
El nuevo ministro de Trabajo, Antonio Sanguino; el presidente Gustavo Petro; y el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya.
Foto: Archivo Particular
La llegada de Antonio Sanguino al Ministerio del Trabajo selló las movidas de Alianza Verde en el Gobierno y dividió las fuerzas en el interior de un partido que ha dejado la posibilidad de una escisión sobre la mesa, sin mayores avances. Con una fuerte representatividad en el Ejecutivo, la colectividad también está pensando en sus apuestas para 2026 y las posibilidades de unirse al frente amplio que proyecta el petrismo.
Pero para llegar hasta ahí, fue necesario primero un encuentro entre quienes se perfilan como los más “cercanos” al...

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