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“Nadie estará a salvo en el continente”, advierte Juanita Goebertus

… “si no se encuentra un modo pacífico de dirimir las controversias”, afirma la colombiana Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de Human Rights Watch, sobre las cada vez más graves violaciones de los derechos civiles en estos países. La proliferación, en esta época, de gobiernos autoritarios, sumada a la “posesión” de Maduro en Venezuela y a la de Trump, quien llega con el anuncio de mano despiadada contra las naciones vecinas, no permiten esperar un futuro mejor.

Cecilia Orozco Tascón
19 de enero de 2025 - 01:00 p. m.
Juanita Goebertus opina: “Aunque no hemos tenido reportes de violación de derechos humanos de la fuerza pública en el gobierno Petro, la falta de protección de las comunidades constituye, en sí misma, una violación por omisión”.
Juanita Goebertus opina: “Aunque no hemos tenido reportes de violación de derechos humanos de la fuerza pública en el gobierno Petro, la falta de protección de las comunidades constituye, en sí misma, una violación por omisión”.
Foto: Archivo Particular
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La cuestionada posesión de Maduro en Venezuela y, en el otro extremo geopolítico, la de Trump en Estados Unidos, son una muestra de las convulsiones que vive el continente. Human Rights Watch (HRW), ¿cómo analiza la situación de América en materia de derechos y garantías para las libertades?

La tendencia, en el continente, ha sido el debilitamiento de las instituciones democráticas en los últimos años. El 2024 estuvo marcado por el fraude electoral y la represión en Venezuela; los estados prolongados de excepción en El Salvador, Ecuador y Honduras; las restricciones a la independencia judicial; y el fracaso en la lucha contra el crimen organizado, a lo largo y ancho de la región, particularmente en Haití, Perú, Ecuador y Colombia. Es difícil hacer predicciones pero las perspectivas no son positivas. Si no recuperamos los derechos humanos y el Estado de derecho, como piso común, para poder dirimir de manera pacífica nuestras controversias, nadie estará a salvo.

Por sus declaraciones públicas, se sabe que Trump llega con agresivas intenciones expansionistas: ha mencionado la “adhesión” de Canadá a su país; el cambio del nombre del Golfo de México por el “Golfo de Estados Unidos”; la toma del Canal de Panamá, y otras más. Frente a esas amenazas, ¿cree que existe un peligro real para los países más débiles del continente o se trata de simples anuncios del nuevo presidente norteamericano para mostrarse fuerte ante sus seguidores?

Me inquietan menos sus anuncios mediáticos que la experiencia de su primer gobierno: es muy probable que inicien procesos de deportaciones masivas; la amenaza, con la imposición de aranceles, seguramente les torcerá la mano a varios gobiernos de la región, y quienes se resistan, sentirán los efectos económicos; los recortes a la asistencia exterior pueden tener gravísimos efectos en las labores humanitarias y en el trabajo de las organizaciones sociales y de los periodistas que exponen los abusos de los gobiernos a nivel local. Además, la negación del impacto humano en la crisis climática, seguramente empujará, otra vez, el crecimiento de la deforestación en el continente. Es un panorama preocupante para la región.

Con las anunciadas políticas antiinmigración de Trump, ¿los latinoamericanos que viven en Estados Unidos – incluso quienes han regularizado su estancia en ese país -, ¿deben temer que sufrirán tratos crueles, separaciones familiares y grave desmedro de sus derechos, o los controles democráticos del sistema norteamericano le podrán freno al gobierno entrante?

Es poco probable que personas que han regularizado su situación migratoria en Estados Unidos, sean deportadas. Pero se calcula que hay 11.2 millones de migrantes irregulares en ese país que podrían ser expulsados. El 66% son provenientes de México y Centroamérica. Ahora, incluso en esos casos, los procesos para deportar son costosos y toman tiempo. Trump no los podrá ejecutar rápidamente y necesitará de la colaboración de los gobiernos de la región. Por eso, todas las administraciones regionales deberían trabajar en forma conjunta para rechazar las deportaciones abusivas y garantizar la protección de los migrantes, en especial, de quienes huyen por las persecuciones que sufren en sus países de origen.

Al margen de Trump, existen grandes tensiones continentales, entre estas, indudablemente, la que proviene de Venezuela por la alegada posesión ilegítima de Maduro que ha sido objeto de pronunciamientos de varios presidentes y de propuestas, incluso, de intervención externa. De acuerdo con los análisis de HRW, los venezolanos, ¿son los únicos que tienen derecho a resolver internamente quién los gobernará, o tanto los partidarios de Edmundo González como los de Maduro necesitan apoyo y presiones externas?

