‘La U es el soporte de la paz’: Roy Barreras

¿Cómo se ha vivido esta primera etapa de la campaña electoral?

El Partido de la U recibió 17.000 solicitudes de candidatos, lo que nos convierte en la colectividad con el mayor número de personas en su militancia.

Eso no quiere decir que tenga a las mejores personas.

Como ocurriría con la expedición de licencias de tránsito, si alguien buscara los antecedentes e incompatibilidades de cada una de las personas que las solicitan, se encontrarían gente que no sabe manejar, que lo ha hecho ebrio o tienen sanciones. Pero en el caso de los avales ha habido una tormenta mediática. De los 17.000 avales, nosotros revocamos cerca de 400 candidaturas. A pesar de eso, más de 150 candidatos se nos colaron y aún hay que expulsarlos. Eso quiere decir que es tan solo el 0,5% de los avalados y eso nos hace sentir orgullosos.

Pero los casos de los avalados con serios cuestionamientos éticos no son menores…

Tenemos tres o cuatro casos por los que nos preguntan, y quiero ser enfático en que los peores íconos de la mala práctica política fueron rechazados por el partido y lograron avalarse por otros medios. A mi oficina fueron personajes como John Jairo Torres, más conocido como Bendiciones, a quien por supuesto eché de mi oficina y le negué el aval. Pero terminó siendo candidato para la Alcaldía de Yopal. Desconozco si es culpable o inocente, pero simboliza las malas prácticas. Arnulfo Gasca, llamado “el patrón de patrones” en el Caquetá, no sé si es culpable o inocente, pero sus nexos con el narcotráfico y sus prácticas publicitarias legitimando la violencia son lo malo de la política. El 21 de enero, en Riohacha, cuatro meses antes de que otro partido se rasgara las vestiduras, descalificamos la candidatura de Oneida Pinto para La Guajira. Dos días después, en Sincelejo, les pedí a mi partido y a la Unidad Nacional no avalar al señor Yahír Acuña. Esas son actitudes éticas de las que estamos orgullosos y no han sido reconocidas.

Pero hay avalados de su partido que tienen abultadas hojas de vida en los tribunales… ¿Entonces con qué criterio se les niega a unos y se les entrega a otros?

Primero, el compromiso de apoyar el proceso de paz del presidente Juan Manuel Santos. A quienes contestaron que no, como en el caso de Nancy Patricia Gutiérrez, se les negó el aval. El segundo criterio es ético. Y no se trata de quienes tienen inhabilidades judiciales. El partido no avaló a quienes tienen investigaciones formales o hayan estado presos por su vinculación con grupos armados ilegales, narcotráfico o parapolítica. Les negamos el aval aunque sean inocentes. El criterio ético se resume en que no avalamos a quienes simbolizan lo malo. Por ejemplo, al señor Luis Pérez en Antioquia. Toda la Unidad Nacional está metida ahí, menos nosotros. En Santander, Didier Tavera encabeza las encuestas. Seguramente, como dice Horacio Serpa, es inocente, pero simboliza otra cosa.

Pero ustedes avalaron a Hólger Díaz para Santander, una persona que figura en el proceso de Saludcoop.

Yo creo en su inocencia. Somos el único partido de la Unidad Nacional que se negó a avalar a Didier Tavera, quien simboliza el narcotráfico.

¿Y en el caso de Dilian Francisca Toro, para el Valle, y de Luis Carlos Torres, en el Meta?

Luis Carlos Torres ha sido declarado inocente por la justicia colombiana en todos los casos y yo creo en la justicia. Dilian Francisca Toro es una mujer que goza de la presunción de inocencia y en el Valle del Cauca simboliza trabajo.

Sigamos hablando de casos de su tierra. Usted avaló a Angelino Garzón a pesar de que dejó tirado el carné de la U y fueron muy conocidas las diferencias entre usted y él.

Es el mejor ejemplo que puedo dar de que la prioridad de mi partido es el compromiso con la paz. Por encima de los gustos personales, e incluso sacrificando las legítimas aspiraciones de alguien tan cercano a mi como mi propio hijo, que aspiraba a ser avalado, se avaló a una persona que se ha jugado la vida por la paz, como Angelino Garzón. Es un lujo tenerlo como candidato y lo avalé a pesar de que no era ni es amigo mío.

