Los documentos, que habían sido enviados a la Comisión Segunda del Senado, que estudiaba el ascenso de Martínez a brigadier general, hicieron aplazar la decisión y hoy tienen al oficial con un pie por fuera de la institución y en la mira de las autoridades norteamericanas.
Los documentos “son auténticos. No sé si son veraces y si tienen consecuencias judiciales. No lo sé, pero auténticos sí son, y por eso se mandaron a las autoridades de investigación”, explicó el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
Por su autenticidad, los documentos fueron trasladados a la Fiscalía y a la Procuraduría, y a pesar de que en principio hubo senadores, como Jimmy Chamorro, que defendieron a Martínez argumentando que se trataba de un montaje, el propio Ministerio de Defensa pidió suspender el estudio del ascenso.
Dicho documento fue enviado anónimamente al senador Carlos Fernando Galán, miembro de la célula legislativa encargada de estudiar el ascenso de los generales y quien puso en conocimiento del país la existencia del mismo.
Valga recordar que el caso del general Mauricio Santoyo, quien aceptó cargos en Estados Unidos por su relación con grupos paramilitares, es la sombra que ronda la Comisión Segunda y al propio general Martínez. Y es que según se dice, el documento anónimo da cuenta de que el hoy director de Carabineros aparece mencionado en distintos testimonio del general Santoyo, así como de jefes paramilitares que han concurrido ante las autoridades estadounidenses.
Pero a pesar de las evidencias, el general Martínez continúa en su cargo y ha señalado que no tiene problemas con las autoridades norteamericanas, al tiempo que explicó que incluso tiene vigente su visa norteamericana.