Lograr una transición de la dictadura a la democracia en Venezuela, requerirá de muchos esfuerzos mancomunados, nacionales e internacionales. Hay que crear un sistema de incentivos locales que sostengan la presión frente al régimen y abran una nueva oportunidad de transición. Esto incluye movilización ciudadana pacífica en las calles; coordinación de la oposición; articulación entre los distintos gobiernos de América Latina, Estados Unidos y Europa; introducción de sanciones selectivas; y avance del proceso en la Corte Penal Internacional. Si algo ha demostrado América Latina en su historia, es que sí es posible derrocar las dictaduras. Pero se requieren esfuerzos nacionales e internacionales bien articulados.

Entonces, Human Rights Watch Américas que usted preside, ¿califica definitivamente como “dictadura” el régimen que hoy preside Maduro y reconoce a Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela?

Venezuela es, claramente, una dictadura. Los resultados electorales dan cuenta de que quien ganó las elecciones con un 67% de los votos, fue Edmundo González.

Ciertamente, Maduro y sus funcionarios han endurecido su respuesta frente a los críticos u opositores: hay denuncias sobre detenciones ilegales, desapariciones y encarcelamientos de defensores de derechos humanos, periodistas y opositores ¿HRW tienen reporte de estos casos? ¿Cuántos y quiénes son las víctimas?

Luego del fraude electoral del 28 de julio, el régimen desplegó una represión postelectoral brutal; más de 2 mil manifestantes incluyendo menores de edad, fueron detenidos arbitrariamente, sin acceso a abogado y, en muchos casos, fueron procesados por cargos de terrorismo; 23 personas fueron asesinadas. Durante la elaboración de nuestros informes, pudimos verificar la participación de miembros de las fuerzas armadas y de ‘colectivos’ en varios homicidios. Al mismo tiempo, desde cuentas oficiales se desplegó la “Operación Tun Tun”, para intimidar a manifestantes, testigos electorales y líderes de oposición, y para publicitar sus capturas. Defensores de derechos humanos, como Rocío San Miguel, permanecen detenidos con violación de sus derechos. Al menos 195 líderes políticos han sido capturados arbitrariamente, en varias ocasiones, sin claridad sobre su paradero. Hemos sabido de casos de desapariciones forzadas que recuerdan las prácticas más horribles de las dictaduras del Cono Sur (zona más austral del continente).

A propósito de Venezuela, la actual parece ser una época, en América, de presidentes extremistas de derecha o izquierda. De un lado: el propio Trump, Milei, Bukele y, aún presente en la vida pública, el exmandatario de Brasil, Bolsonaro. Del otro lado, Maduro, Ortega, en Nicaragua, y Miguel Díaz-Canel, en Cuba, a pesar de que este pareciera más moderado ¿Cuál de los dos extremos afecta más los derechos de los habitantes de tales países? Las violaciones a las libertades, ¿son más hondas y frecuentes en uno u otro lado o actúan con la misma crueldad?

No creo que el punto sea si se es extremista de derecha o de izquierda. Creo que, hoy, la región está marcada por autoritarismos que poco o nada tienen de coherencia ideológica. La virtud de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, es que no dependen de la ideología del gobierno de turno. Constituyen garantía de que, sin importar quién esté en el poder, siempre habrá un mismo derrotero, unos criterios mínimos sobre qué deben y qué no deben hacer los gobiernos frente a sus ciudadanos. En nuestra región, Cuba, Venezuela y Nicaragua son claramente dictaduras: no existe alternancia en el poder político, se reprime cualquier disenso persiguiendo organizaciones, sociedad civil y opositores políticos, y los regímenes controlan todos los poderes públicos. No calificaría, nunca, a Díaz-Canel como moderado porque, a pesar de las recientes liberaciones, todavía hay más de 900 presos políticos en la isla solo por protestar contra el régimen.

Y, ¿qué opina de otros regímenes brutales como el de El Salvador que se ha puesto como “ejemplo” a seguir en otros países latinoamericanos?

Bukele ha suspendido el Estado de derecho en El Salvador. Van más de dos años y medio de régimen de excepción; 83 mil personas han sido detenidas sin orden judicial incluyendo a 3 mil 300 niños y niñas. Por lo menos 300 personas han muerto en cautiverio sin ninguna explicación del Estado. Es cierto que la situación de seguridad en las calles ha mejorado en ese país. También es cierto que Bukele fue reelegido con el voto mayoritario de los salvadoreños. Pero para lograr la seguridad pública y su reelección, ha desmantelado la separación de poderes, ha eliminado la transparencia del poder y se ha dedicado a perseguir a cualquier contradictor, por mínima que sea la crítica en su contra.

Por haber estado encarcelado durante más de dos años por orden de un sistema judicial corrupto y politizado, el director del diario El Periódico de Guatemala, José Rubén Zamora, se ha convertido en símbolo de la persecución a los periodistas independientes del continente ¿Cómo califica HRW ese proceso?

