Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              07 de marzo de 2020 - 08:45 p. m.

                                                                                                                              “Nos convertimos en víctimas desde muchas dimensiones”: Carlos Medellín Becerra

                                                                                                                              El hijo del magistrado Carlos Medellín Forero, magistrado de la Corte Suprema muerto durante el holocausto del Palacio de Justicia en noviembre de 1985, y su reflexión sobre los 30 años de la paz con el M-19.

                                                                                                                              Carlos Medellín Becerra*

                                                                                                                              A la izquierda, Carlos Medellín Forero (1928-1985), magistrado de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. A la derecha, Carlos Medellín Becerra, hijo del magistrado. / Archivo El Espectador

                                                                                                                              El 6 de noviembre de 1985 nos volvimos, como muchos colombianos, víctimas del conflicto armado. En realidad todo sucedió muy rápido. Ese día mi padre, Carlos Medellín Forero, magistrado de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, salió muy temprano de la casa para dar clase de Derecho romano en el Externado a las 7 a.m. Era un miércoles. Para ese día, había citada reunión de sala en las horas de la mañana para discutir la constitucionalidad del Tratado de Extradición. Pablo Escobar estaba al tanto y al acecho con su ya famosa cobardía armada.

                                                                                                                              Para conveniencia de los victimarios, el Palacio de Justicia estaba sin protección de la fuerza pública. Esto favoreció la puesta en marcha de la operación “Antonio Nariño por los Derechos del Hombre”, por parte de la organización guerrillera M-19 para exigir el cumplimiento de los acuerdos de paz y la declaratoria de inconstitucionalidad de la extradición, entre otras demandas.

                                                                                                                              A partir de ese momento todo fue una sucesión de errores, arbitrariedades, violación de los derechos humanos, comisión de muchos delitos, desgobierno, locura colectiva y fuego indiscriminado, con un resultado aterrador para las familias de magistrados, funcionarios, visitantes, miembros de la fuerza pública y guerrilleros. Hoy el país no se ha recuperado del holocausto.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Le puede interesar: “El legado del M-19 a Colombia es la paz”: Antonio Navarro Wolff

                                                                                                                              Nos convertimos en víctimas desde muchas dimensiones. La primera de ellas, víctimas del manejo malintencionado de la información oficial. Desde las primeras horas del suceso, la confusión sobre los hechos fue dramática. Ocultaron la verdad. La transformaron. La amañaron. La escondieron. Los que tuvimos la penosa experiencia de ver en vivo y en directo lo que pasó no fuimos escuchados. Incluso, fuimos señalados de amigos de los terroristas o cómplices del Gobierno.

                                                                                                                              Las investigaciones que empezaron a realizarse en diferentes instancias estuvieron marcadas por eso: las mentiras o las versiones amañadas de los victimarios. El proceso de paz que el siguiente Gobierno adelantó con el M-19 se construyó sobre la no verdad, la no justicia y la nula reparación. Hay que recordar que todo eso sucedió en una época en la que las exigencias actuales del derecho no existían y, por lo tanto, las voces de las víctimas no fueron escuchadas. Simplemente se dijo: “La paz está por encima de todo”.

                                                                                                                              Y como el fin justifica los medios, la amnistía y el indulto a los miembros del M-19 se otorgó de manera absoluta a cambio de absolutamente nada. Si el Estado no juzgó a los responsables de la criminal acción, mucho menos juzgó a los responsables de la masacre y del holocausto final. Fue una paz construida sobre indultos y amnistías. Pero sin perdón y sin olvido. Salvo algunas excepciones, en el Gobierno y en el Congreso se apoyó esta manera de proceder. Es más, cuando años más tarde se intentó reabrir la investigación contra el M-19, rápidamente se tramitó en el Legislativo un segundo indulto para asegurar la impunidad de todos.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              ¿Se logró la paz con ese movimiento guerrillero? La respuesta es contundente: sí. Y el Estado colombiano ha cumplido. ¿A qué precio? La respuesta también es clara: a cambio de la impunidad y la mentira. El balance es agridulce. Dulce en la desaparición de un movimiento terrorista; agrio en mantener una herida que no sana y que sigue exigiendo verdad y justicia.

