En tres días, luego de su gira diplomática en China y su visita al Vaticano, el presidente Gustavo Petro llegará a Barranquilla para dar un anuncio que podría marcar una de las etapas más intensas de su Gobierno: informará si sus militantes, las centrales obreras y los sindicatos entrarán o no en paro nacional debido al hundimiento de la consulta popular en el Senado. La determinación será tomada este fin de semana por las asambleas municipales, mientras que un grupo de congresistas y ministros avanza en medidas para revivir la consulta.
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El Gobierno, que no esperaba la negativa del Congreso, se puso de pie con rapidez para enfrentar el panorama que pintaron los 49 legisladores que votaron por el “no” y luego de una reunión privada que tuvieron ministros y congresistas en la Casa de Nariño ya tienen varias estrategias estructuradas para impulsar la movilización en todo el país y buscar una nueva consulta.
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En esta cita, que se dio una hora después de hundida la consulta, hablaron de la “huelga general” que el jefe de Estado tiene en su lista de posibilidades y dejaron por sentado que el Ejecutivo tiene toda la potestad de volver a presentar una consulta si el Congreso vuelve a rechazar la reforma laboral, que fue revivida y llegará a la Comisión Cuarta del Senado para su tercer debate.
Sigue sin haber respuesta clara de si el país entrará o no en huelga -que no es lo mismo que movilización- así como sobre cuándo y quién la convocaría, tal como se lo preguntó el ministro del Interior, Armando Benedetti, al mandatario a través de mensajes a los que accedió El Espectador.
Esta duda irá resolviéndose en los siguientes días cuando las asambleas generales y los 500 comités que se conformaron para promover el “sí” a la consulta se reúnan en varios departamentos para votar a favor o en contra de la realización de un nuevo paro nacional.
A estos encuentros asistirán senadores, representantes y concejales de la izquierda política, que vienen señalando que si se da un nuevo estallido social, como el de 2021, no será por decisión propia, sino por responsabilidad del Congreso.
“Se convocan en las plazas municipales este sábado y domingo. Allí se vota el paro nacional, que debe ser un ejemplo de no violencia activa. El resultado de la votación del paro debe ser remitido a las centrales obreras”, pidió Petro a través de su cuenta de X.
Y mientras se agitan las bases de la movilización y Petro analiza cómo reforzar su presencia en las calles, su escenario favorito y en el que mejor se desenvuelve, otro grupo del oficialismo avanza en estrategias y en medidas legales para revivir la consulta, que se hundió por apenas dos votos de diferencia.
Ya hay al menos dos tutelas radicadas para que se pueda dejar sin piso la determinación de los 49 senadores por supuestas “trampas procedimentales” en la votación. Los recursos fueron presentados por los senadores León Fredy Muñoz y Fabián Díaz (Alianza Verde) y Martha Peralta (Pacto), quien está en medio de la controversia por haberse ausentado en la votación.
Ambas tutelas pidieron una medida provisional para suspender los efectos jurídicos y administrativos de la votación realizada este miércoles.
Además, otros legisladores de la bancada de Gobierno apelaron al hundimiento y están reuniendo firmas para radicar una proposición que busca la repetición de la votación, como el mismo presidente Petro lo pidió en alocución presidencial. Sobre esto hay dudas, pues hay congresistas que sostienen que en la Ley Quinta no hay una medida que permita reabrir una votación.
Pero ya se vislumbran otras batallas judiciales con rostro propio, pues el ministro Benedetti ha prometido en al menos dos oportunidades que denunciará penalmente al presidente del Congreso, Efraín Cepeda (Partido Conservador), por presuntamente no haber brindado las garantías para el debate. Se analiza si hacer lo propio contra el secretario de esta corporación, Diego González, quien defiende su gestión.
Igualmente, la Procuraduría abrió una indagación para determinar si en efecto hubo “jugadas” en contra del oficialismo, pero también si Benedetti debe ser investigado por los golpes que le dio a la mesa directiva del Senado y su reacción contra el secretario por dudas en el diligenciamiento de votos.
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Precisamente, el Gobierno buscará ahondar en la narrativa del supuesto fraude y divulgar con fuerza los rostros de los 49 senadores de Centro Democrático, Cambio Radical, Partido Conservador, ASI, MIRA, Partido Liberal y de La U que votaron negativo.
Esto promete generar rechazo desde la oposición, pues cuando se hizo lo mismo con los ocho senadores de la Comisión Séptima que hundieron la reforma laboral, se acusó a la Casa de Nariño de estar perfilando y generando intimidaciones. El asunto llegó al nivel de que estos congresistas viajaron a los Estados Unidos para solicitar medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Pero el presidente dejó claro que se avanzará en este camino, con la claridad de que no se puede impulsar la violencia: “En cada departamento, hasta en la última casa, debe existir información sobre los políticos que votaron en contra de la libre expresión del pueblo”.
Una de las directrices que fue impartida es el seguimiento estricto del trámite de la reforma a la salud, que se debatirá en la Comisión Séptima, y de la reforma laboral, que revivió gracias a la apelación que presentó la Alianza Verde y que se votó previo a la de la consulta.
Ya el Pacto Histórico advirtió que si la Comisión Séptima hunde la reforma a la salud o si se cae nuevamente la laboral se presentará en respuesta una nueva consulta popular.
El tiempo es corto y por ello, el Ejecutivo radicó un mensaje de urgencia e insistencia para que los dos debates faltantes de la reforma laboral se den en máximo 30 días. El trámite arranca la próxima semana en la Comisión Cuarta del Senado, integrada por 15 senadores y donde las fuerzas están empatadas, pues el Gobierno tendría al menos 6 votos a su favor, 7 en contra y hay 2 que están en duda.
Fuerzas en la Comisión Cuarta
Angélica Lozano (Alianza Verde): en duda
Liliana Benavides (Partido Conservador): en duda
Enrique Cabrales (Centro Democrático): votaría no
Carlos Meisel (Centro Democrático): votaría no
Carlos Farelo (Cambio Radical): votaría no
Carlos Abraham Jimenez (Cambio Radical):
Juan Felipe Lemos (Partido de la U): votaría no
Samy Merheg (Partido Conservador): votaría no
Jhony Besaile (Partido de la U): votaría sí
Laura Fortich (Partido Liberal): votaría sí
Claudia Pérez (Partido Liberal): votaría sí
Jairo Roldán (Partido Liberal): votaría sí
Paulino Riascos (ADA): votaría sí
Richard Fuelantala (AICO): votaría sí
El presidente Petro no abandonará su objetivo de mover a las bases y buscar la reelección de su proyecto de izquierda. La sensación que hay en el Ejecutivo es la de usar a su favor la decisión del Congreso, que aunque actualmente celebra el haber derrotado al Gobierno, en las siguientes semanas empezará a recibir con mayor frecuencia los dardos oficialistas. La campaña fuerte recién arrancó.
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