Con una agenda marcada en cada una de sus intervenciones en plaza pública y redes sociales, que en resumen se enfoca en ambientar políticamente la posible reelección del presidente Gustavo Petro, cerrar el Congreso y unificar las altas cortes, el polémico pastor Alfredo Saade se alista para aterrizar como nuevo inquilino de uno de los despachos de la Casa de Nariño.
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Y si bien el ingreso formal de Saade al alto Gobierno como jefe de Despacho no implica que el jefe de Estado vaya a promover la agenda que profesa, lo que sí queda en firme es la intención de Petro de poner en su círculo más cercano a personas que promuevan sin “peros” su agenda oficialista justo cuando está por arrancar el epílogo de su administración.
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Eso explica por qué la primera función que asume es la de coordinar la interlocución entre el presidente y su equipo ministerial, además de darle viabilidad a la agenda propia del jefe de Estado. Incluso, como quedó en evidencia desde la mañana de este miércoles cuando se confirmó su arribo a Palacio, será una de las puntas de lanza más afiladas en la defensa directa del proyecto progresista que busca una segunda oportunidad continua en la Casa de Nariño.
“Gracias presidente Petro por su confianza. A Dios todo honor y toda gloria, a mis detractores los invito a tomar café, el país nos necesita para que el amor pueda vencer al odio. Levántate, Colombia cautiva de esperanza”, dijo Saade tras hacerse pública su designación.
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Lo que busca la Casa de Nariño es que Saade y el gabinete, con el apoyo directo del ministro del Interior, Armando Benedetti, y de la directora del Dapre, Angie Rodríguez, desplieguen una mayor presencia regional de plaza pública que, precisamente, tendrá un nuevo capítulo este 21 de junio en una ciudad clave tanto para oficialismo como para oposición.
En efecto, para el próximo sábado está previsto que el presidente Petro lidere una manifestación en Medellín, bastión de los contradictores del actual Gobierno, con la cual quiere demostrar que tiene músculo electoral vigente en espacios complejos para la izquierda, como lo es la capital antioqueña.
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Y lo hará con la tesis de explicar en qué están los acercamientos con las narcobandas de esa ciudad, los cuales se vienen desarrollando desde hace varios meses bajo la chapa de la paz total. Eso sí, porque hay caminata incluida entre los parques de Los Deseos y de Aranjuez, el mensaje que se quiere dar es que el apoyo callejero a la primera administración de izquierda no se puede mermar, incluso se debe potenciar, si se quiere consolidar la apuesta por reelegir al progresismo en las elecciones de 2026.
A esa marcha con visos electorales se le sumarán otras dos que la Casa de Nariño espera desarrollar en cuestión de días. Por un lado, Petro también espera que este viernes se concrete la conciliación de la resucitada reforma laboral, lo que –de mantener su postura– derivaría en la derogación del decretazo de la consulta popular; su intención es que se le remita para sanción presidencial y dar ese paso en un escenario público.
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En esa misma línea se mueve para cuando la plenaria de la Cámara subsane el error de procedimiento por el que la Corte Constitucional devolvió la reforma pensional. El mismo Petro dijo, en el consejo de ministros del martes, que la quiere sancionar en plaza pública.
Y aunque el tridente de poder de Palacio (Benedetti, Angie Rodríguez y el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo) está moviendo sus fichas para esos propósitos, el polémico Saade entra a reforzar esa estrategia. Su verbo proPetro ya se ha confirmado en recientes eventos públicos en los que ha estado defendiendo al mandatario.
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“Presidente Petro, yo sé usted me está oyendo, y este pueblo hoy le exige que cierre el Congreso de la República, este pueblo le exige que llame inmediatamente a una constituyente y que la reelección suya sea inmediata”, dijo el pasado 20 de mayo desde Barranquilla durante un evento promovido por el Ejecutivo y las centrales sindicales, al cual posteriormente llegó el jefe de Estado a defender su consulta popular y plantear una “huelga general” si el Congreso y las cortes no le daban viabilidad a sus propuestas.
¿Cuáles son sus polémicas?