En esta campaña se ve a los partidos de la Unidad Nacional compitiendo. Y en muchos casos pareciera que los aliados del presidente son sus principales contradictores en estas elecciones, como el partido del vicepresidente, Germán Vargas Lleras…

Y no es el único funcionario. Hay ministros en ejercicio que también tienen agenda electoral, pero tengo que decir que la Unidad Nacional tiene un punto de partida y uno de llegada que son sólidos: el respaldo legislativo a las políticas del Gobierno Nacional y un candidato a las presidenciales de 2018. Y en esta contienda, que queda justo en la mitad, hay una competencia. Pero estas elecciones, y lo anuncio desde hoy, pasarán a la historia como la debacle electoral del Centro Democrático. El Partido de la U será el ganador el 25 de octubre y el Centro Democrático el perdedor.

Ustedes apuestan a ganar las elecciones en la región Caribe, donde están disparadas las alarmas por irregularidades electorales...

Han hecho carrera, de manera completamente injusta, dos afirmaciones mentirosas: que los dirigentes de la costa Caribe ganan sus curules comprando votos; y que los costeños son flojos para trabajar.

Pareciera que también han tenido como criterio el ganar a como dé lugar…

No es ganar a como dé lugar, y ya le demostré que rechazamos a varios que probablemente sean elegidos. Y le agrego el tercer criterio para avalar candidatos: el largo plazo. El Partido de la U es el más grande de Colombia y tiene el deber de ganar las elecciones de octubre. Este es el partido del presidente Santos y es el soporte del proceso de paz. Tenemos la obligación de ganar en las elecciones de octubre, porque las apuestas del presidente son de largo plazo y la paz se siembra en las regiones. Y en 2018, cuando no esté terminado el proceso de reconciliación, tendremos candidato presidencial, escogido mediante consulta interna.

Terminemos con una proyección del Partido de la U para estas elecciones, ¿cuántas gobernaciones y alcaldías van a sacar?

Tenemos 17 candidaturas propias a gobernaciones y 12 en coalición. Aún nos falta resolver en tres regiones claves. Hoy tenemos solo tres gobernaciones, esperamos triplicar el resultado. Muchos pronosticaron que el Partido de la U era una apéndice del uribismo, y ya se demostró que no. Ganamos sin Uribe y contra Uribe. El 25 de octubre, el Partido de la U será el ganador.

¿Cómo se ha vivido esta primera etapa de la campaña electoral?

El Partido de la U recibió 17.000 solicitudes de candidatos, lo que nos convierte en la colectividad con el mayor número de personas en su militancia.

Eso no quiere decir que tenga a las mejores personas.

Como ocurriría con la expedición de licencias de tránsito, si alguien buscara los antecedentes e incompatibilidades de cada una de las personas que las solicitan, se encontrarían gente que no sabe manejar, que lo ha hecho ebrio o tienen sanciones. Pero en el caso de los avales ha habido una tormenta mediática. De los 17.000 avales, nosotros revocamos cerca de 400 candidaturas. A pesar de eso, más de 150 candidatos se nos colaron y aún hay que expulsarlos. Eso quiere decir que es tan solo el 0,5% de los avalados y eso nos hace sentir orgullosos.

Pero los casos de los avalados con serios cuestionamientos éticos no son menores…

Tenemos tres o cuatro casos por los que nos preguntan, y quiero ser enfático en que los peores íconos de la mala práctica política fueron rechazados por el partido y lograron avalarse por otros medios. A mi oficina fueron personajes como John Jairo Torres, más conocido como Bendiciones, a quien por supuesto eché de mi oficina y le negué el aval. Pero terminó siendo candidato para la Alcaldía de Yopal. Desconozco si es culpable o inocente, pero simboliza las malas prácticas. Arnulfo Gasca, llamado “el patrón de patrones” en el Caquetá, no sé si es culpable o inocente, pero sus nexos con el narcotráfico y sus prácticas publicitarias legitimando la violencia son lo malo de la política. El 21 de enero, en Riohacha, cuatro meses antes de que otro partido se rasgara las vestiduras, descalificamos la candidatura de Oneida Pinto para La Guajira. Dos días después, en Sincelejo, les pedí a mi partido y a la Unidad Nacional no avalar al señor Yahír Acuña. Esas son actitudes éticas de las que estamos orgullosos y no han sido reconocidas.

Pero hay avalados de su partido que tienen abultadas hojas de vida en los tribunales… ¿Entonces con qué criterio se les niega a unos y se les entrega a otros?

