Optimismo en la mesa de paz de La Habana

La mesa de diálogos entre el Gobierno y las Farc avanza a toda marcha para alcanzar un acuerdo de fin del conflicto lo antes posible. Es la conclusión que se puede sacar del comunicado de la guerrilla al cierre del ciclo 41 de negociaciones. La declaración leída por Iván Márquez, jefe de la delegación insurgente, es abiertamente optimista: “La paz está tocando a la puerta de Colombia y exige que el conflicto armado quede atrás como memoria colectiva de algo que no debe repetirse jamás, de tal manera que aseguremos el futuro de paz y vida digna de las nuevas generaciones de colombianos”.

El negociador de las Farc afirmó que se “está a las puertas de un entendimiento” en el “decisivo componente de justicia del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición”. Y que resolver esto debe desatar una dinámica positiva en la mesa para redactar acuerdos en los asuntos pendientes, en especial el del fin del conflicto. Al mismo tiempo, el plenipotenciario de la guerrilla advirtió sobre la necesidad de que se esclarezca y se desarticule el fenómeno del paramilitarismo, como una garantía para el posconflicto.

Durante este miniciclo del proceso de paz, la subcomisión para el fin del conflicto, integrada por militares activos y comandantes guerrilleros, se reunió con los delegados del secretario general de Naciones Unidas, Jean Arnault, y de la Presidencia de Unasur, José Bayardi, quienes explicaron “sus visiones sobre los mecanismos de monitoreo y verificación del cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y sobre la dejación de armas”. Estos asuntos, así como el tema del paramilitarismo, hacen parte del punto 5: fin del conflicto.

“Se siguen construyendo consensos sobre cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, y se avanza en el análisis del aspecto dejación de las armas. Y sobre la reincorporación de las Farc a la vida civil, estamos listos para abordar y discutir los procedimientos para el tránsito de organización alzada en armas a movimiento político abierto”, expresó Iván Márquez desde el Palacio de Convenciones de La Habana. Esta ciudad recibirá mañana la visita del papa Francisco, quien emprenderá una gira que lo llevará a Estados Unidos.

Sin duda se trata de un hecho histórico que la mesa de diálogos no piensa desaprovechar. Más cuando el papa se ha convertido en uno de los principales defensores del proceso de paz de Colombia y se ha hablado de que incluso puede llegar a participar activamente del acuerdo final. Para eso, el propio presidente Santos ha especulado que podría hacerlo desde la comisión de la verdad, que se pactó en junio de este año, y cobra sentido puesto que el pontífice puede apoyar el cierre del punto sobre satisfacción de los derechos de las víctimas, el perdón y la reparación.

Al respecto, el jefe guerrillero refirió: “Está cerca el cierre del acuerdo sobre el punto de víctimas, puesto que el insoslayable asunto de la reparación dispondría en el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición, de mecanismos para entregar satisfacción a las víctimas del conflicto. El subpunto 1, derechos humanos, podría ser evacuado con voluntad política y una declaración de acuerdo y compromiso sobre principios que reivindiquen derechos económicos, sociales, culturales y ambientales para las mayorías”.

El punto de víctimas tiene dos subtemas: derechos humanos de las víctimas y verdad. El segundo ya fue acordado y para cerrar el primero trabaja un grupo de asesores técnicos, integrado por los exmagistrados Manuel José Cepeda y Juan Carlos Henao; los expertos en justicia transicional Dame Doug Cassel –norteamericano– y Enrique Santiago –español–; el político conservador Álvaro Leyva y el abogado Diego Martínez.

Márquez finalizó su intervención en Cuba pidiendo que el Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional y la ONU convoquen a un foro público sobre el fin del conflicto, tal y como se hizo con los temas de reforma rural, participación política, víctimas y solución al problema de las drogas. Un ejercicio ciudadano que puede llegar a ambientar el nuevo “coco” de la mesa de diálogos: la refrendación ciudadana.

En este sentido, Gobierno y Farc aspiran a que los debates de cierre del proceso de paz se den en Colombia. No en vano el Ejecutivo radicó esta semana el acto legislativo para la paz, que pretende crear una comisión especial legislativa que prepare el terreno jurídico, aterrice los acuerdos y dé facultades especiales al presidente Juan Manuel Santos para decretar las reformas quese requieran para la implementación de los acuerdos.

“Es importante y necesario que ahora, más que nunca, se dejen sentir plenamente las voces de la ciudadanía, la palabra del pueblo mediante sus organizaciones sociales y políticas, opinando y decidiendo sobre el rumbo del proceso de paz y el destino de Colombia, y que esta práctica sea la ejercitación del pueblo en su papel de constituyente primario, hasta alcanzar el momento de la refrendación y la implementación de lo que debe ser un tratado de paz para la historia”, concluyó el comandante insurgente.

En síntesis, al término del ciclo 41 de conversaciones en La Habana, quedó claro que las Farc están listas “para proseguir la marcha concertada de la voluntad nacional hacia el acuerdo definitivo”. Los plenipotenciarios del Gobierno volverán a reunirse el lunes 28 de septiembre, ya en plena recta final del proceso electoral en Colombia.