El Ministerio Público guatemalteco (equivalente a la Fiscalía, en Colombia) está controlado por Consuelo Porras, una mujer sancionada por el gobierno de Estados Unidos y por la Unión Europea, por favorecer la corrupción y atacar las instituciones democráticas. Bajo su liderazgo, Guatemala ha visto la mayor persecución a jueces y fiscales que lucharon contra la corrupción, así como a periodistas que la denunciaron. Porras intentó desconocer los resultados electorales de la última elección para evitar que Bernardo Arévalo pudiera posesionarse en la presidencia de su país. Y, hoy, ella continúa persiguiendo al presidente y a los funcionarios de su gobierno. Esa es la calaña de quien se ha encargado de procesar, de manera abusiva, a José Rubén Zamora, uno de los periodistas más reputados de Guatemala porque destapó muchos de los escándalos de corrupción en esa nación. La semana pasada, por fin, se confirmó su arresto domiciliario (un alivio frente al arresto carcelario al que estuvo sometido durante más de dos años), pero la persecución arbitraria en su contra continúa.

En el informe anual de HRW del año 2024 sobre la situación de derechos humanos, ¿cómo le va a Colombia?

A dos años de implementación de la política de paz total, los resultados son muy cuestionables. 2024 cerró con un crecimiento de la presencia, en los territorios, del Clan del Golfo, el ELN y las disidencias de las FARC. Como consecuencia de esta situación, también crecieron el reclutamiento de menores y los confinamientos de unas poblaciones. La falta de articulación entre la política de paz y la política de seguridad, ha dejado a comunidades rurales en una gravísima situación de vulnerabilidad frente a los grupos armados de crimen organizado. Aunque no hemos tenido reportes de violaciones de derechos humanos cometidos por miembros de la fuerza pública durante el gobierno Petro, la falta de protección de las comunidades constituye, en sí misma, una violación por omisión.

La más grave situación política, económica y social de nuestro continente, se encuentra en Haití ¿Qué dicen ustedes sobre este país que vive prácticamente a la deriva?

La crisis de Haití ha llegado a niveles sin precedentes. El año pasado estuvo marcado por la creación de un nuevo gobierno de transición y por el despliegue de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, autorizada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Sin embargo, las pandillas controlan el 85% de la capital; y los homicidios, el reclutamiento de menores y la violencia sexual continúan aumentando. Una de las razones para la falta de alivio a esa situación, está en la debilidad de la Misión Multinacional de la ONU que tiene un déficit de 200 millones de dólares y que cuenta apenas con 574 operativos de policía, la mayoría keniatas y, tan solo, 150 guatemaltecos y ocho salvadoreños. Sin mayor compromiso de la región y sin el respaldo de Naciones Unidas a una misión formal, tristemente, sus esfuerzos están destinados al fracaso.

México es uno de los países “de mostrar” en América. No obstante, las denuncias sobre violaciones a los derechos y libertades de los ciudadanos abundaron en la época de López Obrador ¿Es mejor o peor el panorama mexicano respecto de su propio pasado?

El final del mandato de Andrés Manuel López Obrador, AMLO, y el inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum estuvieron marcados por la aprobación de reformas constitucionales sumamente violatorias de derechos humanos y restrictivas del Estado de derecho. Como resultado de esas reformas, México formalizó el despliegue de fuerzas militares para tareas de seguridad pública. Esta estrategia no solo no ha sido efectiva en la lucha contra el crimen organizado sino que ha fomentado gravísimas violaciones a los derechos; se reformó el sistema de elección de jueces lo que, en la práctica, significará que más de mil 600 togados serán destituidos entre 2025 y 2027, poniendo en grave riesgo la independencia judicial; se eliminó el Instituto Nacional de Acceso a la Información, INAI, la agencia independiente encargada de velar por la transparencia en el conocimiento de la información pública de ese país. Y se amplió, aún más, la detención preventiva oficiosa, una medida muy restrictiva del debido proceso que, además, está directamente asociada con el hacinamiento carcelario. Estamos ante un desmantelamiento del Estado de derecho en México y el reemplazo de la democracia mexicana, con todos sus defectos, por un sistema con primacía de los militares y del poder Ejecutivo.

En Ecuador hay más tensiones derivadas de órdenes oficiales ¿Es cierto que la situación de los derechos civiles, en el país vecino, se ha deteriorado durante el actual gobieno?

Ecuador es, hoy, el país con la tasa más alta de homicidios de América del Sur, con un incremento del 430% en los últimos 5 años. La política del presidente Noboa, de declarar estados de excepción sucesivos, a lo largo del último año, no solo no ha sido efectiva sino que ha causado graves violaciones de derechos humanos. Aunque la tasa de homicidios se redujo ligeramente en 2024, los secuestros y extorsiones continuaron creciendo y la Fiscalía reportó un incremento en las denuncias por abusos en el uso de la fuerza, desapariciones forzadas, torturas y ejecuciones extrajudiciales.

