
El presidente Gustavo Petro apareció el pasado 1° de mayo, durante del Día del Trabajo, con la espada de Simón Bolívar para movilizar electoralmente a sus bases. EFE/ Carlos Ortega
Foto: EFE - Carlos Ortega
Cuando el presidente Gustavo Petro salió el pasado 1° de mayo con un saco rojo para desenvainar la espada de Simón Bolívar –como un acto simbólico que motivara a sus bases para ponerse en pie de lucha electoral–, la Casa de Nariño ya venía tejiendo sigilosamente una fina estrategia para que el país entrara de lleno en un debate sobre si es el momento o no de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente.
Ese día, con un verbo duro hacia todo aquel que se erija como su contradictor y rodeado de varios de sus funcionarios y familiares que...
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