La tormenta política por la que atraviesa el país durante los últimos días se hizo el jueves más intensa y a los protagonistas habituales de los últimos días, el presidente Álvaro Uribe y el Partido Liberal, se sumó el senador de Cambio Radical Rodrigo Lara Restrepo —hijo del inmolado ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, asesinado por el narcotráfico el 30 de abril de 1984—, quien acusó al asesor presidencial José Obdulio Gaviria de ser el responsable de la entrada a la casa de Nariño de Antonio López, alias Job, hombre de confianza del desmovilizado jefe paramilitar Don Berna, y de tener nexos con la mafia de Medellín.
Los duros señalamientos de Lara Restrepo se produjeron al ser interrogado por El Espectador sobre la aguda polémica surgida entre el Primer Mandatario y el ex presidente César Gaviria, director del liberalismo, en la que se vienen destapando una serie de hechos de lo que fue la guerra contra Pablo Escobar. “Tienen a José Obdulio, que el problema no es que sea primo de Pablo Escobar, lo complejo del asunto es su cercanía a Gustavo de Jesús Gaviria y a Job. Job no entró a Palacio por iniciativa del pobre secretario jurídico Del Castillo, ni por el secretario de prensa del Opus Dei. Entró por iniciativa de José Obdulio, que se los llevó a la oficina”, dijo el congresista, quien fuera zar anticorrupción del gobierno Uribe.
Pero la arremetida de Lara Restrepo contra el asesor presidencial no se quedó allí. A renglón seguido declaró: “El problema del Gobierno es que no ha querido destapar los nexos de José Obdulio con la mafia de Medellín. Yo cambie mi percepción frente a muchas cosas, cuando me di cuenta de los supuestos nexos de José Obdulio con un tenebroso mafioso del cartel de Medellín como Guillo Ángel y su hermano Juan Gonzalo, los mandamases de la Comisión Nacional de Televisión”, agregó.
En marzo de 2006, Rodrigo Lara Restrepo fue nombrado zar anticorrupción por el vicepresidente Francisco Santos y tras 21 meses de gestión, en diciembre de 2007, renunció a su cargo aduciendo “razones personales”. Sin embargo, en ese entonces se especuló que su dimisión fue producto de una publicación del diario El Nuevo Herald, de Miami, que citó una declaración hecha hace más de veinte años por Cecilia Lara Bonilla, hermana del ex ministro asesinado, en la que mencionó que un helicóptero que perteneció al empresario Alberto Uribe Sierra, padre del Jefe de Estado, fue hallado en la operación que permitió el desmantelamiento del más grande complejo cocalero hallado en la historia del país: Tranquilandia.
Según la tía del senador, ese hecho demostraba la supuesta penetración que tenía entonces la mafia en la política colombiana. El artículo de El Nuevo Herald citaba también el testimonio del coronel de la Policía Jaime Ramírez Gómez, coordinador de la operación contra Tranquilandia —asesinado meses después—, quien contó que en un diálogo con el ministro Lara Bonilla, éste le había dicho que si le hacían un atentado, “iban a ser los propietarios de lo cogido. Los dueños del helicóptero y los aviones que ustedes cogieron en el Yarí”. Además, Cecilia Lara Bonilla declaró que su hermano tenía muchas dudas del hoy presidente Álvaro Uribe Vélez. “Él nos las manifestó claramente”, dijo.
Tras la publicación del diario estadounidense, comenzaron a hacerse muchas conjeturas sobre la posición del entonces zar anticorrupción, Rodrigo Lara Restrepo, quien cuatro días después de la publicación presentó su renuncia e insistió ante los medios de comunicación nacionales que su decisión se debía a “razones personales” y optó por la prudencia. Mientras tanto, a través de un comunicado de prensa, el presidente Uribe desmintió a El Nuevo Herald y dijo que “en adelante deberán ser sólo los hechos de una vida dedicada por más de 30 años a servir con transparencia a la democracia colombiana, los que nieguen la calumnia. Colombia no puede trenzarse en un debate cíclico con individuos empeñados en desacreditarla e injuriar a sus autoridades legítimas”.
