para ganar votos.

Ya no es solo la posible alianza entre Claudia López, Sergio Fajardo, Antonio Navarro y Jorge Robledo. También están la de los expresidentes Pastrana y Uribe, y la propuesta del senador Juan Manuel Galán de que, en las elecciones legislativas de marzo, se haga una consulta popular para elegir a un candidato único entre los “presidenciables de centro”. A eso se suma que las encuestas buscan ser un medidor para saber qué candidato tiene más posibilidades de ganar. Por ejemplo, la última encuesta de la firma Gallup Poll, ubicó en los tres primeros puestos de favorabilidad a Clara López, Sergio Fajardo y Humberto de la Calle.

El Espectador habló con Fajardo sobre sus aspiraciones políticas, la búsqueda de una candidatura por firmas, las posibles alianzas, el regreso de la Ola Verde y los problemas a los que se enfrenta el país, y a los que el próximo presidente tendrá que buscarles solución.

¿Entonces se irá por firmas?

Sí. El objetivo que tenemos es recoger las firmas para mi candidatura presidencial, presentar la propuesta que tenemos para el país y organizar a las personas que quieren trabajar con Compromiso Ciudadano para prepararnos al momento en el que el Congreso apruebe la reforma política, pactada en el acuerdo de paz, para aspirar a la personería jurídica.

¿Qué significa que usted sea, según la última encuesta de Gallup, el presidenciable con imagen más favorable?

En términos de la encuesta, soy el que tiene mejores porcentajes en Colombia. Significa que hemos demostrado, durante 18 años, cómo se llega al poder sin comprar, cómo se hace la gestión pública sin entregarle el poder a los grupos de interés político. Además, este año, he recorrido varias regiones del país.

¿Usted estaría en la “gran consulta” propuesta por el senador Juan Manuel Galán? ¿Cómo va la coalición con Claudia López, Antonio Navarro y Jorge Robledo?

Nosotros seguimos por nuestro camino, que es uno independiente y alternativo. Siempre hemos hecho política y gobernado así. Con Antonio Navarro, Claudia López y Jorge Robledo tenemos como punto inicial la lucha contra la corrupción y el clientelismo. El paso siguiente, y que está por verse, es el de ser capaces de mostrarle al país una propuesta política. Ellos son los únicos con quienes he hablado en particular y ese es el avance que tenemos: un punto de encuentro y un reto (que hay que ver si somos capaces de hacerlo).

¿El principal reto es la corrupción?

La corrupción es una empresa criminal más difícil de combatir que las guerrillas y las bandas criminales. Pero ahora el reto más grande de Colombia es trascender los factores de destrucción, que son la violencia y la corrupción. Siempre hablo de la educación, la ciencia, la tecnología, la innovación, el emprendimiento y la cultura para construir una página que se apoye en la dignidad y las capacidades de las personas y las comunidades. Me van a atacar con todo, con todas las formas posibles, pero lo que representamos tiene todo el sentido para Colombia.

Respecto a  esos ‘ataques’, se habló mucho de un supuesto detrimento patrimonial cuando usted salió de la Gobernación, ¿qué pasó con eso?

Es una mentira. Está demostrado que es falso. En la Gobernación de Antioquia, nosotros sacamos las mejores notas del país. Pero entiendo que estamos enfrentados. En este mundo hay muchas cosas que no pasan el mínimo de rigor para entender la información, entonces, cualquiera dice una mentira y pasa.

¿Cómo podría afectarlo, o incluso beneficiarlo, la polarización que hay en Colombia?

Yo veo esa polarización con mucha preocupación. Hay una cantidad de divisiones que son dañinas para Colombia y que exigen una responsabilidad para romper con ellas.

Hay una polarización muy grande asociada con el Sí y el No, con Santos y Uribe. Otra división es por la indignación por culpa de la corrupción, que se ha apoderado de tantos espacios de nuestro país. Otra es la distancia entre las regiones y el centro del poder. Y otra es el malestar creciente de que han gobernado las mismas personas de siempre. Se deben romper esas divisiones y avanzar.

Ante ese descontento, ¿cree que es posible que el año entrante se presente de nuevo un movimiento como el de la Ola Verde en 2010?

Yo creo que se puede presentar, además mejorado, porque hay una posibilidad real de un cambio profundo en la política en Colombia. En 2010 la Ola Verde estuvo en cabeza de Antanas Mockus, pero todavía faltaba un poco, y ese poco es lo que estamos viendo hoy. Hay un agotamiento de muchas personas respecto a la política.

La discusión se ha alejado de la paz, pero de llegar a la Presidencia, ¿cuál sería su postura?

Esa es una pregunta demasiado hipotética, pero yo creo en el equipo negociador del Gobierno que está en Quito. Creo en la calidad de las personas de ese equipo, además también está la experiencia de negociación con las Farc. Entonces confío en su criterio. Ojalá se avance con el Eln y se llegue a un acuerdo, pero falta ver qué pasa hasta agosto de 2018, porque hay mucho camino por recorrer.

Si deja la política, ¿volvería a la academia?

Por supuesto. Si volviera a nacer, sería otra vez un profesor. Yo tengo un sueño, no sé si podré realizarlo, y es que cuando termine esta vida política, espero ser rector de una universidad. Volver a mi casa. Quiero trabajar con jóvenes y profesores para plantear nuevos retos, con todo lo que he conocido en este mundo.

