La política de Paz Total del Estado colombiano y liderada por el presidente Gustavo Petro se encuentra en uno de sus momentos más difíciles. Este 5 de noviembre, apenas 20 días después de la instalación de la mesa de diálogos entre el Gobierno Nacional y la disidencia Estado Mayor Central, comandada por Iván Mordisco, el grupo armado anunció que decidieron suspender esa conversación.
“Desde hoy declaramos suspendida la mesa de diálogos y la agenda pactada entre el gobierno colombiano y las FARC-EP, iniciaremos un proceso de consulta interna con nuestra comisión de diálogo, invitamos al gobierno nacional a hacer lo mismo”, informó el grupo en un comunicado.
Simultáneamente, se ha puesto en duda el cese al fuego con el Ejercito de Liberación Nacional (ELN), pues el padre del futbolista Luis Díaz continúa bajo el poder de ese grupo, cumpliéndose diez días desde el pasado sábado 28 de octubre, cuando fue secuestrado.
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Aunque el ELN aseguró que ya había empezado su proceso de liberación, pasó todo el fin de semana y no se tienen noticias del padre del futbolista. Ambos hechos han sido utilizados por la oposición para cuestionar al Gobierno.
“¿Entonces las disidencias de las FARC definen los tiempos y condiciones de las mesas de negociación con el Gobierno? ¿Y cómo así que se había pactado que “los militares deberían salir de las zonas”? ¿Qué está negociando Danilo Rueda?”, se preguntó el representante del Centro Democrático, Andrés Forero.
Mientras que su copartidaria, la senadora María Fernanda Cabal, señaló que es “urgente que el Estado colombiano emprenda una gran ofensiva contra la disidencia de las FARC. No se pueden seguir burlando del país”, comentó.
No obstante, sectores más prudentes, también han lanzado opiniones. Uno de esos fue el senador Ariel Ávila, quien fue uno de los principales promotores de la ley de ‘Paz Total’, aprobada en el Congreso.
Para Ávila, “la política de Paz Total del Estado colombiano se encuentra en una crisis, primero por el secuestro del señor Luis Manuel Díaz y segundo, por la suspensión unilateral de las negociaciones de paz con el EMC”, dijo.
Además, cuestionó que la disidencia esté pidiendo la salida del Estado del corregimiento de El Plateado, en el Cauca. “La disidencia de Mordico no puede creer que con el cese al fuego, los militares tiene que desocupar ese territorio. El Estado colombiano no debe ceder”.
Llamó al Gobierno para que mantenga sus líneas rojas: “Por más que haya voluntad de paz, el ELN y el EMC debe entender que una cosa es la paz y otra es ceder territorio y llegar a cosas que la sociedad colombiana no va a aceptar”.
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