‘Jalón de orejas’ de Santos a Vargas Lleras

El fuerte distanciamiento entre el presidente Juan Manuel Santos y su vicepresidente, Germán Vargas Lleras, cada vez se hace más evidente. Algunos sectores políticos se han atrevido a afirmar que, de hecho, ya se acerca la renuncia de Vargas Lleras de cara a la contienda electoral del 2018 y, mientras eso sucede, el presidente Santos todavía puede ‘jalarle las orejas’ a quienes todavía hacen parte de su gabinete. Y así lo hizo.

A través de su cuenta de twitter, Santos lanzó un mensaje que, aunque sin mencionarlo, iba dirigido directamente al vicepresidente quien en las últimas horas, no solo cuestionó la reforma tributaria que radicó el gobierno en el Congreso sino que, además, convocó a los ciudadanos a una gran marcha nacional para que salieran a protestar por aquellos puntos que, según argumentó, podrían poner en riesgo las viviendas de interés social. (Lea: Vicepresidente Vargas Lleras convoca marcha contra reforma tributaria).

“Reitero a todos los miembros del gabinete que comentarios a reforma tributaria se hagan internamente, no en medios. Que quede claro”, dijo el presidente Santos, mientras que congresistas de su partido piden que el legislativo empiece a estudiar quién podría ser el reemplazo del vicepresidente desde ya. Según la norma constitucional, es el Senado el que delega a su reemplazo y le correspondería a un ministro del partido del vicepresidente, es decir, de Cambio Radical. (Lea: Congreso debe pensar en reemplazo de Vargas Lleras: La U).

El exministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, será el encargado de organizar la marcha propuesta por Vargas Lleras y, a su vez, lo que buscan es que en máximo unos diez días esté retirado el punto que, según dicen, pone en riesgo la bandera política del vicepresidente.

Esta postura de Vargas Lleras en contra de las decisiones del gobierno se suma a sus fuertes críticas lanzadas en contra del acuerdo de paz con las Farc y, específicamente, contra la justicia transicional que caló directamente sobre los empresarios que sentían amenazada su seguridad jurídica en el marco de la implementación de lo pactado en La Habana.

El fuerte distanciamiento entre el presidente Juan Manuel Santos y su vicepresidente, Germán Vargas Lleras, cada vez se hace más evidente. Algunos sectores políticos se han atrevido a afirmar que, de hecho, ya se acerca la renuncia de Vargas Lleras de cara a la contienda electoral del 2018 y, mientras eso sucede, el presidente Santos todavía puede ‘jalarle las orejas’ a quienes todavía hacen parte de su gabinete. Y así lo hizo.

A través de su cuenta de twitter, Santos lanzó un mensaje que, aunque sin mencionarlo, iba dirigido directamente al vicepresidente quien en las últimas horas, no solo cuestionó la reforma tributaria que radicó el gobierno en el Congreso sino que, además, convocó a los ciudadanos a una gran marcha nacional para que salieran a protestar por aquellos puntos que, según argumentó, podrían poner en riesgo las viviendas de interés social. (Lea: Vicepresidente Vargas Lleras convoca marcha contra reforma tributaria).

“Reitero a todos los miembros del gabinete que comentarios a reforma tributaria se hagan internamente, no en medios. Que quede claro”, dijo el presidente Santos, mientras que congresistas de su partido piden que el legislativo empiece a estudiar quién podría ser el reemplazo del vicepresidente desde ya. Según la norma constitucional, es el Senado el que delega a su reemplazo y le correspondería a un ministro del partido del vicepresidente, es decir, de Cambio Radical. (Lea: Congreso debe pensar en reemplazo de Vargas Lleras: La U).

El exministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, será el encargado de organizar la marcha propuesta por Vargas Lleras y, a su vez, lo que buscan es que en máximo unos diez días esté retirado el punto que, según dicen, pone en riesgo la bandera política del vicepresidente.

Esta postura de Vargas Lleras en contra de las decisiones del gobierno se suma a sus fuertes críticas lanzadas en contra del acuerdo de paz con las Farc y, específicamente, contra la justicia transicional que caló directamente sobre los empresarios que sentían amenazada su seguridad jurídica en el marco de la implementación de lo pactado en La Habana.