“No quiero terminar mi presidencia detrás de un computador”: Lidio García

El presidente del Senado, Lidio García, ha anunciado que retornarán a sesiones presenciales siempre y cuando los números de la pandemia lo permitan. Eso sí, deja claro que su modelo será muy diferente al que aprobó la Cámara de Representantes, pues considera que no tiene mucha gracia que vayan congresistas al Capitolio para conectarse a un computador y participar en un debate de manera remota. “La semipresencialidad es prácticamente lo mismo, con la diferencia de que esa persona no está en su casa, sino en el recinto”, dijo en entrevista con El Espectador.

La idea es la de implementar una especie de “pico y placa” parlamentario y que pueda haber una rotación de senadores entre el recinto de la plenaria y las oficinas, garantizando la participación de todos. García tiene claro que no quiere terminar su período de presidente del Congreso detrás de un computador, pero dice que su responsabilidad es proteger la vida de congresistas y funcionarios del Capitolio. También critica la decisión del presidente Iván Duque de abrir algunos sectores económicos, al considerar que el Gobierno parece no tener la información clara sobre los picos de la pandemia.

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¿Qué balance hace de este mes de sesiones remotas a través de canales virtuales en el Senado?

Pudimos hacerlo de manera virtual, acogiéndonos a lo que nos ha indicado el mundo y la vida misma con esta pandemia. Por primera vez en 209 años hubo un Congreso virtual, hemos tenido la presencia de todos los senadores en las sesiones, en debates que han permitido mantener la actividad legislativa al día. Hemos utilizado la aplicación Zoom profesional, que fue la que adoptamos para el ejercicio. El balance es positivo, nos hemos ido adaptando al nuevo sistema, teniendo en cuenta que deben prevalecer la vida y la salud de los congresistas y los empleados del Congreso. El miércoles tuvimos el primer debate de control político, que fue a los ministros de Hacienda y Salud, que fue citado por Jorge Enrique Robledo y Juan Luis Castro.

¿Ha habido mayor participación?

La participación ha sido mejor que en las plenarias presenciales, aunque hay cosas que debemos mejorar, porque esas aplicaciones fueron hechas para juntas empresariales, no para congresos. Cada día vamos sumando cosas para que los técnicos nuestros o de Zoom vayan adaptando la aplicación a las necesidades. El tiempo de los llamados a lista, por ejemplo, se ha ido reduciendo. Hoy la solicitud de palabra se hace por los teléfonos, pero ahí vamos saliendo adelante.

En la Comisión Primera de Senado se dijo que, en la práctica, el Senado estaba sin fuerza para hacer control político como consecuencia de la virtualidad, ¿cree lo mismo?

Esa prueba se hizo el miércoles y demostramos que se pudo hacer sin ningún tipo de problemas y con el mismo tiempo establecido, con la única diferencia de que es a través de un computador. Aquí hay una cantidad de posiciones políticas que se enfrentan, que todos conocemos. A unos les gusta la virtualidad y otros creen que es una locura, porque quieren estar en el escenario natural del Congreso. Pero tiene que primar la seguridad, la salud y la vida de todos. Como presidente del Senado, no puedo dejar que el recinto se convierta en foco de contagio. Algo claro es que yo no quiero terminar mi presidencia detrás de un computador, eso no es honroso ni agradable para mí. El que más quiere estar de manera presencial soy yo, pero debo ser responsable porque mañana puedo verme abocado a una sanción disciplinaria o penal si permito que, con mis decisiones, se infecten senadores o empleados.

La Cámara dio el paso a la semipresencialidad, ¿el Senado les seguirá en el camino?

Nosotros estamos programados para hacer sesiones presenciales la próxima semana, dependiendo de las circunstancias que tengamos de aquí al fin de semana. Si los números de la pandemia no nos favorecen, continuaremos de manera virtual, pero la idea es poder regresar el lunes 18 de mayo al Capitolio.

Usted está en Cartagena, ¿cuándo viaja a Bogotá?

Es posible que me vaya el domingo en la madrugada.

En término operativos, ¿cómo se desarrollará la sesión presencial?

Tenemos un protocolo de bioseguridad establecido. No estarían más de cuarenta senadores en la plenaria, el resto estaría en sus oficinas. No pueden entrar asesores, escoltas, ni visitantes. Solo irá el número necesario de funcionarios para que funcione el Congreso; es decir, solo los de Secretaría General. Implementaremos un “pico y placa” para que se pueda ir turnando el ingreso de senadores al recinto y nos vayamos rotando. Será un pico y placa parlamentario.

