La propuesta de valor de Daniel Quintero como candidato y ahora alcalde de Medellín fue (y es) la comunión entre información y tecnología con fines sociales. La pandemia del COVID-19 aceleró ese proyecto que tenía en mente, materializándose en la estrategia “Medellín me cuida”, que cuenta con cerca del 25 % de los recursos del Plan de Desarrollo.
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Uno de los componentes es la plataforma que lleva su mismo nombre y recoge los datos de todos los medellinenses con el fin de hacer cercos epidemiológicos y saber cuáles son las familias que más necesitan ayuda humanitaria. Así como ha recibido elogios, también hay muchos críticos y detractores de esta apuesta por el manejo, dicen, poco transparente que se le ha dado. Quintero habló con El Espectador para defender su iniciativa.
¿Cómo comenzó esta estrategia?
Empezamos a reconocer el poder de la información, cuando la gente llamaba al 123, y georreferenciábamos cuáles eran las zonas donde se estaban realizando más llamadas. Nos centramos allí, verificando si la cuarentena se estaba cumpliendo. Al tiempo que esto pasaba, lanzamos una aplicación que tenía por objeto saber quién necesitaba ayuda económica registrándose allí. En cuatro días logramos que alrededor de 200 mil se registraran. Luego esa plataforma migra a “Medellín me cuida”, con lo que determinamos a quién había que ayudar. Cuando ya habíamos entregado paquetes alimentarios y ayuda económica, otras ciudades, un mes después, no habían resuelto el problema de cómo brindarle auxilio a la gente.
En campaña usted planteó una herramienta como estas, ¿qué tanto cambió de la conceptualización a la realidad?
La administración pública es generalmente ineficiente a la hora de realizar intervenciones y lo es porque carece de información. Hay mucha burocracia. Desde campaña dijimos que lucharíamos contra la burocracia, la ineficiencia y la forma en cómo se ayuda a la gente. Eso significa crear equipos territoriales de atención integral familiar, que conozcan verdaderamente las familias. Así llamamos el programa de Gobierno: Equipos Territoriales de Atención Integral Familiar. Cuando inicia este proceso, lo que hacemos es acelerarlo y convertimos a ‘Medellín me cuida’ en marca de ciudad, que recoge mucho lo que significa nuestro programa de gobierno. La ventaja y la razón por la cual pudimos implementar esto rápido es porque ya lo teníamos pensado.
¿Con qué bases de datos se cruza Medellín me cuida para conocer la situación de las familias?
Con el Sisbén actual y el anterior; con bases de datos de la Alcaldía, como el registro de todas las empresas; con información de Planeación Nacional (DNP) y de EPM, para el ejercicio de georreferenciación. ¿Qué pasaba muchas veces? Familias de otras ciudades como Cali, Yopal y Popayán intentaron registrarse en nuestra plataforma, tratando de conseguir una consignación por parte de la Alcaldía de Medellín. Con EPM garantizamos que las personas registradas sean de Medellín.
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¿Qué datos están pidiendo?
Se pide nombre, cédula, edad y dirección, que es tomada del contrato de EPM. También datos de salud, si tienen síntomas de coronavirus y las comorbilidades. Son datos muy importantes. Adicionalmente, se le pide a la gente que haga el registro con su familia. Este es un ejercicio de solidaridad, cariño y amor de unos por otros. Igualmente, al registrarse con el mismo contrato de EPM, sabemos quiénes forman parte del mismo núcleo familiar.
Una tutela determinó que hay datos innecesarios, viola varios derechos y que no es transparente...
La tutela lo que nos pide es que no pidamos datos que no sean relevantes para la pandemia. Nosotros le respondimos al juez que todos los datos son importantes. Por ejemplo, una persona se infecta y hay que aislar a toda su familia, es necesario saber dónde vive. Es más, las comorbilidades y la edad son fundamentales porque está demostrado el riesgo en estas personas. Al igual que donde trabaja porque, en caso de infección, no solo se aísla su hogar, sino su empresa. Llevamos un mes y medio sin un solo muerto, mientras en Bogotá en ese período se cuentan 250. Asimismo, tenemos protocolos muy estrictos en relación con cómo se utiliza la información y para qué se utiliza. Igual, la mayoría de los datos ya los teníamos, lo que pasaba era que estaban desactualizados y desconectados. Lo que hemos hecho es conectar y actualizar.
Es decir, ¿impugnaron el fallo?
Sí. Es que todos los formatos han sido voluntarios. La gente decide si se inscribe o no. Lo que pasa es que en Medellín la gente cree en su alcalde y por eso se han inscrito. Hoy tenemos aproximadamente 3’300.000 personas inscritas.
La directora de Karisma, Carolina Botero, dijo que las condiciones que impusieron son más obligatorias que voluntarias. Es más, señaló que hay un pseudovoluntarismo…
En otras ciudades te ponen problema, aquí lo que hay es una ventaja. Las restricciones de la libertad no las impongo yo, sino el Gobierno, y lo que hacemos es facilitar y agilizar los procesos cuando la gente se moviliza. Les piden la cédula y, si está registrado, pueden seguir derecho, de lo contrario se deben presentar las pruebas para que no se imponga la sanción. Creo que se ha malinterpretado, sé que hay ciudades que no lo han hecho bien y han usado mal las plataformas. Nosotros lo hemos hecho de forma impecable y la información es utilizada para ayudarle a la gente, facilitarle y salvarle la vida.