                                                                                                                              Después de 35 años, las investigaciones no han terminado y aún se sigue buscando la verdad en los despachos judiciales con un precio altísimo en la dignidad humana de quienes aún sufrimos la pérdida de nuestros seres queridos, en aquellos que vieron manipulados los restos de sus familiares enterrados en fosas comunes o equivocadas. La verdad de lo ocurrido deambula expósita entre expedientes y ataúdes.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Con los años seguimos creyendo que es mejor la paz y no la guerra, el perdón y no el odio, la justicia y no la venganza; pero debo decir también que todo esto sería más fácil si hubiera un reconocimiento sobre la verdad y un real arrepentimiento de los victimarios.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Es decir, una conciencia real sobre lo sucedido en términos de sentir que se hizo algo mal, equivocado. Y eso no ha sucedido. Los asaltantes se limitan a decir que fue un “error histórico”, pero en privado señalan que si se repitiera la historia lo volverían a hacer. Los responsables del holocausto, como resultado del accionar indiscriminado de la fuerza, siguen creyendo que se actuó bien; que el objetivo de eliminar a los terroristas se consiguió a sangre y fuego y que los rehenes muertos fueron el precio que se debía pagar para “salvar la democracia, maestro”. Jurídicamente se podría decir que no existe en ellos una conciencia sobre la ilicitud de sus acciones. Eso es lo más complicado en la construcción del perdón.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Pero afortunadamente, poco a poco, se va conociendo todo. Poco a poco el país se va enterando de los hechos como nosotros los vimos y vivimos en esos días. La sentencia de la Corte Suprema de Justicia, en la que ratificó la condena del general (r) Jesús Armando Arias Cabrales, en septiembre del año pasado, es quizás lo más completo y serio que se ha dicho desde entonces. Falta todavía parte de la verdad y esperamos que la JEP y la Comisión de la Verdad se ocupen del tema lo más pronto posible. Esconder la masacre del Palacio de Justicia no ha sido, no es y no será posible si queremos vivir en un país decente y digno para nuestros hijos y nietos.

                                                                                                                              *Exministro de Justicia, abogado de la Universidad Externado de Colombia, especializado en Derecho administrativo en la Université de Droit D’Economie et de Sciences Sociales de París. Profesor titular de la cátedra de Derecho Romano de la Universidad del Rosario y miembro de la Academia Colombiana de Jurisprudencia desde 2016.

                                                                                                                              A la izquierda, Carlos Medellín Forero (1928-1985), magistrado de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. A la derecha, Carlos Medellín Becerra, hijo del magistrado. / Archivo El Espectador

                                                                                                                              El 6 de noviembre de 1985 nos volvimos, como muchos colombianos, víctimas del conflicto armado. En realidad todo sucedió muy rápido. Ese día mi padre, Carlos Medellín Forero, magistrado de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, salió muy temprano de la casa para dar clase de Derecho romano en el Externado a las 7 a.m. Era un miércoles. Para ese día, había citada reunión de sala en las horas de la mañana para discutir la constitucionalidad del Tratado de Extradición. Pablo Escobar estaba al tanto y al acecho con su ya famosa cobardía armada.

                                                                                                                              Para conveniencia de los victimarios, el Palacio de Justicia estaba sin protección de la fuerza pública. Esto favoreció la puesta en marcha de la operación “Antonio Nariño por los Derechos del Hombre”, por parte de la organización guerrillera M-19 para exigir el cumplimiento de los acuerdos de paz y la declaratoria de inconstitucionalidad de la extradición, entre otras demandas.

                                                                                                                              A partir de ese momento todo fue una sucesión de errores, arbitrariedades, violación de los derechos humanos, comisión de muchos delitos, desgobierno, locura colectiva y fuego indiscriminado, con un resultado aterrador para las familias de magistrados, funcionarios, visitantes, miembros de la fuerza pública y guerrilleros. Hoy el país no se ha recuperado del holocausto.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Le puede interesar: “El legado del M-19 a Colombia es la paz”: Antonio Navarro Wolff

                                                                                                                              Nos convertimos en víctimas desde muchas dimensiones. La primera de ellas, víctimas del manejo malintencionado de la información oficial. Desde las primeras horas del suceso, la confusión sobre los hechos fue dramática. Ocultaron la verdad. La transformaron. La amañaron. La escondieron. Los que tuvimos la penosa experiencia de ver en vivo y en directo lo que pasó no fuimos escuchados. Incluso, fuimos señalados de amigos de los terroristas o cómplices del Gobierno.

