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Las caras que forman el gobierno Petro

Aunque ya casi está completa la nómina del Estado, faltan altos cargos claves, como la Consejería de Derechos Humanos, en Presidencia, y viceministerios como el de Transformación Digital (Mintic) y el de Empleo y Pensiones (Mintrabajo).

20 de noviembre de 2022 - 04:00 p. m.
A más de cien días de mandato, directores encargados, y no escogidos en propiedad, es una de las figuras que más se repiten en los sectores administrativos del Estado.
A más de cien días de mandato, directores encargados, y no escogidos en propiedad, es una de las figuras que más se repiten en los sectores administrativos del Estado.
Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda

Faltan pocos nombramientos para que el presidente Gustavo Petro y sus ministros completen la nómina de funcionarios de su gobierno.El Espectador revisó más de 150 cargos de primer, segundo y tercer niveles -incluyendo ministerios, viceministerios, departamentos administrativos, entidades vinculadas y descentralizadas- para conocer qué caras, colores políticos y amistades de la familia presidencial componen el nuevo Ejecutivo. La Consejería de Derechos Humanos, tema crucial para el presidente, sigue en veremos, como también dos viceministerios. Predomina, sobre todo, la figura de directores encargados en el sector de desarrollo económico y en el de ambiente. El poder del presidente, la vicepresidenta y hasta de Verónica Alcocer, primer dama, es transversal y se ve materializado en las caras que ocupan los cargos del ejecutivo, al menos en este arranque de administración.

Sector político:

De todo el Gobierno, este es uno de los equipos que más caras nuevas tiene. Por supuesto, son cargos de naturaleza política: se encuentran personas que llevan años acompañando la carrera de Petro, que fueron funcionarios durante su alcaldía. Prueba de ello es el nombramiento de personas como Roberto Andrés Idárraga como secretario de Transparencia. Durante el paso de Petro por la alcaldía de Bogotá, Idárraga fungió como coordinador en varias secretarías, y en 2014 como director de Derechos Humanos, según su hoja de vida en Linkedin. Ese mismo cargo lo asumió también en 2021, en la alcaldía de Claudia López. Su renuncia a ese cargo tomó aire en la opinión pública porque él argumentó en un trino que se iba por ver una “falta de contundencia para la defensa de los derechos humanos” en el informe que la alcaldía de López presentó a la CIDH, en relación con el Paro Nacional.

También está César Augusto Rodríguez Ballesteros, nombrado por Petro como director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), una de las entidades que entra en polémica cuando se habla de protección a líderes sociales, asesinato de excombatientes de las Farc, o de la seguridad de alta gama de los congresistas. Rodríguez es exmilitante del M-19 y una de las personas de alta confianza del presidente y ahora, en la UNP, tiene mayor visibilidad que en los espacios anteriores en los que caminó al lado del jefe de Estado. Otra persona que ha permanecido junto a Petro al pasar los años es Javier Pava Sánchez, director de la Unidad para la Gestión del Riesgo y Desastres. Pava es geólogo y participó de la alcaldía de Petro como director del Instituto Distrital de la Gestión del Riesgo, y tiene amplia experiencia en ese sector.

Este sector cuenta también con políticos que aterrizaron a su lado apenas en campaña. Entre ellos está el ministro del Interior, Alfonso Prada, que llegó en la recta final, es decir, cerca de dos meses antes de la segunda vuelta, gracias a una conversación que el propio Petro propició. Algo parecido pasó con Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de Presidencia (DAPRE). Lizcano le contó a este diario que “no se gestó” nada para que él ocupara ese puesto. Simplemente, el 6 de agosto, un día antes de la posesión presidencial, recibió una llamada cerca de las 11:00 de la noche en la que le invitaban a formar parte del Gobierno. “No hubo acuerdo previo”, agregó. Y, como se sabe, Lizcano y Prada vienen del santismo, pero han sostenido que no son cuotas del expresidente Juan Manuel Santos.

