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Aunque muchos no admiten que son racistas y siempre ha habido discriminación en Colombia, en esta época ese fenómeno es más visible por la carga agresiva que se está expresando. ¿Cree que es una reacción a la notoriedad que han adquirido las cinco fórmulas vicepresidenciales de los candidatos Petro, Fajardo, Hernández, Pérez y Rodríguez?
El racismo siempre ha existido, y ha sido estructural y sistemático. También ha existido un grupo social excluido que ha sido obligado a sostener, desde la base, la pirámide del poder. Que la base quiera estar, hoy, en la cúspide de la pirámide les resulta ofensivo a quienes provienen de las familias esclavistas que han ostentado ese poder por años.
¿A cuáles “familias esclavistas” se refiere?
Por ejemplo a los Mosquera, los Chaux, los Valencia...
En cuanto a ofensas racistas, hay casos de casos. Por ejemplo, el repudiable mensaje de una cantante contra Francia Márquez siendo, para colmo del insulto, que la cantante es mujer, viene de familia pobre (o sea, conoce la exclusión social) y nació en un puerto de mayoría afro. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Hay personas que, a pesar de ser de extracción humilde y que han surgido, en la farándula, gracias a las clases populares que consumen sus productos, han sido “colonizadas” y se han puesto al servicio de las élites. Creen, equivocadamente, que por expresarse en términos despectivos de líderes y lideresas de las comunidades, pueden disminuir la importancia que ya tienen ellos. Claramente, esa conducta está asociada con la ignorancia.
¿Qué piensa de la respuesta que Francia Márquez le envió a su agresora en términos de “un abrazo sanador” y, a continuación, el nuevo insulto que recibió? Según se ha dicho, van a interponer una denuncia penal contra ella, por la discriminación.
La respuesta de Francia obedece a la crianza basada en valores que practicamos en los sistemas de justicia ancestral del pueblo negro: se busca resarcir el daño a partir de la corrección, no del castigo, porque creemos que para poder perdonar debemos sanar. La receptora del mensaje no lo entendió y por eso nos toca recurrir a la ley penal colombiana.
Para no quedarnos solo en un caso, le pregunto también si usted piensa que una de las zonas más racistas y discriminatorias de Colombia es su región: en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca.
Considero que sí. Hace unos años, cuando estaba en auge la minga indígena, una conocida senadora de apellidos notables de esta región dijo que la única forma de resolver el problema social era dividir el Cauca en dos: una parte para los indígenas y otra para los blancos mestizos.
¿Y Paloma Valencia, a quien usted se refiere, qué dijo sobre la población negra?
Que los negros verían para dónde agarraban. Estamos advertidos sobre este tipo de situaciones. Por la misma época en que se hizo esa propuesta racista, un periodista de Popayán escribió la frase: “Mama, ¿qué será lo que quiere el negro?”. De manera mal intencionada, sostenía que los pueblos negros éramos utilizados como marionetas por quien sabe quién debido a que estábamos impulsando marchas de protesta de nuestra gente en 2016. Se trata de una fea manifestación de la misma discriminación.
Usted es una lideresa reconocida en su región. ¿Reconoce usted, a su vez, a los cinco aspirantes a la vicepresidencia como verdaderos representantes de los pueblos negros?
Sí, los reconozco pero el sistema no los mira con la misma importancia que nosotros los vemos puesto que, como lo dije, algunos son fichas del ajedrez llamado poder.
Perdone, pero no comprendo: entonces, ¿por qué los reconoce como voceros de las poblaciones negras?
Porque si las comunidades los han legitimado y les han permitido llegar a esas posiciones es porque ven algún tipo de liderazgo en ellos. Pero, reitero, más como una estrategia política para sumar votos que como un reconocimiento a nuestras comunidades.
Los peores ataques racistas en redes sociales, los ha sufrido Francia Márquez. ¿A cuáles motivos le atribuye usted esta concentración de odio en contra de ella, más que de las demás fórmulas vicepresidenciales?
Es por lo que significa Francia en los territorios y por la lucha que ha dado para posicionar su comunidad, pero sobre todo porque ha mostrado la capacidad que tiene de liderar a las comunidades en un escenario de crisis humanitaria que se ha agudizado por la ausencia del Estado. Los ataques a Francia constituyen una campaña de desprestigio para no permitir que surjamos con ella, porque los grandes poderes nos ven, en términos electorales, como sus contendores y porque temen que se les desmorone la pirámide del poder clasista y racial de que he hablado.
¿Cuánto hace que usted la conoce y cómo califica su liderazgo, que parece crecer de manera muy veloz?
Conocí a Francia en los ejercicios de capacitación y formación que se desarrollaban en el norte del Cauca, en época del gobierno Santos. Desde aquel tiempo, ella ya se destacaba no solo en la lucha de nuestros ancestros por conservar los territorios, sino también en su liderazgo frente al pueblo negro. Quisiera resaltar que realmente supe quién es Francia en 2017, cuando tuve que salir desplazada de mi territorio. A pesar de que estábamos en condiciones muy parecidas, ella me acogió con cuatro de mis cinco hijos en su casa. Compartimos techo y comida durante más de un mes. Es decir que no solo conozco a la líder que se muestra fuerte en los medios de comunicación y enfrenta los comentarios desagradables con que tratan de hacerle daño, sino que sé quién es el ser humano que habita en ella.