¿Qué pasará con los datos de las personas una vez termine la pandemia y ya no se deban hacer cercos epidemiológicos?
Lo importante es que la gente tenga derecho a decidir qué se mantiene y qué no de la información que reposa en la Alcaldía y en cualquier entidad pública. Ahora, ¿qué no se puede eliminar? La cédula, que es un documento oficial, y tampoco el nombre. Algunos querrán quitar sus comorbilidades o con quién viven. Sin embargo, nosotros creemos que mucha gente la va a mantener, porque aquí tenemos una apuesta revolucionaria para darles la mejor atención a los ciudadanos de Medellín y a sus familias.
El concejal Daniel Duque alertó que el uso de datos no es limitado porque está diseñado para uso estadístico, a la vez que pidió a la Procuraduría investigar posibles conflictos de intereses en Juan Camilo Oliveros, subdirector de información del municipio y quien fue representante legal de Gauss, empresa encuestadora…
En efecto, los datos son utilizados con fines estadísticos. Un virus es un problema estadístico. Usamos la data con análisis que nos permite saber dónde hay más casos de coronavirus para poner más atención, y cuál es la probabilidad que en los próximos 15 días se duplique el número de personas en UCI. La información estadística se usa con propósitos estadísticos. El concejal está acusando al alcalde de Medellín de un delito, eso es gravísimo. Las elecciones ya pasaron, ahora estamos salvando vidas.
Llevamos cero muertos en el pasado mes y medio, somos referentes en América Latina. Y hago una aclaración: el subsecretario mencionado no es parte de la secretaría que maneja la información en Medellín, que es la de TIC. Están buscando una excusa por un lado y por otro para encontrar un pero en lo que se está haciendo bien. Están cayendo en la mala fe, cuando hay 3’300.000 personas que confían en Daniel Quintero y su equipo. Es más, hace poco su partido (Verde) le llamó la atención por votar negativamente nuestro Plan de Desarrollo. Lo que quiere es atención de los medios.
Para usted, esas 3’300.000 se han inscrito de forma voluntaria, sin sentirse en la obligación de ingresar sus datos para poder trabajar…
Gracias a esas personas que han confiado en nosotros llevamos mes y medio sin muertos por coronavirus. Ellos no tienen que someterse a tantos ejercicios en caso de un retén, como sí ocurre en otras ciudades. Es más, otros municipios han demandado la aplicación porque estamos salvando vidas. Quien no esté inscrito siempre encuentra una alternativa.
Entiendo el debate, cómo no lo voy a hacer si lucho todos los días por las libertades, soy un liberal. ¡Cómo no va a ser en este momento solidaridad entregar la información de dónde vives, cuál es tu dirección y dónde trabajas! Para gozar de la libertad de ir a trabajar, salir de la casa, de las libertades que otros no han podido entregarles a otros ciudadanos. Hay municipios en Colombia que están en cuarentenas extremas porque no han podido controlar la situación. Hablemos de libertades: ¿en qué momento se nos olvidó que la vida es un derecho?, ¿en qué momento se nos olvidó que salir a la calle es un derecho y que tener un trabajo es un derecho?
Con lo que ha pasado en Medellín, ¿considera que se debe abrir un debate, a nivel congresional, sobre el manejo de datos? ¿O con lo que contamos normativamente es suficiente?
Colombia es un país que tiene una regulación estricta, juiciosa y madura en relación a la protección de los datos. Tenemos una regulación parecida a la europea. Obviamente estamos en emergencia económica, social y las constituciones permiten que los estados en medio de crisis como la actual coarten algunas libertades. Por ejemplo, el derecho a la movilidad.
Por la experiencia que tenemos en el tema, hemos sido muy juiciosos en el uso de la información, pero también muy responsables reconociendo que la vida es lo más importante y llamando siempre a la solidaridad y la confianza de los ciudadanos que convierten a Medellín en la ciudad que más información tiene de sus ciudadanos en toda América. Y esto ha permitido tener los mejores resultados de toda la región. Los periodistas de la ciudad se han quejado porque les exigen inscribirse cuando estamos exceptuados a nivel nacional. ¿Por qué insistir en que ingresen sus datos, especialmente la de aquellos que no están vinculados directamente con una empresa?
La aplicación que se desarrolló les permite a los freelance inscribirse. Insisto, la aplicación lo que ha hecho es facilitarle la tarea a la gente, antes había muchas injusticias. Hubo casos de multas, pese a que se mostraban los documentos. Ahora no, si está en la aplicación no lo pueden sancionar; si no está, tiene que dar explicaciones, como en todas las ciudades del país. Esto lo que garantiza es la libertad, no deja en manos de una autoridad la decisión si multa o no.
¿Cómo les ha ido con la reapertura económica?
Cuando llegó la reapertura económica, nosotros estábamos preparados porque las empresas y empleados ya estaban inscritos en “Medellín me cuida-empresas”, donde subían los bioprotocolos y nos compartían cuántas personas debían de salir a sus casas para trabajar. Así pues, el Gobierno permitía que unos sectores salieran de nuevo y nosotros facilitamos que fuera así, garantizando que quienes estaban en la calle era porque iban a trabajar y no porque le estaban haciendo conejo a la cuarentena.
La capital implementó “Bogotá cuidadora”, ¿qué consejos le da a la alcaldesa Claudia López?
La confianza ciudadana es lo más importante porque los ciudadanos cooperan. Que la gente confíe en la aplicación antes de convertirla en una estrategia para facilitar la tarea de la movilidad.