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Hace una semana, los senadores estadounidenses Ted Cruz y Marco Rubio presentaron una solicitud para que se incluyeran a las senadoras Piedad Córdoba y Sandra Ramírez, y a las extintas Farc en la lista de terroristas de los Estados Unidos. Los republicanos señalaron a ambas congresistas de tener vínculos con grupos a margen de la ley.
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Este viernes se conoció una carta de la recién posesionada senadora del Pacto Histórico rechazando las solicitudes de los dos políticos de derecha. Desde el comienzo de la misiva, la senadora se va lanza en ristre en contra de los legisladores y asegura que en su partido, el Republicano, hay “una voluntad de sabotear los esfuerzos del presidente Biden por atender y retomar las relaciones cordiales con los países de América Latina”.
Córdoba calificó la solicitud de los republicanos como una “mancilla a la soberanía nacional” y de poner en riesgo a los firmantes del acuerdo de paz. Sobre este último hizo referencia para decirle a los senadores que hubo un amplio apoyo del gobierno estadounidense a los acuerdos de la Habana. Córdoba cuestionó el pedido de incluir a las Farc nuevamente en ese listado, cuando ya dejó de existir esta organización.
Por otro lado, Piedad Córdoba cuestionó que se pida que se le incluya en el listado de terroristas cuando nunca ha tenido sanción alguna por los Estados Unidos y nunca perteneció a las Farc. “La ligereza de su juicio y su falta de sindéresis quedan claras con las falsedades que me atribuyen, así que las desmentiré una a una”, señaló la congresista por el Pacto Histórico.
Piedad Córdoba rechazó cualquier vínculo con las Farc, “sus antiguos mandos ya han desvirtuado tal falacia en los distintos estrados judiciales”, y aseguró que el alias de Teodora que se le endilga “proviene de unos archivos alterados extraídos de una operación ilegal”. Por eso, la justicia declaró inválida estas pruebas.
La senadora continuó su defensa señalando que nunca tomó decisiones sobre las liberaciones de los secuestrados, sino que, supuestamente, participó únicamente como mediadora del proceso. “Ese fue mi pecado, y aún hoy sy perseguida por haber asumido valientemente tal labor, agregó.
También hizo referencia a su detención en Honduras por no haber declarado 62.000 dólares que llevaba consigo. De acuerdo con la congresista, dicha situación se aclaro de acuerdo con las leyes hondureñas, “sin que hubiese existido ilícito alguno”. También rechazó que tuviese algún proceso en Colombia o solicitud de extradición en los Estados Unidos.
“Sus aseveraciones temerarias sin sustento jurídico en Colombia ni en Estados Unidos, no solo violan mi presunción de inocencia, sino que atentan contra mi derecho al buen nombre y ponen en riesgo extraordinario mi seguridad y la de mi familia”, comentó Córdoba, que pidió una rectificación antes de que inicie acciones legales en contra de los senadores republicanos.
