El 7 de septiembre de 2010, un mes después de posesionado, Santos presentó al Congreso un proyecto de ley para reparación de víctimas y restauración de tierras. El trámite de este articulado constituyó el primer aviso de que las relaciones entre Uribe y Santos pronto se iban a fracturar.
Foto: Presidencia/Referencia
Si bien la Constitución Política de Colombia establece, en su artículo 188, que el presidente de la República debe “simbolizar la unidad nacional”, no deja de ser difuso e indeterminado –al menos en lo formal– el rol de los exmandatarios. Si se analiza el acontecer nacional de la última década, a partir de los constantes, sonados y cada vez más airados enfrentamientos entre Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos, ese papel se hace aún más confuso.