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“No tengo ninguna inhabilidad”: candidato liberal al CNE

Altus Alejandro Baquero es uno de los candidatos a magistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE) por el Partido Liberal. Responde a los cuestionamientos por supuestamente no tener los 15 años como profesional que se requieren para el cargo, asegura no tener padrino político, como algunos insinúan, y dice que hay juego sucio en su contra.

William Acero Arango / ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR
22 de agosto de 2022 - 11:30 a. m.
Baquero es actualmente secretario general de la defensoría del Pueblo.
Baquero es actualmente secretario general de la defensoría del Pueblo.
Foto: Archivo particular

Recientemente se conoció la lista de los inscritos en el Congreso por partidos y movimientos políticos para ocupar las nueve sillas del Consejo Nacional Electoral (CNE). Una elección que debe realizarse está semana por parte de senadores y representantes a la Cámara. La fecha programada por ahora es este miércoles 24 de agosto.

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El Partido Liberal, que de acuerdo a las votaciones en las legislativas de marzo pasado tiene derecho a dos cupos en el alto tribunal electoral, postuló a Benjamín Ortiz Torres y Altus Alejandro Baquero, el primero, secretario general de la Registraduría y el segundo, actual secretario de la Defensoría del Pueblo. Sin embargo, seguramente previendo dificultades, también anotó como segunda opción a Harry Giovanni González y Ángel María Preciado.

¿Qué tipo de dificultades? Demandas por posibles inhabilidades o falta de requisitos de algunos de los dos candidatos principales, algo que ya se ha puesto sobre la mesa y que tiene que ver, en concreto, con Baquero, de quien se dice no tiene los 15 años de ejercicio profesional que se requieren para ser magistrado del CNE. En diálogo con El Espectador, el postulado da sus explicaciones, reafirma su filiación partidista, niega tener padrino político y habla de la propuesta de reforma política hecha por el gobierno Petro y de la necesidad de fortalecer al alto tribunal electoral, en cuanto a su independencia administrativa y autonomía financiera.

Siempre ha sido tema de debate el origen netamente político del Consejo Nacional Electoral y muchos insisten en que eso debe cambiarse, ¿usted qué piensa?

No creo que se debe cambiar. Yo veo que se ha ido mejorando sustancialmente y lo importante es que lleguen personas que tengan un alto perfil académico y que conozcan a fondo el sistema electoral colombiano. Con la sentencia C-230A de 2008, la Corte Constitucional diferenció muy bien las funciones de la Registraduría y del CNE. La Registraduría sigue siendo un órgano mucho más técnico que el CNE, que es un órgano político. ¿Por qué es político? Porque todas las apreciaciones que se hacen son sobre el país político, sobre los partidos y movimientos políticos, las candidaturas, los mecanismos de financiación de las campañas, las firmas encuestadoras, el acceso a los medios de comunicación. El CNE tiene que ver con todo lo de las campañas y es lo que entra a evaluar.

¿Usted cree que le faltan dientes al CNE, teniendo en cuenta que son un apéndice de la Registraduría y que no son totalmente autónomos?

Tenemos que seguir trabajando en la independencia y en la autonomía del Consejo, dar un giro importante para la buena administración y se le debe dotar de más instrumentos administrativos y financieros para seguir con las buenas decisiones y todas las investigaciones pertinentes.

Hablemos de su candidatura, ¿por qué cree que debe llegar al CNE?

Tengo la preparación que se requiere, me he desempeñado con lujo de detalles en los cargos que me han encomendado, tengo los estudios y el conocimiento del sistema electoral, he trabajado al lado de uno de los hombres que más conoce el sistema electoral en Colombia, como lo es el doctor Carlos Ariel Sanchez, quien fue magistrado del CNE y registrador nacional en dos oportunidades. Tengo pregrado, posgrado, maestría y doctorado, y he estudiado a fondo cada una de esas variables del CNE.

¿Usted es liberal?

Si, claro.

¿Desde cuándo? ¿Cómo llegó al partido?

Desde siempre, soy de familia liberal. Mi abuelo fue uno de los grandes liberales del país, fue diputado por el partido y el hermano mayor de mí padre fue representante a la Cámara por Bogotá, concejal y presidente del partido. He tenido mucha ascendencia dentro de la colectividad.

