Aunque han pasado dos días desde que se supo de la celebración del matrimonio entre Rodrigo Pimienta y Carolina Sotomayor en Montería en pleno paro armado, la indignación y los comentarios se siguen escuchando en redes sociales y los involucrados, entre ellos, congresistas conservadores de Córdoba han guardado silencio frente a las críticas y los cuestionamientos, a la vez que lanzaron un llamado de alerta sobre poblaciones del departamento confinadas y asediadas por el Clan del Golfo.
Lea: Le explicamos qué pasó en el paro armado del Clan del Golfo en seis preguntas.
El pasado sábado, en el Club Campestre de Montería se llevó a cabo la boda de la pareja Pimienta Sotomayor, mientras familias en el sur de la ciudad se encerraron por acciones armadas del Clan del Golfo. De acuerdo con el representante Erasmo Zuleta (de la U) y uno de los asistentes al evento, el día de la boda “hubo un consejo de seguridad en el cual se ordenaba a la ciudadanía a seguir sus actividades rutinarias”.
A El Espectador comentó que él fue hasta el Club Campestre a pie con su esposa y suegros y sin su esquema de seguridad y agregó que el matrimonio no fue el único evento social que se desarrolló en la capital de Córdoba. “Muy grave que dejemos imponer el orden de un grupo armado ilegal, como servidor público defenderé siempre la institucionalidad y mientras sea congresista seguiré haciendo presencia en todos los territorios de mi departamento, al igual que cumplir con los eventos importantes de la vida de los amigos”.
Este diario también consultó al senador David Barguil y al representante Wadith Manzur, ambos del Partido Conservador, pero no respondieron. Misma situación ocurrió con Jorge Rodrigo Tovar, hijo del exparamilitar Jorge 40 y quien fue elegido representante de las víctimas en el Congreso en las curules de paz.
Contactado por este diario, Tovar no respondió la pregunta sobre cómo explicaba su asistencia a una boda en el Club Campestre en Montería, en pleno paro armado del Clan del Golfo, como reacción a la extradición de Dairo Antonio Úsuga, más conocido como Otoniel. Al matrimonio también habría asistido el senador Fabio Amín (Partido Liberal) y personas de la escena política de Montería y Córdoba.
Eso sí, antes del matrimonio, los congresistas manifestaron su rechazo al paro armado y enviaron una voz de alerta a lo que vivieron ciudadanos de diferentes municipios de Córdoba. “La situación de orden público en Córdoba es alarmante. El Clan del Golfo anunció paro armado y en mi Cereté los comerciantes y padres de familia están aterrorizados. ¡No podemos estar a merced de los delincuentes, hay que enfrentarlos con toda la contundencia del Estado!”, escribió Barguil el 5 de mayo en su cuenta de Twitter.
“Hoy los cordobeses y ciudadanos de otras regiones de nuestro país amanecen atemorizados ante la amenaza de un paro armado. No podemos seguir bajo la sombra del miedo por culpa de estos grupos criminales”, escribo Wadith Manzur también el 5 de mayo.
Desde el 5 de mayo hasta ayer, 9 de mayo, el Clan del Golfo desarrolló un paro armado que afectó a 11 departamentos del país, incluido Córdoba. El reporte de las autoridades, fueron seis personas heridas, 180 vehículos vandalizados o incinerados, poblaciones enteras confinadas, desabastecidas y llenas de temor. Además, la ciudadanía en redes sociales reportaba sonidos de disparos en las cabeceras municipales de los pueblos.
Más: Clan del Golfo anuncia fin del paro armado tras cuatro días de miedo y violencia.
Por la situación de seguridad del departamento y la ciudad, el Deportivo Independiente Medellín canceló su viaje a Montería para jugar con Jaguares para la fecha 19 de la Liga Colombiana. “Estuvimos reunidos con el grupo de capitanes, los directivos, la logística, revisando múltiples escenarios, revisando cómo está la situación y no está fácil, el comercio está cerrado, las vías están con dificultades, tenemos 35 seres humanos que tienen sus familias y hay que primar la seguridad”, señaló el equipo en un comunicado.