Primero, el compromiso de apoyar el proceso de paz del presidente Juan Manuel Santos. A quienes contestaron que no, como en el caso de Nancy Patricia Gutiérrez, se les negó el aval. El segundo criterio es ético. Y no se trata de quienes tienen inhabilidades judiciales. El partido no avaló a quienes tienen investigaciones formales o hayan estado presos por su vinculación con grupos armados ilegales, narcotráfico o parapolítica. Les negamos el aval aunque sean inocentes. El criterio ético se resume en que no avalamos a quienes simbolizan lo malo. Por ejemplo, al señor Luis Pérez en Antioquia. Toda la Unidad Nacional está metida ahí, menos nosotros. En Santander, Didier Tavera encabeza las encuestas. Seguramente, como dice Horacio Serpa, es inocente, pero simboliza otra cosa.

Pero ustedes avalaron a Hólger Díaz para Santander, una persona que figura en el proceso de Saludcoop.

Yo creo en su inocencia. Somos el único partido de la Unidad Nacional que se negó a avalar a Didier Tavera, quien simboliza el narcotráfico.

¿Y en el caso de Dilian Francisca Toro, para el Valle, y de Luis Carlos Torres, en el Meta?

Luis Carlos Torres ha sido declarado inocente por la justicia colombiana en todos los casos y yo creo en la justicia. Dilian Francisca Toro es una mujer que goza de la presunción de inocencia y en el Valle del Cauca simboliza trabajo.

Sigamos hablando de casos de su tierra. Usted avaló a Angelino Garzón a pesar de que dejó tirado el carné de la U y fueron muy conocidas las diferencias entre usted y él.

Es el mejor ejemplo que puedo dar de que la prioridad de mi partido es el compromiso con la paz. Por encima de los gustos personales, e incluso sacrificando las legítimas aspiraciones de alguien tan cercano a mi como mi propio hijo, que aspiraba a ser avalado, se avaló a una persona que se ha jugado la vida por la paz, como Angelino Garzón. Es un lujo tenerlo como candidato y lo avalé a pesar de que no era ni es amigo mío.

En esta campaña se ve a los partidos de la Unidad Nacional compitiendo. Y en muchos casos pareciera que los aliados del presidente son sus principales contradictores en estas elecciones, como el partido del vicepresidente, Germán Vargas Lleras…

Y no es el único funcionario. Hay ministros en ejercicio que también tienen agenda electoral, pero tengo que decir que la Unidad Nacional tiene un punto de partida y uno de llegada que son sólidos: el respaldo legislativo a las políticas del Gobierno Nacional y un candidato a las presidenciales de 2018. Y en esta contienda, que queda justo en la mitad, hay una competencia. Pero estas elecciones, y lo anuncio desde hoy, pasarán a la historia como la debacle electoral del Centro Democrático. El Partido de la U será el ganador el 25 de octubre y el Centro Democrático el perdedor.

Ustedes apuestan a ganar las elecciones en la región Caribe, donde están disparadas las alarmas por irregularidades electorales...

Han hecho carrera, de manera completamente injusta, dos afirmaciones mentirosas: que los dirigentes de la costa Caribe ganan sus curules comprando votos; y que los costeños son flojos para trabajar.

Pareciera que también han tenido como criterio el ganar a como dé lugar…

No es ganar a como dé lugar, y ya le demostré que rechazamos a varios que probablemente sean elegidos. Y le agrego el tercer criterio para avalar candidatos: el largo plazo. El Partido de la U es el más grande de Colombia y tiene el deber de ganar las elecciones de octubre. Este es el partido del presidente Santos y es el soporte del proceso de paz. Tenemos la obligación de ganar en las elecciones de octubre, porque las apuestas del presidente son de largo plazo y la paz se siembra en las regiones. Y en 2018, cuando no esté terminado el proceso de reconciliación, tendremos candidato presidencial, escogido mediante consulta interna.

Terminemos con una proyección del Partido de la U para estas elecciones, ¿cuántas gobernaciones y alcaldías van a sacar?

Tenemos 17 candidaturas propias a gobernaciones y 12 en coalición. Aún nos falta resolver en tres regiones claves. Hoy tenemos solo tres gobernaciones, esperamos triplicar el resultado. Muchos pronosticaron que el Partido de la U era una apéndice del uribismo, y ya se demostró que no. Ganamos sin Uribe y contra Uribe. El 25 de octubre, el Partido de la U será el ganador.