Hora de empacar
Primera imagen difundida por la Casa de Nariño de los preparativos de trasteo del presidente Álvaro Uribe Vélez en su despacho. El único que no se va de allí es el general Simón Bolivar.
El Espectador
Empalme casero
Un curioso enroque se presentará con el cambio de gobierno en el Ministerio de Hacienda, en donde se sabe ya que el viceministro técnico que acompañará al titular, Juan Carlos Echeverry, será el hasta hoy profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, Rodrigo Suescún. Resulta que Suescún reemplazará a la actual viceministra, Natalia Salazar, quien es su esposa. Todo en casa.
Cúpula sorpresiva
Hasta último momento se rumoraba en los pasillos del Ministerio de Defensa que el nuevo comandante de las Fuerzas Miliares sería el almirante Guillermo Barrera, quien es actualmente la cabeza de la Armada Nacional y amigo cercano del presidente electo, Juan Manuel Santos. De hecho, se daba como un hecho el nombramiento del almirante David René Moreno, jefe del Estado Mayor Conjunto, como reemplazo de Barrera. Al final no pasó ni lo uno ni lo otro y Santos se quedó con otro de sus conocidos de la época en que estuvo en la Escuela Naval: el almirante Édgar Cely. Dicen que resultaron claves sus especializaciones en relaciones internacionales y en derechos humanos.
La barrida
Dejó muchos interrogantes el llamado al retiro del general Carlos Arturo Suárez, quien sonaba como fijo para dirigir al Ejército Nacional en reemplazo del general Óscar González. Suárez, quien se desempeñaba como inspector de las Fuerzas Militares, fue el investigador interno de los llamados falsos positivos y quien puso al descubierto la presunta responsabilidad de algunos oficiales en este episodio. Por eso mismo se decía que tenía el cargo ganado, más si la intención de Santos es dejar atrás el lastre de ese escándalo. Pero no resultó así y también fue uno de los ocho descabezados en esa institución. Tal vez esa misma investigación le dejó enemigos internos y a la hora de las consultas muchos no lo respaldaron.
La resurrección
En el Ejército hubo un hecho que causó enorme sorpresa y fue la designación del general Gustavo Matamoros como jefe de Estado Mayor Conjunto. Resulta que al general Matamoros lo habían enviado como agregado a China y todo el mundo decía en las filas castrenses que era la antesala para su retiro de las Fuerzas Militares. El general Matamoros goza pues de la confianza del presidente Santos y de las agencias internacionales de seguridad y de inteligencia, en parte porque fue uno de los hombres que diseñó la famosa ‘Operación Jaque’.
Buena impresión
Los magistrados de la sala de gobierno de la Corte Suprema de Justicia, que se reunieron el viernes con Germán Vargas Lleras, nuevo ministro del Interior y de Justicia, salieron realmente muy impresionados con el nuevo ministro. Se habló de todo: de la reforma al sistema judicial, del proyecto de ley que presentó el actual gobierno, de la terna para Fiscal General, pero básicamente fue un saludo oficial de parte de Juan Manuel Santos para tender puentes de comunicación y reconstruir las relaciones con el máximo tribunal del país. Al final de la reunión varios magistrados dijeron que el cambio es evidente y que el tono de conversación fue tan diferente que muchos resolvieron dejar en el olvido las desobligantes palabras del presidente Uribe contra el magistrado Yesid Ramírez.
A capela
El jueves pasado la Alta Consejería del Bicentenario organizó la tercera edición de “Saboreando nuestra historia” en el hotel El Prado de Barranquilla. Michelle Bachelet, la ex presidenta de Chile, pasó para saludar y no se quedó a cenar porque tenía otros compromisos. A pesar del afán, con una copa de vino blanco en mano, le contó al público asistente que nunca hubiera imaginado estar en la ciudad de la que habla la canción que tarareaba cuando pequeña y entonó por el micrófono: “Se va el caimán, se va el caimán, se va para Barranquilla”.
Cuestión de imagen
Por estos días el vicepresidente Francisco Santos ha sorprendido en los auditorios no sólo por sus explosivas declaraciones, sino por su nueva apariencia. A días de salir de su cargo se propuso hacer dieta y cumplió. Dejando de picar y tomando bebidas sin azúcar y mucha agua, logró bajar 12 kilos. Dicen que la idea, además de razones de salud, obedeció al deseo de mejorar su imagen justo en los días en que el presidente Uribe le anunció su respaldo si se lanza como candidato a la Alcaldía de Bogotá.
De largo aliento
El jueves llega a Bogotá el periodista argentino Jorge Lanata, quien recorrió Brasil, Rusia, India y China a lo largo y ancho para rodar diez documentales sobre cómo se vive, cuáles son los protagonistas y cómo se desarrollan las que prometen ser las superpotencias económicas del mundo en 2050. Lanata, con 35 años de trayectoria periodística y varios premios ganados, estará en Bogotá después de su paso por diferentes países de América Latina con el fin de realizar la presentación para Colombia y Venezuela de esta producción original del Canal Infinito, que se transmitirá a partir del 15 de agosto.
