Los ‘no políticos’ en busca de una curul en el Congreso

Un invidente, una exvendedora ambulante, una víctima de quemadura con ácido, un exhabitantes de calle y una transexual quieren llegar al Congreso en las próximas elecciones.

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-Redacción Política
20 de febrero de 2018 - 02:00 a. m.
Arriba. Alejandro Ramírez, Gina Potes y Wilson Daza. / Abajo. Martha Isabel Rodríguez, Tatiana Piñeros y Alberto López de Mesa.
Arriba. Alejandro Ramírez, Gina Potes y Wilson Daza. / Abajo. Martha Isabel Rodríguez, Tatiana Piñeros y Alberto López de Mesa.
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A menos de tres semanas de que se realicen las elecciones parlamentarias, la pelea de las grandes casas políticas por conseguir los respaldos que lleven a sus candidatos al Congreso de la República está al rojo vivo. Y mientras esta batalla se da con los nombres de experimentados políticos, exministros, exsenadores o grandes barones electorales, existe otra lista de aspirantes al Capitolio Nacional.

Una lista compuesta por nombres desconocidos, de personas sin recorrido político que se han destacado en sus profesiones u oficios. Es el tarjetón de los anónimos. Allí se encuentran personas como Alberto López de Mesa, un exhabitante de calle que terminó convertido en vocero de los recicladores, o de Gina Potes, la primera mujer en ser atacada con ácido en el país y que ha inspirado la lucha de Natalia Ponce de León.

También encontramos a un invidente, a un líder kankuamo, a una vendedora ambulante y a una líder transexual. La mayoría de estos aspirantes recibieron el aval del Partido de la U y de la Lista de la Decencia, que impulsa el exalcalde Gustavo Petro, pero más allá de sus colectividades, todos tienen destacadas personalidades que les permitieron consolidar un liderazgo que hoy los impulsa a llegar al Legislativo.

Alejandro Ramírez

Es candidato al Senado por el Partido Alianza Verde y el único invidente que aspira a una curul en la Cámara alta. Ramírez tiene 35 años y 17 de experiencia en trabajo social y político en su departamento: Antioquia. Los votos que obtuvo como candidato a la Asamblea Departamental -algo más de 3.000- le valieron la credibilidad en los verdes para otorgarle su aval al Congreso de la República. Desde allí liderará proyectos a favor de la población en condiciones de discapacidad, como el desarrollo de la telemedicina, economía digital y teletrabajo. “De nada sirven los ojos a un cerebro ciego”, afirma Ramírez quien, al tiempo que hace campaña política, ejerce como director de cine invidente en su región

Tatiana Piñeros

Tiene el #9 en el tarjetón de la Decencia al Senado. Tiene 40 años y es la primer transexual en saltar a las grandes ligas de la política. Lo hace de la mano del exalcalde Gustavo Petro, con quien trabajó durante su administración en la Bogotá Humana. Es contadora pública, por más de diez años trabajó en la Contraloría y posteriormente pasó a gerenciar una agencia de publicidad. Sostiene que no quiere llegar al Congreso como representante de la comunidad LGBTI, sino como una voz social que quiere promover la igualdad social y luchar contra la discriminación de todo tipo. Hace una década decidió asumir su alma de mujer y abandonar su cuerpo de hombre. Ahora busca una curul en el Senado.

Wílmer Ramón Daza

El partido de la U cuenta entre su lista al Senado con uno de los líderes indígenas más importantes. Se trata de Wilmer Daza Ariza, un indígena Kankuamo nacido en Atanquez, en la Sierra nevada de Santa Marta. De este corregimiento fue el primer cabildo menor escogido por voto popular. Es bachiller y su trabajo político se ha centrado en la defensa de los derechos de las mujeres y las víctimas del conflicto armado, que fue especialmente cruento en esta zona de Cesar y Magdalena. Llevará el #45 en el tarjetón de la U al Senado y su programa legislativo sin duda pasará por la protección ambiental y cultural de la Sierra Nevada y los pueblos indígenas que la habitan.

Alberto López de Mesa

Está llegando a los 60 años, es arquitecto, nació en Santa Marta y alcanzó a ser un exitoso publicista, pero cayó en el bazuco y terminó convertido en un habitante de las frías calles capitalinas. Hace tres años, tras una anemia que casi lo mata, encontró ayuda en uno de los Centros de Atención a Drogodependientes (Camad) que impulsó la alcaldía de Gustavo Petro. Desde ese momento empezó su resurgir. Fue adoptado por la representante liberal Olga Lucía Velásquez, quien lo apadrinó para salir del Bronx. En esas López de Mesa creó una cooperativa para habitantes de calle, y cuando vino el operativo de desalojo del Bronx asumió la vocería de las distintas expresiones callejeras, como de vendedores ambulantes, grafiteros, raperos y diversas actividades que se desarrollaban en la temida zona. Es candidato a la Cámara de Representantes por Bogotá, tiene el #115 de la lista de la Decencia. 

Gina Potes

Candidata a la Cámara por el Partido de la U, por Bogotá, Gina Potes busca ser en el Congreso una de las principales voces de las víctimas de quemaduras con ácido. Ella misma lo es, pues, en octubre de 1996, fue atacada en el barrio San Vicente, en el sur de Bogotá, cuando apenas tenía 20 años. Tras lo ocurrido, tuvo que someterse a 26 cirugías y 70 procedimientos quirúrgicos, una experiencia que la llevó a conformar la fundación Reconstruyendo Rostros, posteriormente denominada como Asociación Rostros sin Ácido. Su vida reciente ha estado dedicada al activismo para evidenciar los casos de ataques con ácido. De hecho, dicta conferencias y conversatorios en universidades y entidades de toda índole, al punto de haber sido invitada a Univisión, donde compartió su testimonio de vida. Además, ha sido asesora de la Dirección para la Eliminación de las Violencias, de la Secretaría Distrital de la Mujer.

Martha Isabel Rodríguez 

Esta aspirante al Senado por el Partido de la U cuenta con varios galardones por la gestión a la que, por años, se ha dedicado para mejorar la calidad de vida de las personas más vulnerables. Actualmente es la directora ejecutiva de la fundación Azul Profundo, desde donde se desarrollan programas para niños, niñas y jóvenes en condiciones de discapacidad, la cual atiende a cerca de 45 niños diariamente. En 2014 recibió el Premio Mujer Cafam, además de un reconocimiento internacional en Argentina, años antes, por su labor social en el país.

Paula Andrea Valencia

Aunque es oriunda del Valle del Cauca, Paula Andrea lleva más de 15 años viviendo en la capital del país. Se trata de una joven de apenas 30 que aspira a ocupar curul en la Cámara de Representantes por Bogotá, ciudad que conoce como a la palma de su mano por el trabajo informal al que se ha dedicado prácticamente toda su vida: el de vendedora de lápices y chocolates, y a sus principales clientes los encuentra por las calles de la ciudad. Es una mujer soltera, vive en la localidad Rafael Uribe Uribe y acompaña su soledad con tres perritos. Su principal trabajo desde el legislativo, en caso de llegar a ser elegida por el Partido de la U en la Cámara baja, será el de promover proyectos que ayuden a personas que, como ella, se ganan el sustento diario con la venta informal de distintos productos. “Si llego al Congreso, quiero dignificar la vida de los vendedores ambulantes y a sus familias. Quiero encontrar mecanismos que les permitan formalizarse, tener servicio de salud, vivir dignamente. Estamos estigmatizados”, afirma Paula Andrea. 

Por -Redacción Política

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