Nuevos ministros, al tablero

 En un debate en la Comisión Quinta de la Cámara, el representante Wilson Arias denunció la supuesta compra irregular de tierras baldías por parte de familiares del ministro del Interior, Aurelio Iragorri Valencia, al tiempo que cuestionó al ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, de quien dijo tendrá que declararse impedido para asuntos que traten no sólo el tema de la palma sino de casi todo el sector.

“Es necesario que el Gobierno le cuente al país cuál es el interés que tienen algunos de sus más altos funcionarios en la Altillanura”, manifestó Arias. La denuncia puntual tiene que ver con tres predios ubicado en La Primavera (Vichada), que supuestamente fueron adquiridos en noviembre de 2013, por $100 millones cada uno, a nombre de tres empresas cuyos representantes legales son Julián Valencia Iragorri y María Alejandra Valencia Iragorri, primos del actual mininterior. El Espectador buscó al funcionario pero no consiguió su respuesta.

Más allá de esa denuncia, el debate se centró en el ministro Lizarralde. Arias afirmó que el modelo del “gana-gana” implementado por Indupalma, empresa de la que proviene el actual minagricultura, no ha sido eficiente y ha llevado a muchos campesinos a perder sus tierras. También afirmó que Indupalma había mantenido negocios en esa zona en tiempos de la arremetida paramilitar y reveló testimonios de desmovilizados que afirman que la empresa financió ejércitos privados en el Cesar.

En respuesta, Lizarralde señaló que tiene una hoja de vida limpia y que había llegado al Gobierno a trabajar por los campesinos: “Nunca he recibido baldíos de ningún gobierno. Lo que se está haciendo aquí es presentar verdades a medias. Cosa que le hace muy mal a un país que camina en busca de la paz. Estoy orgulloso de haber trabajado en Indupalma y del trabajo que desde allí he realizado por muchas familias campesinas”, enfatizó.

Lizarralde también se defendió de las insinuaciones de haber contribuido con el paramilitarismo. Dijo que durante los tiempos de la violencia él le puso el pecho a los armados, aun exponiendo su integridad física. También hizo un llamado para que desde todas las orillas ideológicas se contribuya a construir un modelo agrario donde quepan campesinos y empresarios.

 En un debate en la Comisión Quinta de la Cámara, el representante Wilson Arias denunció la supuesta compra irregular de tierras baldías por parte de familiares del ministro del Interior, Aurelio Iragorri Valencia, al tiempo que cuestionó al ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, de quien dijo tendrá que declararse impedido para asuntos que traten no sólo el tema de la palma sino de casi todo el sector.

“Es necesario que el Gobierno le cuente al país cuál es el interés que tienen algunos de sus más altos funcionarios en la Altillanura”, manifestó Arias. La denuncia puntual tiene que ver con tres predios ubicado en La Primavera (Vichada), que supuestamente fueron adquiridos en noviembre de 2013, por $100 millones cada uno, a nombre de tres empresas cuyos representantes legales son Julián Valencia Iragorri y María Alejandra Valencia Iragorri, primos del actual mininterior. El Espectador buscó al funcionario pero no consiguió su respuesta.

Más allá de esa denuncia, el debate se centró en el ministro Lizarralde. Arias afirmó que el modelo del “gana-gana” implementado por Indupalma, empresa de la que proviene el actual minagricultura, no ha sido eficiente y ha llevado a muchos campesinos a perder sus tierras. También afirmó que Indupalma había mantenido negocios en esa zona en tiempos de la arremetida paramilitar y reveló testimonios de desmovilizados que afirman que la empresa financió ejércitos privados en el Cesar.

En respuesta, Lizarralde señaló que tiene una hoja de vida limpia y que había llegado al Gobierno a trabajar por los campesinos: “Nunca he recibido baldíos de ningún gobierno. Lo que se está haciendo aquí es presentar verdades a medias. Cosa que le hace muy mal a un país que camina en busca de la paz. Estoy orgulloso de haber trabajado en Indupalma y del trabajo que desde allí he realizado por muchas familias campesinas”, enfatizó.

Lizarralde también se defendió de las insinuaciones de haber contribuido con el paramilitarismo. Dijo que durante los tiempos de la violencia él le puso el pecho a los armados, aun exponiendo su integridad física. También hizo un llamado para que desde todas las orillas ideológicas se contribuya a construir un modelo agrario donde quepan campesinos y empresarios.