
Ante la justicia, el exrepresentante Luis Fernando Almario ha sido señalado de sostener reuniones con el comandante guerrillero Fabián Ramírez (izq.), y con el jefe paramilitar Macaco (der.).
Foto: El Espectador
Tal vez a pocos les caiga tan bien el adagio popular de “hacer pactos con Dios y con el diablo” como al excongresista Luis Fernando Almario. Con tal de consolidar su poder político en el Caquetá entre finales de los noventa y principios de los 2000, se habría valido tanto de la guerrilla de las FARC como de los paramilitares de las AUC; habría pasado de reunirse con comandantes guerrilleros como Fabián Ramírez, a sentarse con jefes paramilitares como Macaco. Los crímenes que cometió hace más de dos décadas lo persiguen hasta hoy y...
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