De forma inesperada, el Partido Conservador tuvo un revolcón en su presidencia. Aunque el senador Carlos Trujillo era polémico, por su cercanía con el gobierno Petro, esta característica fue esencial para que los godos pudieran aterrizar en la coalición de gobierno, a pesar de no tener una cercanía ideológica. Sin embargo, se fueron acumulando los descontentos en contra del senador antioqueño y, en una movida tras bambalinas, Efraín Cepeda se convirtió en la ficha para tratar de cambiar de presidente en los del trapo azul.
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Tras la firma de una carta por varios miembros del directorio y una reunión de esta instancia, Trujillo cedió y Cepeda se convirtió por tercera vez en presidente del Partido Conservador. El que ha estado por más de 30 años en el Congreso y ha sido dos veces presidente del Senado se convirtió nuevamente en el hombre fuerte de la colectividad. Tras esta nueva llegada a la presidencia, Cepeda habló del nuevo panorama en el partido, sobre todo ante su posición contraria al petrismo en campaña. Por el momento, aseguró que siguen en gobierno, pero que harán visibles las “línea azules”, -como las líneas rojas que no piensan ceder, pero en su versión conservadora-.
¿Por qué volver a la presidencia del Partido Conservador?
Esta es una dignidad que yo no he buscado. Fue un ofrecimiento de un grupo de congresistas y directoristas porque ellos argumentaban que de cara a las elecciones de octubre se necesitaba alguien de mucha experiencia para que dirigiera el partido y pudiéramos lograr buenos guarismos en esa elección para ganar alcaldías, gobernaciones, concejos y asambleas. Como he venido expresando, llevo 9 períodos en el Senado, todos victorioso, he dirigido el partido tres veces, algunas de ellas en elecciones. He participado en nueve elecciones regionales y eso es lo que nos toca ahora.
¿Cómo se gestó su presidencia cuando Carlos Trujillo parecía sólido en el cargo?
Había que cambiar de cara en el proceso electoral y me pidieron que revisara el tema. Yo les pedí tiempo para pensar y en la siguiente reunión ya había un grupo nutrido de 10 directoristas, de los 18 que hay, que formalizaron la petición y en ese momento acepté las riendas del partido, siempre con el compromiso de que debíamos tender puentes con los otros directoristas para unir el partido. Y así sucedió, porque fui elegido por unanimidad por el directorio y quien me postuló fue el propio senador Carlos Andrés Trujillo. La idea es continuar con el proceso de unidad. Si fuimos capaces de unirnos en lo nacional, en las regiones también debemos unirnos.
¿Hubo una especie de golpe de estado a la presidencia de Trujillo?
No, de ninguna manera. Las mayorías firmaron una carta. Después de eso tendimos puentes y conversamos. Siempre expresé que debíamos mantener la unidad. Incluso tuvimos 10 firmas y luego un representante firmó tanto mi carta como otra en apoyo a Trujillo, no sabíamos en cuál estaban. Y luego varias personas que estaban en apoyo a Trujillo me apoyaron. Terminamos con un 10-8 a mi favor y luego, antes de la instalación del directorio nacional, conversamos y casi todos decidieron apoyarme. Llegamos a ese convencimiento, tanto que el senador Trujillo me apoyó. A él le dimos la garantía de que respetamos nuestra palabra de que va a ser el presidente del Senado cuando le toque al Partido Conservador, que será en el tercer año de gobierno.
Para confirmar, ¿Trujillo sí o sí será el presidente del Senado en el turno conservador?
Se mantiene la palabra empeñada de que asumirá la presidencia en nuestro turno. El directorio le recomendará a la bancada que se mantenga el compromiso.
¿No gustaba la cercanía del gobierno con Trujillo?
Esa cercanía fue importante en su momento para que tuviéramos representación política en el Ministerio de Transporte. Ese no fue un tema que no estuvo sobre la mesa en el cambio de Presidente.
Se han conocido informaciones de que para apaciguar las aguas del partido se aprobaron los avales de los candidatos de Trujillo en Itagüí y los Blel en Bolívar, ¿es así?
Sí, simplemente se tenían compromisos anteriores y solo los formalizamos. Ya había un compromiso con la casa Blel del aval de la gobernación de Bolívar, pues tenemos como gobernador a Vicente Blel, que ha sido un excelente gobernador y por eso pensamos en mantener esos avales allí. Es lo mismo en Itagüí, Trujillo fue alcalde allí y luego llevamos varios alcaldes conservadores, incluso sin alianzas. Mi misión como presidente del partido es ganar elecciones y creo que esos dos avales tienen muchas posibilidades.
El partido ya lleva dos presidentes que sacan de manera forzada, Yepes y Trujillo, ¿no teme que le hagan lo mismo a las primeras de cambio?
Bueno, si el partido ve que no estoy dirigiendo bien el partido de cara a las elecciones, pueden hacerlo. Esos son los avatares de la política y por ahora tengo el respaldo unánime del directorio.
