No se deje engañar: información falsa se intensifica a días del paro 

A poco más de una semana para el paro del próximo jueves 21 de noviembre –convocado por centrales obreras y organizaciones sociales, estudiantiles y de oposición política– no deja de ser tenso el ambiente y persisten los ánimos caldeados. Muestra de ello es el debate que se libra en redes sociales y que ahora ha escalado a la difusión de contenidos falsos y tergiversados, que buscan inclinar la balanza y manipular a las audiencias. 

En contexto: El caldeado ambiente en torno al paro del 21 de noviembre

De allí que, simulando ser información verificada y contrastada por El Espectador, se estén divulgando supuestos informes periodísticos bajo los sellos de esta casa editorial. Por un lado, con el rótulo de la sección Economía, está circulando una imagen de una falsa noticia titulada “Gustavo Petro habría contratado más de 34.000 buses para movilizar protestantes a Bogotá”. 

Por el otro lado, fue divulgada una imagen con la fotografía del excandidato presidencial Sergio Fajardo y titulada “Si yo fuera presidente, también hubiera dado la orden de bombardear”, en referencia a los hechos que suscitaron la renuncia del exministro de Defensa, Guillermo Botero, por el supuesto ocultamiento de la muerte de ocho menores durante una operación militar a finales de agosto pasado en zona rural de San Vicente del Caguán, en Caquetá. 

Lea también: Es falso que Uribe renunció y será el nuevo mindefensa

Como se mencionó previamente, detrás de todo este caldeado ambiente está la movilización nacional de protesta. Según los organizadores del paro, este se da en contra de la reforma laboral que se planea implementar; contra le anunciada reforma pensional, que según los sindicatos apunta a quitar derechos y privatizar Colpensiones; contra la venta de algunas entidades estatales; contra la corrupción, el aumento de las tarifas de energía y la rebaja de impuestos a las grandes multinacionales para imponer más tributos a la clase media.  

También reclaman por un salario mínimo digno; por el cumplimiento de los acuerdos firmados con profesores, trabajadores estatales, estudiantes, indígenas y el agro, y por la defensa misma de la protesta social, que algunos sectores insisten en que se debe regular. 

Argumentos que, como lo ha dicho el presidente Iván Duque, están fundamentados en “mentiras” y lo que buscan es “incendiar la sociedad y que haya pugnacidad entre los colombianos”. De hecho, el mandatario advirtió que se está promoviendo que la protesta sea “a través de la violencia”.  

“Tenemos que pararnos firmes como sociedad, ponernos la mano en el corazón y reconocer que no es a través de la violencia, que no es a través de las agresiones, como logramos las transformaciones sociales”, dijo el jefe de Estado, quien ha recalado que las reformas a proponer en materia laboral y pensional serán llevadas, antes que todo, a la Mesa de Concertación. 

A poco más de una semana para el paro del próximo jueves 21 de noviembre –convocado por centrales obreras y organizaciones sociales, estudiantiles y de oposición política– no deja de ser tenso el ambiente y persisten los ánimos caldeados. Muestra de ello es el debate que se libra en redes sociales y que ahora ha escalado a la difusión de contenidos falsos y tergiversados, que buscan inclinar la balanza y manipular a las audiencias. 

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De allí que, simulando ser información verificada y contrastada por El Espectador, se estén divulgando supuestos informes periodísticos bajo los sellos de esta casa editorial. Por un lado, con el rótulo de la sección Economía, está circulando una imagen de una falsa noticia titulada “Gustavo Petro habría contratado más de 34.000 buses para movilizar protestantes a Bogotá”. 

Por el otro lado, fue divulgada una imagen con la fotografía del excandidato presidencial Sergio Fajardo y titulada “Si yo fuera presidente, también hubiera dado la orden de bombardear”, en referencia a los hechos que suscitaron la renuncia del exministro de Defensa, Guillermo Botero, por el supuesto ocultamiento de la muerte de ocho menores durante una operación militar a finales de agosto pasado en zona rural de San Vicente del Caguán, en Caquetá. 

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Como se mencionó previamente, detrás de todo este caldeado ambiente está la movilización nacional de protesta. Según los organizadores del paro, este se da en contra de la reforma laboral que se planea implementar; contra le anunciada reforma pensional, que según los sindicatos apunta a quitar derechos y privatizar Colpensiones; contra la venta de algunas entidades estatales; contra la corrupción, el aumento de las tarifas de energía y la rebaja de impuestos a las grandes multinacionales para imponer más tributos a la clase media.  

También reclaman por un salario mínimo digno; por el cumplimiento de los acuerdos firmados con profesores, trabajadores estatales, estudiantes, indígenas y el agro, y por la defensa misma de la protesta social, que algunos sectores insisten en que se debe regular. 

Argumentos que, como lo ha dicho el presidente Iván Duque, están fundamentados en “mentiras” y lo que buscan es “incendiar la sociedad y que haya pugnacidad entre los colombianos”. De hecho, el mandatario advirtió que se está promoviendo que la protesta sea “a través de la violencia”.  

“Tenemos que pararnos firmes como sociedad, ponernos la mano en el corazón y reconocer que no es a través de la violencia, que no es a través de las agresiones, como logramos las transformaciones sociales”, dijo el jefe de Estado, quien ha recalado que las reformas a proponer en materia laboral y pensional serán llevadas, antes que todo, a la Mesa de Concertación.