El Espectador trató de contactar al asesor presidencial José Obdulio Gaviria, mas no fue posible ya que se encuentra de viaje por el exterior. Pero quien sí respondió fue el secretario de prensa de la Casa de Nariño, César Mauricio Velásquez, quien enfatizó que los ataques de Rodrigo Lara Restrepo a un gobierno del cual participó no tenían fundamento: “Nunca propone elementos constructivos y además olvida el apoyo y todo el respaldo que siempre tuvo del Presidente y desconoce su pasado”.
Más ataques contra Cristo
Mientras Lara Restrepo abría un nuevo capítulo de confrontación en el convulsionado escenario político nacional, desde la Casa de Nariño se volvieron a enfilar baterías contra el senador liberal Juan Fernando Cristo. Y lo que parecía ser una reunión más de la bancada de Gobierno con el Primer Mandatario para hablar de las reformas política y a la justicia que ya hacen curso en el Congreso, terminó con una dura acusación. Según contó el representante Óscar Mauricio Lizcano, el presidente Uribe les dijo que cuando él estaba estudiando en Harvard y lideraba una lista al Senado que se llamaba Renovación Política, “Juan Fernando Cristo, quien en ese momento era gerente de la campaña de Ernesto Samper, le había hecho llegar un cheque por dos millones de pesos, que él tuvo que devolver porque eran recursos del narcotráfico”.
La versión fue corroborada también por el senador Efraín Cepeda, presidente del Partido Conservador, quien reveló que, según el Jefe de Estado, “Cristo había ofrecido recursos a diferentes campañas, entre ellas a su propia campaña, cuando él estaba en Harvard. Pero los recibió su tesorero, un señor de apellido Arenas, y por su puesto se devolvieron”. Cepeda agregó que el presidente Uribe no había profundizado en los hechos e insinuó que seguramente a eso se debe el requerimiento que le hizo la semana pasada al senador Cristo, cuando le pidió explicaciones por los recursos que había dado a campañas en el pasado.
La respuesta del congresista liberal no se hizo esperar. Tras anunciar que sigue estudiando con sus abogados la posibilidad de denunciar penalmente al Presidente por injuria y calumnia, se fue a la ofensiva diciendo que la casa de presidentes de Colombia se ha convertido en una “cocina de chismes y laboratorio de guerra sucia con participación de extranjeros”. Según Juan Fernando Cristo, el Primer Mandatario “insiste en su campaña de desprestigio en contra de los opositores para levantar cortinas de humo que desvían la atención de la opinión pública sobre los graves hechos de hoy”. El senador indicó que los ataques verbales del Presidente ha generado amenazas contra su vida y que ya le solicitó medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington, a donde viajará en próximos días.
Seguidamente, Cristo cuestionó el hecho de que el Jefe de Estado no haya denunciado los hechos a los que se refiere a las autoridades y a la opinión pública, “ni ahora ni cuando fui investigado por la Fiscalía General de la Nación que archivó el proceso, algo que quiere desconocer olímpicamente”. El senador manifestó que nunca habló con Álvaro Uribe Vélez sobre financiación de campaña alguna porque nunca participó en el manejo de recursos y contraatacó: “Además, él no necesitaba hablar con un joven recién egresado de la universidad, de apenas 26 años, sobre la financiación de su campaña. Para esos efectos contaba con la valiosa ayuda de su amigo de muchos años, ex subalterno y jefe de finanzas de ese momento, César Villegas”.
Por último, Cristo retó al Presidente para que se designen dos personas con calidades de ex magistrados, “escogidas por él”, para que se encarguen de investigar la financiación de las campañas al Senado —de los dos—, y a la Gobernación de Antioquia y a la Presidencia —de Uribe Vélez—. Y concluyó: “Son tantos los hechos dudosos de hoy en día. Imagínense, él fue gobernador con Rito Alejo del Río, acabado de detener y que fue su comandante”. Con este tire y afloje terminó ayer la jornada en el país. La política se ha convertido en un verdadero hervidero y sólo queda esperar quién será el que tire la próxima piedra.