Personas como Luis Fernando Velasco, consejero para las Regiones, y Gustavo García Figueroa, viceministro General del ministerio del Interior, se unieron a la campaña presidencial temprano. Ambos tienen relación con el Partido Liberal, de línea rebelde: Velasco fue senador por varios años, pero de un tiempo para acá empezó a cuestionar, con más fuerza, el liderazgo del expresidente César Gaviria. Ante la negativa de Gaviria de apoyar públicamente la campaña del entonces candidato Petro, Velasco formó rancho aparte para defender el liberalismo social demócrata. De igual forma lo hizo Gustavo García Realpe, exsenador y padre de García Figueroa, viceministro General del Interior. García Figueroa se lanzó al Senado en las elecciones legislativas de 2022, como un intento de conservar la curul de su padre, pero se quemó. Tras esa derrota, junto a su padre apoyó la candidatura de Petro y hace unos meses lo nombraron en el cargo que hoy ostenta. Entre sus más recientes funciones, Gustavo García Figueroa pedaleó el borrador de reforma política que entró al legislativo y que actualmente se está discutiendo.

La familia García es de Nariño, como la de Pablo Francisco Pardo, director del Fondo de Programas Especiales para la Paz, adscrito al DAPRE. Pardo es hijo de la exmilitante del M-19, María Antonia Velasco. Luego del triunfo de Petro, personas que participaron en la campaña le manifestaron a este diario que la acogida que tuvo Petro en Pasto y en general en Nariño se debió en gran parte a la acción movilizadora de Pardo y su familia.

Dos de las caras de este sector lograron cercanía con el presidente a través del exsenador y hoy embajador Armando Benedetti. Se trata de Germán Gómez Polo, consejero para las Comunicaciones y la Prensa, y Laura Sarabia, jefa de gabinete. Gómez Polo fue periodista político de esta casa editorial y en 2021 pasó a trabajar como jefe de prensa de Benedetti. Mientras tanto, Sarabia llevaba cerca de cinco años trabajando asuntos legislativos con Benedetti. Durante la campaña presidencial, prácticamente el equipo del excongresista se convirtió en el de Petro. Gómez Polo pasó a ser el jefe de prensa de la campaña y Sarabia asistía a Benedetti en el manejo de la agenda del entonces candidato. Ahora hacen parte del Gobierno.

Del equipo político también hacen parte Clemencia Carabalí, consejera para la Equidad de la Mujer, y Eva Ferrer, consejera para la Niñez. Carabalí es de la línea de la vicepresidenta Francia Márquez y, de hecho, en el cargo que ostenta trabaja de la mano con ella. Ambas son del Cauca, líderes de su comunidad, han sobrevivido a la violencia y se conocen hace más de 20 años. Carabalí es reconocida en el municipio de Buenos Aires por dedicar su vida a la defensa de las mujeres afrocolombianas.

Por otro lado, Eva Ferrer es de la línea de Verónica Alcocer, primera dama de la nación. Ferrer es española, y gran parte de su experiencia en comunicación política y marketing la ha construido allí y en México. Aterrizó en Colombia para convertirse en la mano derecha de Alcocer durante la carrera a la Presidencia, un espacio en el que tuvo protagonismo y participación activa. Ahora, en el Gobierno, hace parte del equipo por la niñez que lidera la primera dama, pero no tiene mayor experiencia en este asunto, salvo cuando trabajó en las áreas de bienestar social, en el gabinete de la Alcaldía.

Sector Relaciones Exteriores:

Al igual que otros sectores, este es uno de los equipos más técnicos que componen al Estado. Tan es así que por eso existe la carrera diplomática, un régimen especial de cargos en el Ministerio de Relaciones Exteriores, jerarquizado, basado en el mérito, y que “regula el ingreso por concurso público, el ascenso, permanencia y retiro de los funcionarios”, dice la Cancillería.

A pesar de esto, cargos como embajador o cónsul se han convertido en puestos para ubicar a aliados políticos. En cada gobierno, algunas embajadas y consulados terminan comandadas por excongresistas que cuentan con poco conocimiento y experiencia en el mundo diplomático. El mandato del presidente Gustavo Petro no ha sido la excepción. Según la página del Ministerio, Colombia cuenta con 59 embajadas y más de 100 consulados. A la fecha de esta publicación, el presidente Petro había nombrado un poco más de 10 embajadores. Como se puede ver en la imagen, políticos de centro izquierda que acompañaron a Petro en algún momento de la campaña terminaron acomodados en estos cargos.

