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A finales de octubre se conoció el fallo con el que se le devolvió la vida al Nuevo Liberalismo, con base en el acuerdo de paz. Esta decisión de la Corte Constitucional sirvió para que otros tres partidos reclamaran nuevamente su personería: Verde Oxígeno, Movimiento de Salvación Nacional y el Partido Comunista. De todos los revividos, solo el Partido Comunista se abstuvo de presentar candidatos para el Congreso y la presidencia en 2022.
En cambio, a pesar del poco tiempo de vida, el Nuevo Liberalismo, Verde Oxígeno y Salvación hicieron una fuerte apuesta por conseguir escaños en el Congreso y arañar la presidencia. Sin embargo, el éxito fue poco y al final los resultados fueron peores de lo esperados. Fueron varias las razones, aunque las tres colectividades achacaron gran parte de la debacle a la falta de recursos, como le comentaron hace unos meses a este diario.
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El fracaso de cada una de las colectividades tuvo distintos caminos, pero resultados muy parecidos. Por el lado de los Galán, el Nuevo Liberalismo esperaba tener al menos seis curules en el Senado y otras más en la Cámara y dar una fuerte pelea en la consulta por la presidencia. Pero esto no ocurrió.
El 13 de marzo fue uno golpe casi mortal para el partido que hace más de 30 años fue fundado por Luis Carlos Galán. No sacaron ninguna curul en Senado, apenas ganaron un escaño en Cámara, con Julia Miranda Londoño, y fueron los segundos en la consulta presidencial con menos votación de las tres en contienda. La desinflada fue total y dejó a los hermanos Galán mal parados. Tampoco les fue bien escogiendo apoyos presidenciales después de primera vuelta. Le dieron su total apoyo a Rodolfo Hernández y este resultó derrotado.
La historia del Movimiento de Salvación Nacional fue bastante parecida. La lista del partido de derechas fue una de las de peores votaciones en la jornada legislativa. Fueron superados por movimientos de menos tiempo como Estamos Listas, SOS y Gente Nueva. Solo tuvieron una mayor votación que el Partido Comunes. El tema presidencial también fue una debacle. Enrique Gómez ocupó el último lugar, con casi cuatro veces menos votos que el voto en blanco.
Hasta la semana pasada, Verde Oxígeno parecía tener un camino distinto. En la presidenciales, yendo en coalición con Centro Esperanza, lograron tener dos curules el 13 de marzo: una en senado con Humberto de la Calle y otra en Cámara con Daniel Carvalho. Y para presidencia, Ingrid Betancourt le endilgó el apoyo de Verde Oxígeno a Rodolfo Hernández, el candidato que llegó a segunda vuelta.
Sin embargo, detrás de esas movidas, hubo un amplio choque interno que terminó con la debacle del partido este fin de semana. Los dos ganadores de curules tuvieron múltiples diferencias con Ingrid Betancourt, fundadora de la colectividad y su principal figura. Las divergencias comenzaron cuando Betancourt decidió aspirar a la presidencia. Esta no habría hecho ningún tipo de consultas internas, sino que lo habría decidido de forma personal y luego lo habría puesto a votación en el partido.
A pesar de la supuesta decisión unipersonal, en ese momento no hubo mayor controversia, pues aspiraba como precandidata de la Coalición Centro Esperanza, alianza de centro que ayudó a construir Humberto de la Calle. El problema vino cuando Betancourt decidió a nombre propio renunciar a la Coalición y puso en aprietos a los candidatos de su partido que tenían preferencias por la coalición de centro.
Los dos aspirantes al Congreso tuvieron que guardar silencio frente a sus preferencias presidenciales. Aún con la renuncia de Betancourt a su candidatura, no pudieron apoyar al candidato de su preferencia, pues la excandidata de inmediato le brindó el apoyo del partido a Rodolfo Hernández, que pasó a segunda vuelta.
Con la derrota de Hernández, los dos congresistas con credenciales de Verde Oxígeno consideraron que lo debido era declararse en independencia del gobierno de Gustavo Petro. No obstante, Betancourt y sus apoyos determinaron que lo ideal era la declaratoria de oposición, puesto que apoyaron a Rodolfo Hernández.
Esta última diferencia fue la que llevó al fracaso final de la colectividad resurgida. Ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo y los pedidos de escisión, Verde Oxígeno decidió expulsar a Humberto de la Calle y a Daniel Carvalho del partido. De esta forma, perdieron las dos curules que habían ganado, pues la credencial seguirá siendo de los congresistas electos. Esto quiere decir que tampoco tendrán representación en el Congreso, al igual que buena parte de los partidos resurgidos.
Con la pérdida de las dos curules de Verde Oxígeno, los partidos resurgidos solo quedaron con un escaño en el Congreso. Por fortuna para estos, la Corte Constitucional dispuso que no era obligatorio que participaran en las elecciones de 2022 y que no peligraba su personería para el tema del umbral. Sin embargo, sin curules, tienen más difícil sacar un buen resultado en las elecciones locales de 2023.