El mapa político sigue moviéndose con miras a las elecciones presidenciales de 2018. Desde ya quienes aspiran al cargo empiezan a buscar aliados y a consolidar estrategias para ganar votos.

Ya no es solo la posible alianza entre Claudia López, Sergio Fajardo, Antonio Navarro y Jorge Robledo. También están la de los expresidentes Pastrana y Uribe, y la propuesta del senador Juan Manuel Galán de que, en las elecciones legislativas de marzo, se haga una consulta popular para elegir a un candidato único entre los “presidenciables de centro”. A eso se suma que las encuestas buscan ser un medidor para saber qué candidato tiene más posibilidades de ganar. Por ejemplo, la última encuesta de la firma Gallup Poll, ubicó en los tres primeros puestos de favorabilidad a Clara López, Sergio Fajardo y Humberto de la Calle.

El Espectador habló con Fajardo sobre sus aspiraciones políticas, la búsqueda de una candidatura por firmas, las posibles alianzas, el regreso de la Ola Verde y los problemas a los que se enfrenta el país, y a los que el próximo presidente tendrá que buscarles solución.

¿Entonces se irá por firmas?

Sí. El objetivo que tenemos es recoger las firmas para mi candidatura presidencial, presentar la propuesta que tenemos para el país y organizar a las personas que quieren trabajar con Compromiso Ciudadano para prepararnos al momento en el que el Congreso apruebe la reforma política, pactada en el acuerdo de paz, para aspirar a la personería jurídica.

¿Qué significa que usted sea, según la última encuesta de Gallup, el presidenciable con imagen más favorable?

En términos de la encuesta, soy el que tiene mejores porcentajes en Colombia. Significa que hemos demostrado, durante 18 años, cómo se llega al poder sin comprar, cómo se hace la gestión pública sin entregarle el poder a los grupos de interés político. Además, este año, he recorrido varias regiones del país.

¿Usted estaría en la “gran consulta” propuesta por el senador Juan Manuel Galán? ¿Cómo va la coalición con Claudia López, Antonio Navarro y Jorge Robledo?

Nosotros seguimos por nuestro camino, que es uno independiente y alternativo. Siempre hemos hecho política y gobernado así. Con Antonio Navarro, Claudia López y Jorge Robledo tenemos como punto inicial la lucha contra la corrupción y el clientelismo. El paso siguiente, y que está por verse, es el de ser capaces de mostrarle al país una propuesta política. Ellos son los únicos con quienes he hablado en particular y ese es el avance que tenemos: un punto de encuentro y un reto (que hay que ver si somos capaces de hacerlo).

¿El principal reto es la corrupción?

La corrupción es una empresa criminal más difícil de combatir que las guerrillas y las bandas criminales. Pero ahora el reto más grande de Colombia es trascender los factores de destrucción, que son la violencia y la corrupción. Siempre hablo de la educación, la ciencia, la tecnología, la innovación, el emprendimiento y la cultura para construir una página que se apoye en la dignidad y las capacidades de las personas y las comunidades. Me van a atacar con todo, con todas las formas posibles, pero lo que representamos tiene todo el sentido para Colombia.

Respecto a  esos ‘ataques’, se habló mucho de un supuesto detrimento patrimonial cuando usted salió de la Gobernación, ¿qué pasó con eso?

Es una mentira. Está demostrado que es falso. En la Gobernación de Antioquia, nosotros sacamos las mejores notas del país. Pero entiendo que estamos enfrentados. En este mundo hay muchas cosas que no pasan el mínimo de rigor para entender la información, entonces, cualquiera dice una mentira y pasa.

¿Cómo podría afectarlo, o incluso beneficiarlo, la polarización que hay en Colombia?

Yo veo esa polarización con mucha preocupación. Hay una cantidad de divisiones que son dañinas para Colombia y que exigen una responsabilidad para romper con ellas.

Hay una polarización muy grande asociada con el Sí y el No, con Santos y Uribe. Otra división es por la indignación por culpa de la corrupción, que se ha apoderado de tantos espacios de nuestro país. Otra es la distancia entre las regiones y el centro del poder. Y otra es el malestar creciente de que han gobernado las mismas personas de siempre. Se deben romper esas divisiones y avanzar.

Ante ese descontento, ¿cree que es posible que el año entrante se presente de nuevo un movimiento como el de la Ola Verde en 2010?

Yo creo que se puede presentar, además mejorado, porque hay una posibilidad real de un cambio profundo en la política en Colombia. En 2010 la Ola Verde estuvo en cabeza de Antanas Mockus, pero todavía faltaba un poco, y ese poco es lo que estamos viendo hoy. Hay un agotamiento de muchas personas respecto a la política.

La discusión se ha alejado de la paz, pero de llegar a la Presidencia, ¿cuál sería su postura?

Esa es una pregunta demasiado hipotética, pero yo creo en el equipo negociador del Gobierno que está en Quito. Creo en la calidad de las personas de ese equipo, además también está la experiencia de negociación con las Farc. Entonces confío en su criterio. Ojalá se avance con el Eln y se llegue a un acuerdo, pero falta ver qué pasa hasta agosto de 2018, porque hay mucho camino por recorrer.

Si deja la política, ¿volvería a la academia?

Por supuesto. Si volviera a nacer, sería otra vez un profesor. Yo tengo un sueño, no sé si podré realizarlo, y es que cuando termine esta vida política, espero ser rector de una universidad. Volver a mi casa. Quiero trabajar con jóvenes y profesores para plantear nuevos retos, con todo lo que he conocido en este mundo.