Pero ese tipo de verbo público que ahora de alguna manera queda respaldado con su designación en el Gobierno no es nuevo. De hecho, lo ha movido con más fuerza desde que fue precandidato presidencial por el Pacto Histórico en 2022; hizo parte de la misma consulta de la que terminó surgiendo la llave entre el presidente Petro y la vicepresidenta Francia Márquez.
Y es en esa línea en que no solo la institucionalidad ha sido blanco de sus dardos, sino también los medios. “Mientras no se pongan los pantalones y cierren un medio de comunicación tradicional (…) seguirán mintiendo y manipulando. Destruyendo la buena voluntad y guiando la mentira sin recato. El exceso de democracia también perjudica al gobierno Petro”, señaló en agosto de 2024.
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En cuanto a su propuesta de unificar las cortes por no darles el visto bueno a todas las iniciativas del jefe de Estado dijo, en mayo pasado y después de que la Corte Constitucional tumbara un decreto de la conmoción interior en el Catatumbo, que ese alto tribunal “sigue siendo mezquino con los pobres. Primero destruyó a La Guajira, condenada a vivir sin agua y ahora condena al Catatumbo a permanecer en la guerra, la muerte y la cocaína. Vamos a unificar las cortes”.
Y sobre la reelección, para ratificar que no es un mensaje aislado, dijo en otros de sus trinos que el presidente Petro volvería al poder en una primera vuelta: “Llevo dos años pidiendo la constituyente para incluir entre otros temas vitales, la reelección presidencial; el presidente Petro sería reelecto en primera vuelta. A eso le temen, ellos saben que a pesar de que manipulan las encuestas se les hace imposible ocultar una realidad popular”.
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Pero no son únicamente sus palabras en redes o plaza pública las que lo han tenido bajo la lupa. La Procuraduría le abrió una indagación previa en marzo del año pasado por posibles irregularidades en un contrato con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). “Al parecer, Saade Vergel, para justificar las acciones cumplidas para la UNGRD, habría presentado el mismo reporte de actividades que fueron realizadas por otro de los contratistas de la entidad”, dijo en ese momento el Ministerio Público.
La entidad pidió copias del contrato, los estudios previos, la dependencia a la cual se encontraba adscrito y los informes de actividades y supervisión. Según una denuncia del concejal de Bogotá Daniel Briceño, del Centro Democrático, el contrato de Saade con la UNGRD sería “corbata”, pues –a su juicio– cobraba $21’420.000 al mes sin los soportes válidos de sus labores.
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Por todos estos pronunciamientos, sectores de la oposición han cuestionado duramente la llegada del pastor Saade a la Casa de Nariño. “Tanto burlarnos de Maduro y Petro nombra de jefe de gabinete al ‘Pastor’ Alfredo Saade, el que pidió prohibir X en Colombia, cerrar el Congreso y los medios, que plagiaba informes de actividades cuando estuvo en la UNGRD y difunde fake news”, señaló el partido Cambio Radical.
Desde el entorno del pastor le dijeron a este diario que su discurso cambiará tras posesionarse como jefe de gabinete, pues aseguran que él es consciente que en ese cargo no podrá hablar como Alfredo Saade, sino como funcionario público. Este miércoles, el pastor Saade visitó la Casa de Nariño para reunirse con la directora del Dapre, Angie Rodríguez.
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“Tendrá que ajustarse a los lineamientos que diga el presidente de la República. El que no esté ahí para estar con los lineamientos del presidente, es mejor que renuncie, como ha pasado en el pasado”, dijo Benedetti sobre la llegada de Saade.
En todo caso, de acuerdo con su hoja de vida, Saade Vergel ha sido contratista del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en varias oportunidades y fue director de la Asociación Colombiana de Áreas Metropolitanas (Asoareas). En cuanto a sus estudios, es graduado en derecho de la Universidad Libre y tiene una especialización en gerencia y gestión pública.
Con esta nueva movida en el palacio presidencial, el primer círculo de poder del presidente Petro queda conformado por la tríada de Angie Rodríguez, Armando Benedetti y Alfredo Saade, pero siempre con el respaldo de Guillermo Alfonso Jaramillo. El cambio genera el interrogante de quién será el encargado de manejar la agenda del mandatario.
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