¿Usted es la mejor amiga y aliada afro de Francia en el norte del Cauca?
Sí. Francia es hija de este proceso y yo, como consejera mayor de la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca (ACONC), junto con estos la respaldamos e impulsamos. En la región nos sentimos bien representados y orgullosos del papel que hasta ahora ha desempeñado la hija del corregimiento de La Toma, en Suárez, la hija del norte del Cauca.
¿Cómo, cuándo y en cuáles áreas se ha desarrollado el liderazgo de ustedes?
Estuvimos en la movilización de mujeres en 2014. Acompañamos la lucha contra la minería ilegal en los territorios y tratamos de incidir tanto nacional como internacionalmente, visibilizando la crisis humanitaria y el olvido estatal de las comunidades negras en el norte del Cauca y en todo el país. También es importante resaltar que hemos hecho capacitaciones de apoyo y formación en materias de gobierno, gobernanza y gobernabilidad en cada uno de los consejos comunitarios del norte del Cauca, entre muchas otras labores que hemos desempeñado.
Si bien Francia es una lideresa fuerte, muy pocos esperaban que consiguiera tan alta votación: cerca de 800.000 votos, por encima de caciques como Alejandro Char y David Barguil, lo cual, desde luego, tiene sorprendido al mundo político. ¿A qué se debe, en su interpretación, su éxito electoral?
Nos han mirado como minoría, como personas que estamos divididas y que tenemos poca capacidad intelectual. Ver a una mujer de su condición, a quien no le ha temblado la voz para cantarle la tabla a cualquiera, ha potenciado su voz.
En los círculos políticos se habla de Francia como un fenómeno político. ¿Qué opina?
Estoy totalmente de acuerdo. Todas las mujeres del norte del Cauca nos sentimos Francia Márquez, desde la niña más pequeña hasta la mujer más adulta y en otras regiones, incluyendo las comunidades más alejadas del país, Francia también se ha convertido en un símbolo. Ella ha construido en el movimiento social lo que hoy está cosechando.
Los mismos personajes del mundo político a quienes me refiero también dicen que temen, si Francia gana junto con Petro, que ella llegue a desatar un ciclo de venganzas y racismo del otro lado. ¿Eso sería cierto?
No, desde luego, no. En Colombia se ha usado siempre el miedo como método de chantaje emocional para someter a las comunidades y para que el dominador siga reinando a costa del dominado. Hoy, el temor de los que dominan el sistema tiene que ver con que puedan estar en el poder quienes han sufrido el abandono estatal.
A su juicio, ¿cómo deben enfrentar las víctimas, entre ellas usted y la propia Francia, el odio racial y la discriminación social? ¿Cuáles acciones habría que emprender?
Hay que usar la legislación colombiana, pero sobre todo hay que llevar al otro a que vea el error en que persiste, estando en pleno siglo XXI. Mi papá me enseñó que uno no da de la mierda que ha recibido.
Esa expresión es un poco brusca. ¿Nace de la ira y de la exclusión?
No. Es una forma de hablar para significar que hay que corregir lo que está mal. Mi papá es un hombre de campo que, en lugar de castigar, ha buscado, siempre, crear conciencia entre sus hijos. Es por eso mismo que también nos dice que no hay que regalar un pescado sino enseñar a pescar. En resumen, esa frase no nace de sentimientos de ira y exclusión, sino de la intención de buscar la corrección, la motivación y la activación de la conciencia.
En consecuencia, ¿ustedes no responderán las agresiones?
Hemos creado, desde hace tiempo, bases sólidas, sobre todo entre la gente joven para que los términos despectivos no la dañen. No se han respondido los ataques porque estaríamos poniéndonos en el mismo bajo nivel y en igual grado de ignorancia de quienes están profiriendo insultos. Hemos luchado contra el racismo toda la vida. Y a pesar de ello, vamos hacia adelante.
Usted es lideresa en el occidente del país y consejera mayor de la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca (ACONC). Ha sido amenazada muchas veces. ¿Cuál episodio de discriminación que haya sufrido recuerda por doloroso?
En el momento en que hacía campaña para promocionar mi nombre con el fin de ser elegida vocera estudiantil en el colegio, un alumno de sexto grado usó una foto mía, le puso cachos y jeroglíficos en que denigraba de mi apariencia física y mi condición de mujer.
¿Los hombres negros padecen el mismo tipo de discriminación racial que las mujeres?
Sí. ¿No se dio cuenta de que en un partido de fútbol le lanzaron, a la cancha, bananos a un jugador negro y que, en Sábados Felices tenían a un humorista al que pintaban de negro?
Si eso es así, ¿cuál es su explicación, entonces, para que en esta campaña haya más ataques contra Francia que contra el exministro Murillo o el político Ceferino Mosquera?
