En declaraciones al término de la décima reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que finalizó este domingo en Cartagena, Maduro acusó a "una oligarquía que pretende llevar los escenarios de violencia y de desintegración hacia la frontera".
"El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, "ha alertado con mucha serenidad y mucha firmeza de esta situación", dijo Maduro, quien se lo ratificó a su homólogo colombiano, Fernando Araujo, con quien se entrevistó en privado en el marco de la reunión, por al menos 30 minutos.
Aseguró que había transmitido a Araujo "la preocupación" que existe, a su juicio, en otros países de Suramérica, que no precisó, "por las informaciones que dicen que hay sectores aventureros antivenezolanos que pudieran estar detrás de un plan para una provocación de carácter militar contra Venezuela".
"Por esa razón ratificamos a la opinión pública de Colombia, al pueblo noble de Colombia, que abra los ojos bien grandes frente a quienes quieren llevar la violencia y quieren servir de instrumentos para la desintegración y el enfrentamiento entre nuestros pueblos".
Maduro ratificó lo que había dicho Chávez el viernes, y acusó al "Gobierno decadente de Estados Unidos" de tener planes "para crear un escenario de desestabilización en Suramérica y más aún para abrir un frente de desestabilización y violencia en contra de la revolución bolivariana y del gobierno de Chávez".
Se apoyó para ello en la "retahila de declaraciones de funcionarios norteamericanos desde aquí (Colombia)", en referencia a las visitas recientes, entre otros, del zar antidrogas de EE.UU., John Walters, o de la secretaria de Estado, Condolezza Rice.
Declaraciones que Maduro consideró "agravantes" en contra de Chávez, como de ser "facilitador y promotor de drogas" o "cuando se le acusa de ser un peligro militar, y de armar a la guerrilla colombiana".
"Nosotros lo que hemos hecho es alertar de manera responsable y con una gran amor al pueblo colombiano sobre estos planes y esta situación", afirmó el canciller venezolano.
De todos modos, reconoció que Araujo negó tales acusaciones y aseguró que "mantendremos la comunicación como siempre, abierta para decirnos las verdades".
Por su parte el ministro colombiano de Exteriores reconoció que su Gobierno mantiene unas "excelentes relaciones con Estados Unidos", relaciones que, apuntó, "no van en contra de ningún otro país", pero pidió discreción sobre las reuniones bilaterales y las conversaciones que sigue manteniendo con Maduro.