Empalme casero
Un curioso enroque se presentará con el cambio de gobierno en el Ministerio de Hacienda, en donde se sabe ya que el viceministro técnico que acompañará al titular, Juan Carlos Echeverry, será el hasta hoy profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, Rodrigo Suescún. Resulta que Suescún reemplazará a la actual viceministra, Natalia Salazar, quien es su esposa. Todo en casa.
Cúpula sorpresiva
Hasta último momento se rumoraba en los pasillos del Ministerio de Defensa que el nuevo comandante de las Fuerzas Miliares sería el almirante Guillermo Barrera, quien es actualmente la cabeza de la Armada Nacional y amigo cercano del presidente electo, Juan Manuel Santos. De hecho, se daba como un hecho el nombramiento del almirante David René Moreno, jefe del Estado Mayor Conjunto, como reemplazo de Barrera. Al final no pasó ni lo uno ni lo otro y Santos se quedó con otro de sus conocidos de la época en que estuvo en la Escuela Naval: el almirante Édgar Cely. Dicen que resultaron claves sus especializaciones en relaciones internacionales y en derechos humanos.
La barrida
Dejó muchos interrogantes el llamado al retiro del general Carlos Arturo Suárez, quien sonaba como fijo para dirigir al Ejército Nacional en reemplazo del general Óscar González. Suárez, quien se desempeñaba como inspector de las Fuerzas Militares, fue el investigador interno de los llamados falsos positivos y quien puso al descubierto la presunta responsabilidad de algunos oficiales en este episodio. Por eso mismo se decía que tenía el cargo ganado, más si la intención de Santos es dejar atrás el lastre de ese escándalo. Pero no resultó así y también fue uno de los ocho descabezados en esa institución. Tal vez esa misma investigación le dejó enemigos internos y a la hora de las consultas muchos no lo respaldaron.
La resurrección
En el Ejército hubo un hecho que causó enorme sorpresa y fue la designación del general Gustavo Matamoros como jefe de Estado Mayor Conjunto. Resulta que al general Matamoros lo habían enviado como agregado a China y todo el mundo decía en las filas castrenses que era la antesala para su retiro de las Fuerzas Militares. El general Matamoros goza pues de la confianza del presidente Santos y de las agencias internacionales de seguridad y de inteligencia, en parte porque fue uno de los hombres que diseñó la famosa ‘Operación Jaque’.
Buena impresión
Los magistrados de la sala de gobierno de la Corte Suprema de Justicia, que se reunieron el viernes con Germán Vargas Lleras, nuevo ministro del Interior y de Justicia, salieron realmente muy impresionados con el nuevo ministro. Se habló de todo: de la reforma al sistema judicial, del proyecto de ley que presentó el actual gobierno, de la terna para Fiscal General, pero básicamente fue un saludo oficial de parte de Juan Manuel Santos para tender puentes de comunicación y reconstruir las relaciones con el máximo tribunal del país. Al final de la reunión varios magistrados dijeron que el cambio es evidente y que el tono de conversación fue tan diferente que muchos resolvieron dejar en el olvido las desobligantes palabras del presidente Uribe contra el magistrado Yesid Ramírez.
A capela
El jueves pasado la Alta Consejería del Bicentenario organizó la tercera edición de “Saboreando nuestra historia” en el hotel El Prado de Barranquilla. Michelle Bachelet, la ex presidenta de Chile, pasó para saludar y no se quedó a cenar porque tenía otros compromisos. A pesar del afán, con una copa de vino blanco en mano, le contó al público asistente que nunca hubiera imaginado estar en la ciudad de la que habla la canción que tarareaba cuando pequeña y entonó por el micrófono: “Se va el caimán, se va el caimán, se va para Barranquilla”.
Cuestión de imagen
Por estos días el vicepresidente Francisco Santos ha sorprendido en los auditorios no sólo por sus explosivas declaraciones, sino por su nueva apariencia. A días de salir de su cargo se propuso hacer dieta y cumplió. Dejando de picar y tomando bebidas sin azúcar y mucha agua, logró bajar 12 kilos. Dicen que la idea, además de razones de salud, obedeció al deseo de mejorar su imagen justo en los días en que el presidente Uribe le anunció su respaldo si se lanza como candidato a la Alcaldía de Bogotá.
De largo aliento
El jueves llega a Bogotá el periodista argentino Jorge Lanata, quien recorrió Brasil, Rusia, India y China a lo largo y ancho para rodar diez documentales sobre cómo se vive, cuáles son los protagonistas y cómo se desarrollan las que prometen ser las superpotencias económicas del mundo en 2050. Lanata, con 35 años de trayectoria periodística y varios premios ganados, estará en Bogotá después de su paso por diferentes países de América Latina con el fin de realizar la presentación para Colombia y Venezuela de esta producción original del Canal Infinito, que se transmitirá a partir del 15 de agosto.