Rechazo al intento rencauche de Iregui en la Anla luego de su renuncia

Nada bien ha salido el intento devolverle el cargo al exdirector de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla) a Fernando Iregui, quien tuvo que presentar la renuncia en medio de escándalos por las autorizaciones de explotación de hidrocarburos en la zona de La Macarena que hubieran podido afectar a Caño Cristales. A lo que se suma, el desvió del arroyo Bruno en La Guajira, las modificaciones a las licencias en la hidroeléctrica El Quimbo y la refinería de Cartagena (Reficar).

Estos escándalos, uno tras otro, generaron que Iregui presentara la renuncia el 26 de abril. Pocos días después, el 9 de mayo, Luis Gilberto Murillo asumió como Ministro de Medio Ambiente y fue anunciado como nuevo director Rodrigo Suárez Castaño, con un anuncio adicional, se revisarían todas las licencias “problemáticas” para evitar que se siguieran dando licencias para obras o explotaciones que claramente afectaban los ecosistemas de las regiones. 

Sin embargo, por solicitud del vicepresidente Germán Vargas Lleras, Iregui regresaría como director de la Anla. De inmediato vinieron las críticas. La representante a la Cámara del Partido Verde, Angélica Lozano, envió una carta de tres páginas al presidente Juan Manuel Santos  (vea la misiva aquí) advirtiendo que esta decisión iría en contravía de los compromisos asumidos en la cumbre COP-21 en París.

En la carta Lozano expone una a una las licencias que ha entregado Iregui y que han generado probelas para el país y para el medio ambiente. Además de las ya citadas, plantea que en la entidad se privilegiado la entrega de express de licencia sin los respectivos estudios de fondo sobre los impactos ambientales.

A estas críticas se sumó el senador Jorge Enrique Robledo quien calificó como un disparate el intento de dar una licencia en la zona del parque La Macarena, incluso tenía programado un debate de control político contra Iregui, al cual no fue por su renuncia al cargo. Este reencauche también lo rechaza la senadora Maritza Martínez quien incluso denunció muchas más licencias entregadas por la Anla en los llanos.

Además, está la clara oposición que tiene Iregui en el Partido Conservador donde su presidente, David Barguil, fue una de las primeras voces en pedir la renuncia al señalar que “ha demostrado su falta de idoneidad, diligencia y capacidad para manejar un tema tan importante para el país” y recordó los casos de Reficar en Cartagena, de Hupecol en La Macarena y de Emgesa en el Quimbo, en Huila.

A estos hechos se suma la denuncia hecha por la revista Semana donde quedan en evidencia nombramiento con base en recomendaciones políticas y hasta presiones a los funcionarios que recibirían la renovación de sus contratos a cambio de retirarse del sindicato de la entidad.

En medio de este debate está el ministro Luis Gilberto Murillo, miembro de Cambio Radical, partido cuyo jefe natural es el vicepresidente Germán Vargas Lleras quien pide la continuidad de Iregui. Así las cosas, el pulso está en la decisión de ratificarlo o el rechazo político que genera esta decisión.

Nada bien ha salido el intento devolverle el cargo al exdirector de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla) a Fernando Iregui, quien tuvo que presentar la renuncia en medio de escándalos por las autorizaciones de explotación de hidrocarburos en la zona de La Macarena que hubieran podido afectar a Caño Cristales. A lo que se suma, el desvió del arroyo Bruno en La Guajira, las modificaciones a las licencias en la hidroeléctrica El Quimbo y la refinería de Cartagena (Reficar).

Estos escándalos, uno tras otro, generaron que Iregui presentara la renuncia el 26 de abril. Pocos días después, el 9 de mayo, Luis Gilberto Murillo asumió como Ministro de Medio Ambiente y fue anunciado como nuevo director Rodrigo Suárez Castaño, con un anuncio adicional, se revisarían todas las licencias “problemáticas” para evitar que se siguieran dando licencias para obras o explotaciones que claramente afectaban los ecosistemas de las regiones. 

Sin embargo, por solicitud del vicepresidente Germán Vargas Lleras, Iregui regresaría como director de la Anla. De inmediato vinieron las críticas. La representante a la Cámara del Partido Verde, Angélica Lozano, envió una carta de tres páginas al presidente Juan Manuel Santos  (vea la misiva aquí) advirtiendo que esta decisión iría en contravía de los compromisos asumidos en la cumbre COP-21 en París.

En la carta Lozano expone una a una las licencias que ha entregado Iregui y que han generado probelas para el país y para el medio ambiente. Además de las ya citadas, plantea que en la entidad se privilegiado la entrega de express de licencia sin los respectivos estudios de fondo sobre los impactos ambientales.

A estas críticas se sumó el senador Jorge Enrique Robledo quien calificó como un disparate el intento de dar una licencia en la zona del parque La Macarena, incluso tenía programado un debate de control político contra Iregui, al cual no fue por su renuncia al cargo. Este reencauche también lo rechaza la senadora Maritza Martínez quien incluso denunció muchas más licencias entregadas por la Anla en los llanos.

Además, está la clara oposición que tiene Iregui en el Partido Conservador donde su presidente, David Barguil, fue una de las primeras voces en pedir la renuncia al señalar que “ha demostrado su falta de idoneidad, diligencia y capacidad para manejar un tema tan importante para el país” y recordó los casos de Reficar en Cartagena, de Hupecol en La Macarena y de Emgesa en el Quimbo, en Huila.

A estos hechos se suma la denuncia hecha por la revista Semana donde quedan en evidencia nombramiento con base en recomendaciones políticas y hasta presiones a los funcionarios que recibirían la renovación de sus contratos a cambio de retirarse del sindicato de la entidad.

En medio de este debate está el ministro Luis Gilberto Murillo, miembro de Cambio Radical, partido cuyo jefe natural es el vicepresidente Germán Vargas Lleras quien pide la continuidad de Iregui. Así las cosas, el pulso está en la decisión de ratificarlo o el rechazo político que genera esta decisión.