¿Quién es su padrino político?

No tengo ningún padrino político, es el Partido Liberal el que hizo la postulación de mi candidatura ante el Congreso. Es realmente la colectividad la que respalda mi aspiración de llegar al CNE.

Pues hay quienes dicen que usted es la ficha del defensor del Pueblo, Carlos Camargo…

Lo conozco desde hace mucho tiempo, más de 15 años, y hemos tenido una relación no solo personal, sino académica. Pero yo no soy ficha de nadie. Lo que tenemos es el apoyo de una colectividad, de un partido, tal como lo señala la Constitución y la ley.

Hay cuestionamientos respecto de que usted no llena los requisitos para ser magistrado, en concreto, que no tiene los 15 años desde su grado como abogado, ¿qué decir de esto?

Frente a esas apreciaciones es muy sencillo verificar: la fecha de grado y de pregrado de la Universidad del Rosario fue del 22 de agosto de 2007 y, si usted suma, desde ese momento hasta el 22 de agosto de 2022, están claramente los 15 años. La elección es el 24 de agosto, aquí no hay convocatoria y está solo la ley que ampara la elección de los magistrados. De hecho, en 2018 el Congreso le consultó al Consejo de Estado si se debería hacer una convocatoria pública para dicha elección y este tribunal señalo categóricamente que no, que este tema es de opción de los partidos y movimientos políticos, y que no se debe hacer otra cosa distinta a la postulación.

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O sea, llena todos los requisitos…

Sí, llenamos todos los requisitos.

Pero usted no presentó en su postulación el tema de los 15 años, además no lo dice en la hoja de vida…

No, es que para cada nombramiento los requisitos son distintos y en la hoja de vida que esta colgada en el SIGEP está lo que se requería cuando me presente para el cargo de secretario general de la Defensoría del Pueblo.

El gobierno Petro anunció la presentación de una reforma política, ¿en qué sentido cree que esta debe ir si llega al CNE?

Dentro de los acuerdos de paz se planteó una reforma política que no se ha terminado de consolidar y que involucra al tribunal electoral, apuntando a que sea un poco más diverso en su composición, más heterogéneo a la hora de verificar cada uno de los perfiles que lo componen. Bienvenida esa reforma política, pro eso sí, debe ser muy bien estudiada.

Por ejemplo, el periodo de los actuales magistrados del CNE es de cuatro años y hay quienes consideran que debería ser como el de las altas cortes, o sea, de ocho años…

No me gusta. Creo que podría haber una falencia, porque según la conformación del CNE obedece a la organización de las fuerzas políticas y a un principio superior, que es el de la separación de poderes y la alternancia del poder. Nuestro país es una república y su esencia es precisamente eso, que cada que se elige un nuevo Congreso se debe dar la elección de los nuevos magistrados del CNE.

¿Ser magistrado del CNE era una de sus metas de vida?

Sí, es una preparación que estoy haciendo desde hace muchos años. Aquí hay sacrificio, constancia, disciplina, dedicación, esfuerzo y mucho estudio. Toda la vida he tenido afinidad por la política.

Cuando se dan estas postulaciones comienzan a escucharse muchos rumores, ¿hay un juego sucio con eso de que usted no cumple con los requisitos? ¿quién puede estar detrás de todo eso?

Triste que algunos de los otros candidatos quieran cabalgar sobre la honra y el buen nombre de las personas por tratar de alcanzar una dignidad. Creo que los hechos de las personas son la tarjeta de presentación de cada ser humano. Por sus actuaciones y resultados los conoceréis. Ese es mi caso: mi vida la pueden esculcar y examinar con toda la rigurosidad, todos los colombianos y mis electores en el Senado y la Cámara de Representantes.

Dice que siempre ha tenido afinidad por la política, ¿hasta dónde quiere llegar?

Cada día trae su afán. Lo que quiero es seguir aportando todo lo que aprendí de mis maestros, de la vida y de tantas personas que lo rodean a uno. Y dar lo mejor de mí si el Congreso me elige como magistrado del CNE.

Por William Acero Arango / ESPECIAL PARA EL ESPECTADOR

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