Luego de que el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, le asegurara a El Espectador que el Gobierno de Gustavo Petro prefiere a que las presidencias de Cámara y Senado a personas afines a sus intereses, en el Partido Liberal se escucharon voces de protesta que, incluso, califican el tema como una posible interferencia.
Y todo surgió porque, según Velasco, quien debe asumir la jefatura de la Cámara –que le corresponde a los liberales desde el 20 de julio– es el representante cordobés Andrés Calle, quien apoyó a Petro desde la campaña y ha mantenido una actitud en cierto modo crítica hacia el liderazgo de César Gaviria en su partido.
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“No es que se prefiera, es que al inicio de la legislatura pasada hubo un acuerdo político y, por decisión mayoritaria de la bancada liberal, se definió que Andrés Calle fuera el Presidente de la Cámara. Yo no puedo negar que a nosotros nos gusta mucho el nombre de Andrés Calle”, fueron las palabras de Velasco en este diario.
Una de las voces que salió a rechazar este posible intervencionismo fue la de Julián Peinado, representante que también quiere la Presidencia de la Cámara y quien advirtió que el liberalismo no se puede plegar al Gobierno.
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“Calles es un arrodillado de Petro”, fueron las palabras de Peinado, quien aseguró que, en todo caso, la decisión final la debe tomar la bancada y que, contrario a los intereses de la Casa de Nariño, la opinión de Gaviria sí tendrá mucho peso.
En todo caso, hay un tercer nombre en la baraja. Se trata de Carlos Ardila, representante del Putumayo que se viene moviendo sigilosamente para buscar los apoyos que se requieren en este proceso.
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