Entonces, el panorama continental para 2025, ¿es desolador y sin esperanza, de acuerdo con lo que HRW puede prever?

Tristemente, el panorama no es bueno. Pero lo que hemos visto en el mundo y, también, en América Latina, es que la sociedad civil organizada continúa resistiendo y defiende el Estado de derecho. Ojalá, como latinoamericanos que todos somos, podamos darnos cuenta de que, en medio de nuestras diferencias políticas o ideológicas, el piso común que nos debería unir, es el de los derechos humanos.

“Es posible mantener canales con Venezuela sin reconocer resultados electorales”

P/ Como directora de HRW Américas ¿usted está de acuerdo con que Edmundo González ingrese a Venezuela por la frontera con nuestro país, con lo cual involucraría al gobierno Petro con el conflicto electoral de los vecinos?

R/ El mandato de HRW es el derecho internacional de los derechos humanos. Colombia, Brasil y México no han reconocido los resultados entregados por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela dada su absoluta falta de trasparencia, pero mantienen canales de comunicación. Que los tres países hayan enviado solo embajadores al evento del 10 de enero (“posesión” de Maduro), muestra que hay una degradación de las relaciones diplomáticas. Es posible que Colombia mantenga comunicación con Venezuela con una figura como el encargado de negocios, al tiempo que se sostiene en no reconocer los resultados que fueron abiertamente ilegítimos. Me parece una postura razonable.

Perdone, insisto: ¿qué opina de la posibilidad de que González intente ingresar a Venezuela desde la frontera colombiana?

Cada país es soberano y establece los procedimientos de ingreso de extranjeros, siempre que cumpla con las obligaciones internacionales para la protección de migrantes y refugiados.

“Periodistas, víctimas de gobiernos autoritarios y del crimen organizado”

Uno de los primeros derechos que suelen afectarse con los gobiernos extremistas, es el de expresión, y con este, el de libertad de prensa ¿Cuántos periodistas latinoamericanos han tenido que salir al exilio? Especialmente, ¿los de cuáles países han sido victimizados y cuántos han sido encarcelados en sus propias naciones?

No existe un registro oficial del número de periodistas exiliados ni detenidos. Según el Observatorio de Periodistas y Comunicaciones de Nicaragua, al menos 260 periodistas salieron al exilio entre 2018 y 2024. La Asociación de Periodistas de Guatemala señala que 25 periodistas se encuentran asilados. Y, en Ecuador, Fundamedios ha registrado 16 casos de exilio. Ocho periodistas fueron asesinados, en 2024, en la región, según Reporteros sin Fronteras, con México, Colombia y Honduras a la cabeza. Y, de acuerdo con la misma organización, Venezuela es el país con más periodistas detenidos: 8 casos, solo el año pasado. El periodismo en América Latina ha sido víctima tanto de gobiernos autoritarios que no aceptan la crítica y el escrutinio público, como del crimen organizado que opera sin control en varios de estos territorios.

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ERWIN(18151)20 de enero de 2025 - 11:33 a. m.
Y vuelven con lo del Salvador ..las pandillas eran los dueños del pais..de las vidas de los salvadoreños ..se necesitaba esto que hizo Bukele ,,no habia otra forma ..y los derechos del pueblo?donde quedan?
Usuario(88872)19 de enero de 2025 - 06:21 p. m.
Cecilia, tanto sus columnas como entrevistas arrojan luz con una visión objetiva. Gracias!!!
José(9532)19 de enero de 2025 - 05:48 p. m.
Ay Cecilia, que hueso de entrevista nos publicas. La juanita manda sablazos a derecha e izquierda, pero no pone la mira en los contextos que supuestamente analiza. Es fiel representante el extremo centro colombiano que ya sabemos a quienes representa.
  • Sonia(59362)20 de enero de 2025 - 01:49 a. m.
    Eso mismo pensé. Siempre está en una línea que no cruza.
  • Olegario(51538)19 de enero de 2025 - 09:12 p. m.
    ¿Y? Entonces para que quede contento, petrista, toca apostarle a uno de los extremos? No ve cómo nos tienen de jodidos?
Alan(5584)19 de enero de 2025 - 05:17 p. m.
Juanita, son autoridad no hay paz y entiendase la autoridad con la resposabilidad de vida, aqui opinan del salvador que tan salvaje el Sr bukele, pero no tienen ni la minima idea de como de vivia en ese Pais, vivia es un decir
Maribel(27840)19 de enero de 2025 - 04:47 p. m.
Muy buena entrevista y muy clara Juanita Goebertus.
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