                                                                                                                              Las investigaciones que empezaron a realizarse en diferentes instancias estuvieron marcadas por eso: las mentiras o las versiones amañadas de los victimarios. El proceso de paz que el siguiente Gobierno adelantó con el M-19 se construyó sobre la no verdad, la no justicia y la nula reparación. Hay que recordar que todo eso sucedió en una época en la que las exigencias actuales del derecho no existían y, por lo tanto, las voces de las víctimas no fueron escuchadas. Simplemente se dijo: “La paz está por encima de todo”.

                                                                                                                              Y como el fin justifica los medios, la amnistía y el indulto a los miembros del M-19 se otorgó de manera absoluta a cambio de absolutamente nada. Si el Estado no juzgó a los responsables de la criminal acción, mucho menos juzgó a los responsables de la masacre y del holocausto final. Fue una paz construida sobre indultos y amnistías. Pero sin perdón y sin olvido. Salvo algunas excepciones, en el Gobierno y en el Congreso se apoyó esta manera de proceder. Es más, cuando años más tarde se intentó reabrir la investigación contra el M-19, rápidamente se tramitó en el Legislativo un segundo indulto para asegurar la impunidad de todos.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              ¿Se logró la paz con ese movimiento guerrillero? La respuesta es contundente: sí. Y el Estado colombiano ha cumplido. ¿A qué precio? La respuesta también es clara: a cambio de la impunidad y la mentira. El balance es agridulce. Dulce en la desaparición de un movimiento terrorista; agrio en mantener una herida que no sana y que sigue exigiendo verdad y justicia.

                                                                                                                              Después de 35 años, las investigaciones no han terminado y aún se sigue buscando la verdad en los despachos judiciales con un precio altísimo en la dignidad humana de quienes aún sufrimos la pérdida de nuestros seres queridos, en aquellos que vieron manipulados los restos de sus familiares enterrados en fosas comunes o equivocadas. La verdad de lo ocurrido deambula expósita entre expedientes y ataúdes.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Con los años seguimos creyendo que es mejor la paz y no la guerra, el perdón y no el odio, la justicia y no la venganza; pero debo decir también que todo esto sería más fácil si hubiera un reconocimiento sobre la verdad y un real arrepentimiento de los victimarios.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Es decir, una conciencia real sobre lo sucedido en términos de sentir que se hizo algo mal, equivocado. Y eso no ha sucedido. Los asaltantes se limitan a decir que fue un “error histórico”, pero en privado señalan que si se repitiera la historia lo volverían a hacer. Los responsables del holocausto, como resultado del accionar indiscriminado de la fuerza, siguen creyendo que se actuó bien; que el objetivo de eliminar a los terroristas se consiguió a sangre y fuego y que los rehenes muertos fueron el precio que se debía pagar para “salvar la democracia, maestro”. Jurídicamente se podría decir que no existe en ellos una conciencia sobre la ilicitud de sus acciones. Eso es lo más complicado en la construcción del perdón.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Pero afortunadamente, poco a poco, se va conociendo todo. Poco a poco el país se va enterando de los hechos como nosotros los vimos y vivimos en esos días. La sentencia de la Corte Suprema de Justicia, en la que ratificó la condena del general (r) Jesús Armando Arias Cabrales, en septiembre del año pasado, es quizás lo más completo y serio que se ha dicho desde entonces. Falta todavía parte de la verdad y esperamos que la JEP y la Comisión de la Verdad se ocupen del tema lo más pronto posible. Esconder la masacre del Palacio de Justicia no ha sido, no es y no será posible si queremos vivir en un país decente y digno para nuestros hijos y nietos.

                                                                                                                              *Exministro de Justicia, abogado de la Universidad Externado de Colombia, especializado en Derecho administrativo en la Université de Droit D’Economie et de Sciences Sociales de París. Profesor titular de la cátedra de Derecho Romano de la Universidad del Rosario y miembro de la Academia Colombiana de Jurisprudencia desde 2016.

                                                                                                                              Por Carlos Medellín Becerra*

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar