¿Cómo le fue a la Alianza Verde en la entrega de avales?
Más que un ejercicio de entrega de avales, lo nuestro fue definición de candidatos, configuración de listas y decisión de alianzas y coaliciones, siempre pensando en mantener el perfil independiente del partido y cumplir con lo que nosotros denominamos el “sello verde”, es decir, que sean aspiraciones comprometidas con el ideario de la Alianza Verde. Son cinco las prioridades programáticas: en medio ambiente, en inclusión social, en participación y paz, en seguridad y en transparencia.
¿Cuántos avales entregaron?
Unos 9.120 en todo el país, con apuestas importantes. Por ejemplo, en gobernaciones aspiramos a ganar con Camilo Romero en Nariño, Carlos Andrés Amaya en Boyacá y Sorrel Aroca en Putumayo, entre otros. Y en cuanto a alcaldías de ciudades capitales, tenemos a Carlos Vicente de Roux en Bogotá, Alonso Salazar en Medellín, Rodrigo Lara en Neiva, David Castilla en Cúcuta y Evelio Daza en Valledupar.
Sin embargo, hay regiones en las que invitan a votar en blanco...
Precisamente por esa pulcritud con la que hemos querido tomar nuestras decisiones, en algunos sitios donde no teníamos ni confianza ni certeza, y en donde además simbólicamente era importante el voto en blanco, decidimos llamar a votar así. Por ejemplo en Sucre, por todo el fenómeno de Yahír Acuña y todo ese fantasma que rodea la política en ese departamento. En La Guajira no quisimos comprometernos en la confrontación entre el “kikismo” y el “antikikismo”, y en Magdalena había la idea de apoyar a Joaquín José Vives en su enfrentamiento con Rosa Cotes, que es la candidata de los sectores que vienen de la parapolítica, pero al final se decidió que no. Lo mismo sucedió en Guainía y en Vaupés.
¿Qué criterio tuvieron para hacer coaliciones y alianzas?
El más importante fue que donde hubiese candidatos asociados a fenómenos de corrupción o de ilegalidad, ahí no vamos a estar. Un segundo criterio es que nuestro logo no va a aparecer con el del Centro Democrático.
¿Por qué?
Porque tenemos opiniones distintas, principalmente en el tema de la paz. Para nosotros, los gobiernos locales son claves para un posconflicto sostenible en los territorios. En estas elecciones, en algunas zonas más que en otras, está en juego el compromiso de los gobiernos locales con el cumplimento de los acuerdos a los que eventualmente se llegue con las Farc en La Habana. Nos parece inconcebible que gobernantes ligados a sectores que participaron en la guerra y que fueron victimarios, sean ahora los que tengan que administrar el posconflicto.
Pero en algunas regiones va a ganar el uribismo…
Pero no con el compromiso nuestro y en esos sitios haremos oposición y exigiremos que esos gobiernos se comprometan con los inmensos desafíos del posconflicto.
¿Por qué la entrega de avales se ha convertido en un dolor de cabeza para todos los partidos?
Más que un dolor de cabeza, es una prueba de fuego. Aquí lo que se mide es qué tan consecuente y coherente es un partido en su organización interna, en la definición de sus candidatos y en el ofrecimiento de propuestas programáticas que corresponden con su ideario. En Colombia no hay delito de sangre, pero sí hay política de sangre. Y hay candidatos que aun cuando no estén vinculados a procesos disciplinarios, penales y fiscales, heredan las votaciones de sus padres, tíos, esposos o cuñados, que sí han estado cuestionados.
¿Por qué Claudia López renunció a la comisión de entrega de avales?
Había opiniones encontradas. Ella no estuvo de acuerdo con apoyar a León Mario Montoya en Itagüí y David Castilla en Cúcuta. Todos conocemos su carácter y vehemencia, pero finalmente volvió a la comisión, se rediscutieron los temas y lo de Cúcuta lo mantuvimos con algunas precisiones y en Itagüí revocamos la decisión y se dejó a nuestros militantes en libertad de votar.
¿Por qué no le querían dar el aval a Michel Maya para la Alcaldía de Cali?
Nunca se le negó y siempre se tuvo claro el respaldo a su candidatura. Lo que pasa es que hubo una circunstancia adicional a la que teníamos que darle un buen manejo y era que nuestro senador, Jorge Iván Ospina, desde antes de llegar al Partido Verde, tenía una relación política y de amistad con Angelino Garzón y consideraba que lo mejor era hacer una coalición con él. Fue una discusión interna, pero nunca estuvo en entredicho el aval.
Maya es muy crítico con la dirigencia del partido e incluso dice que no puede ser que Jorge Iván Ospina haya llegado a mandar…
Eso es un conflicto entre establecidos y recién llegados. El que uno esté en el partido no le otorga condición de superioridad en militancia y pertenencia con el que recién llega. Me parece injusto que Michel haya dicho apresuradamente que no le íbamos a dar el aval, cuando ni siquiera lo habíamos discutido en la comisión.
¿Y no influyó Jorge Iván Ospina en el aval a la Gobernación del Valle para su hermano Mauricio?
No hubo una sola palabra suya en relación con ese asunto. Es más, él se retiró de la comisión nacional de avales para no participar en ese tema
¿Entonces Jorge Iván Ospina tiene vía libre para apoyar a Angelino?
El partido tiene un candidato en Cali que es Michel Maya. Lo que hemos aceptado es una circunstancia particular de Jorge Iván que lo compromete a él como persona, mas no a la Alianza Verde. Ahora, hay que ver qué pasa y cómo evoluciona la campaña, no sólo en Cali sino en todo el país, para tomar decisiones oportunas y apropiadas.
¿Me está queriendo decir que en ciertos sitios, donde la campaña de su candidato no despegue, existe la posibilidad de hacerse a un lado?
No, nosotros vamos hasta el final, como lo hace cualquier partido. Pero por supuesto que tenemos que examinar cómo evoluciona la competencia electoral, aquí y en cualquier parte.
¿Cuando dice “aquí” se refiere a Bogotá?
No, hablo de que eso es lo que hacen los partidos en todo el mundo. Y para que no le quepa la menor duda, en Bogotá vamos con Carlos Vicente de Roux hasta el final.