Acabamos de terminar un proceso de litigio estratégico en la Corte Constitucional en que esta reconoce que el servicio militar no es obligatorio para el pueblo negro. Esta decisión fue apelada por el Ministerio de Defensa, que dice, entre sus argumentos para atacarla, que nuestra gente, a diferencia de las comunidades indígenas, es de mayor adaptabilidad. Como nos han tenido sometidos, lo que quiere decir el Ministerio es que somos más fáciles de dominar y de sacar del juego. De nuevo, la estrategia ha sido crear miedo con el conflicto en nuestros territorios. Yo siento que hombres y mujeres sufrimos con el mismo rigor el racismo estructural del país, pero hoy podemos superar esa barrera. Y por eso no debemos responder las provocaciones.
Ciertos miembros afrodescendientes se han prestado para servirles a causas políticas discriminatorias, tal vez por un buen salario o por recompensas económicas en dinero o en especie. ¿Esto es cierto o me equivoco?
No podemos olvidar que en Colombia y en el mundo globalizado, el miedo como método de dominación y el chantaje emocional han existido. Y que, muchas veces, por conservar un puesto, no solo la gente negra sino otras han terminado apoyando a candidatos que no representan nuestros intereses.
Entiendo que usted acepta que sí hay personas que han traicionado a los pueblos afro y reciben beneficios personales por ello...
Aún en las propias ofertas del Estado, se hace politiquería. En los lugares más desamparados de este país se han aprovechado de las bases de datos como la de Familias en Acción, por poner un ejemplo, para hacer clientelismo. Muchos de nuestros jóvenes pertenecen a las Fuerzas Militares porque les han vendido la idea de que ellas constituyen la empresa que brinda mayores garantías en términos de estabilidad laboral. Los jóvenes negros terminan haciendo pedagogía electoral entre sus familias y comunidades a favor de un partido político que no quiero mencionar. De nuevo aparece el miedo, en este caso, a perder la estabilidad económica. Es lo que llamo sometimiento mediante el chantaje emocional.
Desde su punto de vista, ¿qué sucedió en el proceso de elección de los candidatos a ganar las curules afro este año? ¿Quienes aspiraban a quedarse con esas curules sí representaban realmente a los afrodescendientes?
El que tiene más, quiere más, reza el dicho. Esos espacios han querido ocuparlos quienes se los ganan con dinero, no con el reconocimiento del pueblo. Ellos están en plataformas políticas que desconocen los intereses de la gente negra. Ahí vemos el caso de Polo Polo.
¿Es uno de los que trabaja para políticos que desconocen derechos de los pueblos negros?
Sí. Nuestra gente no puede seguir fortaleciendo el sistema que nos ha excluido por siglos y nos ha considerado inferiores. Ha llegado el momento de que el aporte a la construcción de país, por parte de la población negra, se pueda hacer desde adentro, en donde se toman las decisiones políticas.
“Estrategia para dividir más y para polarizar”
¿Cómo interpreta usted la actual “explosión” de aspirantes afrodescendientes a la Vicepresidencia de la República? ¿Es un reconocimiento de la importancia afro en la vida pública del país o es una demostración de conveniencia política y “maquillaje” social?9
El 13 de marzo obtuvimos el apoyo masivo a Francia (Márquez) en las urnas como producto del trabajo arduo que hicimos en los territorios para reivindicar nuestros derechos y para aportar a la construcción de país, a partir de nuestra cosmovisión. La escogencia de algunos otros candidatos obedece a un maquillaje social, como usted lo llama, o a la conveniencia política para que quienes han tenido poder, sigan perpetuándose en este, pues la presencia negra se encuentra en medio de un boom que les es útil para cautivar votos.
Contar con esos cinco candidatos afro a la Vicepresidencia, ¿significa o significará mejoría social y económica y mayor representación política para los habitantes de los territorios negros de Colombia?
Hablando, en términos generales, del boom negro en estas elecciones, nosotros creemos que la historia contará que esta fue una estrategia más del sistema para dividir y polarizar.
Rossana, una lideresa desde los 13 años de edad.
¿Dónde nació, cómo fue su niñez y adolescencia y cómo se convirtió en activista afro?
Nací en el municipio de Caloto (C.). Crecí con mi abuela y viví con ella hasta los 7 años. Cuando iba a estudiar, regresé al hogar de mis padres quienes siempre han sido líderes sociales. De hecho, fui secretaria de la junta de Acción Comunal desde los 13 años lo cual hizo que estuviera en medio de otros líderes. En grado 11 fui escogida como la personera estudiantil, la primera mujer en esa posición. Después, ya adulta, empecé a formarme en liderazgos más amplios.
¿Cuál es el objeto social de la Asociación de Consejos Comunitarios del norte del Cauca de la que usted es Consejera Mayor?
Promovemos la etno-educación y los derechos a las costumbres ancestrales y al desarrollo económico de nuestra comunidad negra. Nuestra presencia en esta región del país ha permitido que accedamos a las consultas previas. También nos ocupamos de fortalecer la justicia ancestral. Y propendemos por tener incidencia en el desarrollo departamental y en lograr un enfoque étnico en el Acuerdo de Paz, entre otras tareas.
