El pasado 27 de noviembre, durante el debate de control político al fiscal Néstor Humberto Martínez por el caso de Odebrecht, el senador de la U, Eduardo Pulgar, quien es el primer vicepresidente del Senado, presidió al final la plenaria de la sesión. Sin embargo, para Antonio Sanguino (Alianza Verde) el manejo que tuvo Pulgar en el recinto vulneró los derechos de la oposición citante de la discusión.
Por tal motivo, Sanguino presentó una queja disciplinaria ante la Procuraduría y la Comisión de Ética del Senado para que evalúen el comportamiento del senador durante su dirección en la plenaria.
Los argumentos que presentó se basan en que Pulgar transgredió los derechos de la oposición sin darles derecho a réplicas, lo que evidencia un incumplimiento de sus deberes como senador.
Por otro lado, también presenta como argumentos que Pulgar no puso en discusión una proposición para concluir con el debate y, mucho menos, permitió el consenso para reagendar el debate y, así, darle finalidad, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 252 de la ley 5 de 1992.
“Pulgar ejecutó actos que afecten la moralidad pública del Congreso, la dignidad y buen nombre de los legisladores en la función congresional”, concluyó.
Al final del debate Jorge Robledo (Polo Democrático), Gustavo Petro (Colombia Humana) y Angélica Lozano (Alianza Verde), senadores citantes, se quejaron de la falta de garantías que tuvieron al final del debate, especialmente porque no contaron con el derecho a réplica.