¿Su llegada a la presidencia conservadora afecta en algo la relación con Gobierno? ¿Van a cambiar posiciones?
No, lo que hemos dicho es que el partido se declaró de gobierno en septiembre y antes de un año no hay ninguna manera de cambiar esa declaratoria. Los conservadores seguimos siendo partido de gobierno y vamos a apoyar lo bueno. Tenemos las líneas azules del Partido Conservador y las vamos a expresar. De hecho, la próxima semana tenemos reunión con las bancadas de Senado y Cámara y vamos a examinar varios de los proyectos de gobierno para tomar una determinación.
¿Qué va a pasar con sus posiciones en los proyectos como las reformas a la salud, código penal y política y el Plan Nacional de Desarrollo?
Las reformas son necesarias, pero se abre la discusión sobre muchos puntos, por ejemplo el tema de las EPS. Debemos dejar claro que las Eps continúan y eso será una proposición del partido conservador. Es claro que debe haber modificaciones como eliminar la integración vertical y cosas similares. Pero las EPS deben seguir. Esto se trata de construir sobre lo construido. En cuanto a la reforma al código penal, hay temas con los que no estamos de acuerdo como que los presos salgan de día y regresen de noche. Tampoco vamos a acompañar la rebaja de pena de violadores y la eliminación el incesto como delito. Son temas que hemos venido conversando y que los dejaremos claros en nuestras líneas azules durante la bancada.
Usted en campaña fue bastante crítico en varias líneas, ¿ha cambiado en algo su visión con estos seis meses de gobierno?
Nosotros estamos en el gobierno y lo nuestro son las líneas azules frente a las reformas. Reformas sí, pero con modificaciones, como lo hicimos con la tributaria. Allí cambiamos muchos artículos pues la reforma buscaba $25 billones y salió por $19.5 billones. Vamos a revisar todo de forma argumentada y organizada. Nos vamos a pronunciar en el momento que sea necesario y tendremos una postura oficial frente a los debates.
¿Cambia algo en el partido con su llegada?
Pues lo que yo quiero es hacer más reuniones del directorio, más reuniones de bancada, más contacto con los parlamentarios y directoristas. También quiero hacer más visitas regionales, que ya las venía haciendo el presidente Trujillo. Quiero más posiciones unificadas, así sea necesario hacer bancadas semanales para revisar los proyectos y que las decisiones sean de partido y no individuales. Cada parlamentario tiene un pensamiento, pero hay que discutir y llegar acuerdos. Eso es sano para la democracia y el partido.
¿Y se replantearán algunas de las alianzas polémicas para las elecciones regionales, como la de Julián Bedoya?
Eso no se ha solicitado, cada cosa en su momento. Vamos a examinar todas las solicitudes de avales y coavales. Vamos a hacer lo que siempre hemos hecho y es mirar en los organismos de control a ver si tienen investigaciones. En su momento habrá un pronunciamiento y esperamos que lleguen las solicitudes.
¿Y ya han hablado con otros partidos de gobierno para ir juntos? ¿Hay algo con el Pacto?
No, con el Pacto no se ha hablado ni hemos tenido acercamientos en materia de avales. Vamos a tener un proceso interno para tener los mejores candidatos, que tengan hojas de vida limpias, buena experiencia y posibilidades de ganar. Donde podamos ir solos lo haremos, y donde podamos la posibilidad de tener coavales lo vamos a examinar. Quiero conversar con los presidentes de los partidos, ya lo hice ayer con la presidenta de la U. En las regiones del país donde tengamos coincidencias vamos a tener coavales, como podría ser en la gobernación del Valle del Cauca, donde hemos venido rodeando esa candidatura.
¿Ese coaval es para Dilian Francisca Toro?
En caso de que se lance, la participación del Partido Conservador iría con ella, así lo estima la representación del Valle del Cauca. Por supuesto que hay que esperar que ella defina su candidatura, pero lo vemos con buenos ojos.
En el trámite del Plan Nacional de Desarrollo tienen dos de los seis coordinadores ponentes, ¿el gobierno se está ganado el favor de ustedes tras el cambio de presidencia?
Yo soy ponente raso del Plan Nacional de Desarrollo y soy coordinador ponente en la adición presupuestal y eso es potestativo de la mesa directiva. Esos son honores que no se rechazan. He sido ponente de casi todos los planes de desarrollo y presupuestos en los 30 años que he estado en el Congreso. Tengo mucha experiencia y puedo hacer pronunciamientos como el del martes, en el que me llamó mucho la atención que el Plan Nacional de Desarrollo no tiene capítulo de inversión privada, cuando en el gobierno pasado fue el 33% de los recursos. Yo no creo que podemos darle la espalda a las Alianza Público Privadas y estamos preparando las proposiciones. La inversión privada debe ser bienvenida en todo momento.