Entre ellos está Armando Benedetti, embajador en Venezuela. Benedetti duró 20 años en el Congreso: primero, como militante del Partido Liberal, luego como miembro del Partido de la U. Desde allí apoyó el gobierno del expresidente Álvaro Uribe, el del expresidente Juan Manuel Santos, y le hizo oposición al del recién salido Iván Duque. Dejó la U en octubre de 2020 y meses después se unió a la campaña presidencial de Petro. El trabajo de Benedetti fue clave para que el entonces candidato cumpliera las largas agendas del día a día, y logró hacerse en un lugar supremamente importante en el primer círculo de personas que acompañaban a Petro. Benedetti era la única persona que viajaba en el mismo carro de Petro, además de su conductor.

Por otro lado está el embajador en Washington, Luis Gilberto Murillo. Fue gobernador del Chocó y también ministro de Ambiente de Santos. El hoy diplomático fue precandidato presidencial en la coalición Centro Esperanza y, cuando el país decidió que Sergio Fajardo era el candidato del centro político, Murillo asumió como su fórmula vicepresidencial. No obstante, en mayo abandonó ese camino y se unió a Petro y a su fórmula, Francia Márquez.

Por su parte, León Fredy Muñoz quedó como embajador en Nicaragua, encargado de reabrir la relación diplomática entre el Gobierno y el régimen de Daniel Ortega, con el que el país está en una disputa legal ante La Haya por zona marítima. Muñoz no tiene experiencia en la diplomacia: su carrera política la ha construido principalmente en Bello, Antioquia. Es licenciado en Educación Física. Fue mensajero y archivista de la Personería de Medellín, secretario del Concejo de Medellín, promovió el voto en blanco en Bello en 2014, fue concejal de Bello, presidente de Fenalpaz, y directivo nacional de la Alianza Verde, partido del que hace parte. Fue representante a la Cámara por ese partido entre 2018 y 2022.

Similar es el caso de otro miembro de la Alianza Verde: el exgobernador de Nariño, Camilo Romero. Es comunicador social- periodista y su carrera la ha construido en el mundo del periodismo y de la política local y nacional. Fue congresista en 2010 por el Polo Democrático Alternativo. Fue precandidato presidencial en estas elecciones, y una de las personas al interior de la Alianza Verde que más insistió para que la colectividad hiciera parte de la consulta interpartidista de la izquierda. Esto, sin embargo, no pasó tan estrictamente. La puja entre los verdes de centro y los de izquierda fue tan dura que finalmente el partido decidió dejar a su militancia en libertad para que tomara el camino que quisiera. Una parte participó en la consulta interpartidista de Centro Esperanza y la otra, liderada por Romero, en la de la izquierda, al lado de Petro.

Según la Silla Vacía, el poder de la primera dama Verónica Alcocer también se extiende a este sector. El portal afirmó que la embajadora del Gobierno en Italia, Ligia Quessep Bitar, es amiga de la primera dama desde el colegio, en Sincelejo, y que ”el vínculo ha seguido vigente con varias felicitaciones mutuas en redes sociales”. Quessep Bitar es abogada de la Universidad Externado, con maestría en Derecho Internacional (Universidad Paris II Pantheon Assas), y cuenta con más de 20 años de experiencia en ese campo, según afirmó la Cancillería. Este mes se supo que su hermano, Jorge Arturo Quessep Bitar, es el nuevo director de Prosperidad Social de Sucre. Así mismo, el medio relacionó al embajador de España, Eduardo Ávila, con Alcocer. Ávila es empresario tunjano y quien estuvo presente en la campaña de Gustavo Petro a la Presidencia.

Hasta ahora, son pocos los nombramientos de embajadores que privilegian la carrera diplomática sobre la relación política. Victoria González, embajadora en Guatemala es una de ellas: es santandereana, estudió derecho en la Universidad del Rosario, y en 1984 ingresó a la carrera diplomática de la Cancillería. Ocupó cargos como jefe de pasaportes, jefe de visas y directora de Asuntos Multilaterales y Políticos, entre otros.

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