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O sea, ¿no habrá senadores delegados por bancadas, sino que el mecanismo es que participen todos?

Sí, a mí no me gusta esa figura que se ha propuesto en la Cámara de semipresencialidad. O son presenciales o son virtuales. Ese mecanismo de la Cámara es lo mismo, porque si estás de manera presencial, vas a estar conectado a una cámara a través de un computador para dirigirte a la plenaria. La semipresencialidad es prácticamente lo mismo, con la diferencia de que esa persona no está en su casa, sino en el recinto. También hay que tener en cuenta que habrá senadores que no podrán asistir por cuestiones de edad, salud o senadoras en embarazo. Hay otros que tienen temores y dicen que no asisten porque tienen su familia y no se quieren infectar. Algunos dicen que así haya sesiones presenciales no van a ir. Estamos haciendo un análisis para ver qué tanta disposición hay.

En caso de los senadores que están fuera del país, como Gustavo Petro, ¿cómo se manejaría su justificación?

Deberán tener un permiso ajustado a las normas en el que se justifique por qué no asisten de manera presencial. Si las excusas de quienes no asistan no son viables, se les pondrá la falla.

¿Qué le ha dicho su equipo de abogados respecto a la legalidad de las sesiones remotas y ahora con las semipresenciales, o ese híbrido que se propone?

Esa es una de las disyuntivas porque hay distintas posiciones, ya que no tenemos establecidas las sesiones virtuales en la Ley Quinta, y lo estamos haciendo a través de un decreto del estado de emergencia, que permite a los cuerpos legislativos sesionar de manera virtual. Pero eso no está establecido en la ley ni en la Constitución. Nosotros nunca pensamos que esto nos iba a suceder y no nos modernizamos durante 28 años que tiene esa ley. La pandemia agarró de sorpresa a todo el mundo, nunca previmos que esto podía suceder. En entrevista del presidente de la Corte Constitucional y en conversaciones con magistrados se ha demostrado que lo que hoy hacemos es legal y, si ellos se están reuniendo de manera virtual, ¿por qué no lo haría el Congreso? Sin embargo, hoy no hemos votado ningún proyecto y lo haremos de manera presencial para evitar cualquier conflicto jurídico. La última palabra la tiene la Corte Constitucional.

Usted, que está en la línea de cuidar la salud de la gente, ¿qué opina de la reapertura que el Gobierno ha hecho de varios sectores de la economía?

Indudablemente el país está en una crisis económica y hay que reactivar la economía, pero hay que poner la balanza. ¿Qué vale más: la vida o la economía? Todos los meses dicen que el pico de la pandemia es entre tal fecha y tal fecha, pero también cambian todos los días. No hay una posición contundente sobre el pico o la curva de ascenso. Siento que la gente se está despreocupando, cada día está más tranquila y eso es inquietante. En Cartagena, que es en donde yo vivo, tenemos la mortalidad más grande y otras ciudades están desbordadas con los contagios. Había que darle la posibilidad de reabrir a muchos sectores, pero con más restricciones y se ha debido limitar el número de personas en las construcciones, por ejemplo, porque la gente no está haciendo caso a los llamados. Si se hubiese cerrado el país unos diez días más, hubiésemos evitado más contagiados. A los empresarios no les gusta esta posición, pero la vida prevalece.

¿Se apresuró el Gobierno?

Para mí, el Gobierno ha debido esperar unos días más para reactivar la economía.

Hay una propuesta de renta básica para al menos siete millones de hogares, ¿es viable?

Esa renta básica beneficiaría a más de 35 millones de colombianos. Es una propuesta interesante para ayudar a los más necesitados y es bien vista en el Congreso, pero las cuentas no pueden ser tan alegres. Tenemos que ver cómo están las finanzas del país y qué posibilidad hay para ponerla en marcha. Tuvimos una reunión con el ministro de Hacienda sobre esa iniciativa y sería una salida para solventar la crisis durante tres meses, pero la crisis no va a durar tan poco y los problemas económicos podrían duran más de un año. Esa iniciativa cuenta con todo mi respaldo y ojalá el Gobierno la pueda solventar.