No pasa por un buen momento el presidente del Senado, Mauricio Lizcano. Al escándalo por su presunta intervención ante las directivas del Canal Rcn para evitar que fuera publicada una investigación en su contra, se suma la apatía que se ha generado en el Partido de La U. El miércoles en la noche convocó a una cena en el Club Metropolitan, en homenaje al embajador Juan Carlos Pinzón, que dejó en evidencia las diferencias en el partido.
Es claro que esas fracturas no son nuevas. En La U hay dos grupos definidos. Uno denominado de “los costeños”, del que forman parte la mayor parte de congresistas de la costa caribe y se ha sumado Roy Barreras, ellos, con base en las pasadas elecciones, aseguran que tienen como mínimo un millón de votos. El segundo frente tiene como punta de lanza a Mauricio Lizcano, Jaime Buenahora y Maritza Martínez.
A la cena con Pinzón asistieron cerca de 16 de los 58 congresistas de La U, varios decidieron no asistir y otros simplemente no fueron invitados, precisamente, por la división que hoy reina en el Partido. El tema se habló con claridad, en La U quieren a Pinzón como precandidato, pero el exministro de Defensa no quiere someterse a consulta. Es decir, quiere ser el ungido directo de La U.
El asunto no salió bien. Los asistentes sostienen que se habló con claridad con Pinzón, otros señalan que el embajador no tiene una decisión tomada, pero lo único claro es que no irá a consulta.
La intención de Lizcano de imponer su liderazgo para catapultar la aspiración de Pinzón tampoco dio resultado. El encuentro al que no le llegó invitación a un grupo de parlamentarios generó molestia. Los miembros del bloque costeño, que tiene un fuerte capital electoral, no quedaron contentos.
Uno de los parlamentarios de este sector afirmó: “el asunto no es Pinzón, creo que es uno de los mejores candidatos que podemos tener. El asunto es Lizcano quien pretende salir de la presidencia del Senado a la del partido”.
Un factor adicional, el senador Roy Barreras quien también tiene bríos de presidenciable y se sumó al sector de los costeños, no está de acuerdo con que haya un ungido a dedo. Por su parte, el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, también se está moviendo para contar con la venia de La U para su aspiración.
En síntesis. Los que asistieron a la reunión convocada por Lizcano en el Metropolitan consideran que fue una buena reunión. Quienes fueron excluidos manifiestan su rechazo y la consideran un fracaso. Lo único claro es que las diferencias internas en La U son claras y está en juego la Presidencia de la República.