Que Ejército pida perdón a la comunidad de la niña violada, pide la Comisión de Paz
Los miembros de esa célula legislativa también pidieron un juzgamiento ejemplar en este caso.
La Comisión de Paz del Congreso de la República lamentó este viernes lo sucedido en la comunidad embera chamí de Risaralda y en un resguardo de Murindó, Antioquia, en donde en el último mes ocurrieron dos hechos condenables por parte de las Fuerzas Militares.
En el primer caso, se refirieron a la violación de una niña de 13 años por parte de siete soldados del Ejército de Colombia, adscritos al Batallón San Mateo, que ha indignado al país, no solo por lo ocurrido sino por la imputación hecha por parte de la Fiscalía General de la Nación a los uniformados involucrados, que aceptaron los delitos por los que se les acusó.
También lamentaron un hecho ocurrido el pasado 16 de junio, cuando una adolescente indígena de 16 años, que habría sido reclutada de manera forzosa por el Eln, fue obligada a instalar una mina antipersonal, artefacto que le estalló en las manos.
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“Rechazamos profundamente las actuaciones criminales que perpetraron miembros de la guerrilla del Eln y por lo menos siete uniformados del Ejército Nacional, contra la población indígena, las mujeres y la niñez”, señalan en un comunicado los miembros de dicha comisión.
En ese sentido, hicieron un llamado al Eln a cesar el reclutamiento forzado de menores y al Ejército Nacional a pedirle perdón a la comunidad embera chamí de la que hace parte la menor violada: “Al Ejército Nacional lo exhortamos a actuar de forma oportuna para garantizar que este tipo de accionar no se repita, adicionalmente, que se pida perdón públicamente al pueblo embera chamí por los hechos ocurridos”.
De igual forma solicitaron a las autoridades judiciales para que haya un castigo ejemplar en este caso específico. “Como miembros de esta Comisión es nuestro deber procurar el respeto de los derechos humanos, así como el cuestionar de manera objetiva y contundente el comportamiento de todos aquellos actores que los violen. Por ello, hacemos un llamado a excluir a los niños, niñas y adolescentes del conflicto armado y protegerlos de toda forma de violencia”, concluyen.
La Comisión de Paz del Congreso de la República lamentó este viernes lo sucedido en la comunidad embera chamí de Risaralda y en un resguardo de Murindó, Antioquia, en donde en el último mes ocurrieron dos hechos condenables por parte de las Fuerzas Militares.
En el primer caso, se refirieron a la violación de una niña de 13 años por parte de siete soldados del Ejército de Colombia, adscritos al Batallón San Mateo, que ha indignado al país, no solo por lo ocurrido sino por la imputación hecha por parte de la Fiscalía General de la Nación a los uniformados involucrados, que aceptaron los delitos por los que se les acusó.
También lamentaron un hecho ocurrido el pasado 16 de junio, cuando una adolescente indígena de 16 años, que habría sido reclutada de manera forzosa por el Eln, fue obligada a instalar una mina antipersonal, artefacto que le estalló en las manos.
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“Rechazamos profundamente las actuaciones criminales que perpetraron miembros de la guerrilla del Eln y por lo menos siete uniformados del Ejército Nacional, contra la población indígena, las mujeres y la niñez”, señalan en un comunicado los miembros de dicha comisión.
En ese sentido, hicieron un llamado al Eln a cesar el reclutamiento forzado de menores y al Ejército Nacional a pedirle perdón a la comunidad embera chamí de la que hace parte la menor violada: “Al Ejército Nacional lo exhortamos a actuar de forma oportuna para garantizar que este tipo de accionar no se repita, adicionalmente, que se pida perdón públicamente al pueblo embera chamí por los hechos ocurridos”.
De igual forma solicitaron a las autoridades judiciales para que haya un castigo ejemplar en este caso específico. “Como miembros de esta Comisión es nuestro deber procurar el respeto de los derechos humanos, así como el cuestionar de manera objetiva y contundente el comportamiento de todos aquellos actores que los violen. Por ello, hacemos un llamado a excluir a los niños, niñas y adolescentes del conflicto armado y protegerlos de toda forma de violencia”, concluyen.